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Pretendieron rescatar unidades decomisadas por Vialidad y Transportes
Municipales
José
ángel Inzunza Mendoza
Tijuana,
31 de octubre de 2019.- Decenas de chóferes de unidades de transporte
público, principalmente de taxis, se manifestaron este miércoles 30 de octubre
en las instalaciones de la Dirección de Vialidad y Transportes Municipales,
reclamando contra injusticias en los operativos que se realizan.
Una vez concentrados a
las puertas de la dependencia gritaron consignas declarando que hay corrupción
del titular, Javier Guadalupe Salas Espinoza, coludido con la empresa Altisa, a
la cual no le tocaron ni una sola de sus unidades en los operativos de
inspección.
La Secretaría de
Movilidad Urbana reporta que en lo que va de la nueva administración se detuvo
a 1041 unidades de transporte público, sancionadas por faltas administrativas,
de las cuales, 207 fueron remolcadas por circular en condiciones irregulares.
Los chóferes de taxis
denunciaron que los operativos se están enfocando en contra de los que ya están
regulados, pero no caen ninguno de los catalogados como “piratas” y los “clonados”,
y mucho menos los que opera la empresa Altisa, la cual ha admitido que opera
cuando menos 80 unidades en condiciones irregulares.
Incluso, agregaron, si
se han llegado a remolcar unidades de Altisa, a las pocas horas andan circulando
de nuevo, porque los mismos inspectores de Vialidad y Transportes las sueltan, “ya
que están en contubernio con Javier Salas, que no es empleado, es socio de
Altisa”, replicaron.
Luego de mostrar que
después de remolcadas las unidades de ellos, no están perfectamente selladas de
las puertas, lo cual se presta a que les roben pertenencias, como ya les ha
ocurrido, y eso es un abuso de la propia autoridad, y un robo del que después
nadie se hace responsable, lamentablemente.
Furiosos, por ese y
otros detalles, procedieron a quitar los sellos que estaban mañosamente
colocados con otro papel antiadhesivo y los pegaron bien en los cofres de
algunas patrullas de la Dirección Municipal del Transporte Público de Tijuana
(DMTPT), para “clausurarlas” de manera simbólica, en protesta por las
injusticias de que son objeto.
Después de que hubo
hasta el riesgo de golpes entre chóferes e inspectores de la DMTPT, los
manifestantes terminaron rabiando sus corajes afuera de las instalaciones. Se
desconoce si a este día ya se hayan resuelto sus demandas.
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