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Logró que el Delegado Salvador Morales Riubí le regresara a su anterior puesto
en el SUA Tesorería de Tijuana, donde además opera una Caja de Ahorros que es
su negocio particular
José
Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana,
19 de julio de 2019.- Empleados de base del IMSS Baja California se
quejan porque la “incómoda” compañera de ellos, conocida como “la diabla” Rosa
María Martínez Gómez, logró, con argucias, regresar a su “coto de poder” en el
departamento del SUA Tesorería Subdelegación Tijuana.
Le consideran como un “coto
de poder” de la señalada, porque aquí, en la Subdelegación del IMSS de esta
ciudad, Rosa María Martínez opera una Caja de Ahorro, que es su negocio
particular, prestando dinero sin declararlo ante Hacienda (SHCP) hasta por 100
mil pesos, cobrando 15% sobre la cantidad prestada.
Claro, agregan, pobres
de quienes se retrasen en los abonos, porque “Rosita la diabla” “lo busca hasta
por debajo de las piedras”, los presiona y “los amenaza con “quemarlos” con su
lengua peligrosísima triple A”, o sea, con infundios, en lo que, según indican,
es especialista.
Sin embargo, los
ahorros no los entrega, como coloquialmente se dice: los “jinetea”; y acusada
de ladrona la han remitido muchas veces a la Comisión de Honor y Justicia del
Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, y han estado a punto de despedirla
de su empleo.
En la pasada
administración del IMSS Regional Baja California-San Luis Río Colorado le
dieron un interinato en Mexicali, a Rosa María, pero renunció poco tiempo
después porque no le dieron una comisión para regresar a su anterior cargo, en
el SUA de la Subdelegación Tijuana, y, pues, lo que deseaba era regresar a su
negocio de la Caja de Ahorro.
Todo eso es aparte de
lo que obtiene de “mordidas” y regalos de los patrones que van a tratar
diversos asuntos en el SUA Tesorería, para hacerles sus trámites. Obvio es que
tienen un letrero en el que se advierten sanciones a empleados que obtengan
recompensas de quienes van a realizar trámites.
La nueva administración
volvió a darle otro interinato en Mexicali, y buscó por todos lados una
comisión, hasta con el Delegado Salvador Morales Riubí, donde suplicó que la
devolvieran a Tijuana, argumentando que no tiene dinero y que sus niños están
en la Escuela, siendo que ya no tiene hijos menores de edad, pero como el
Delegado no lo sabe, le firmó la solicitud de cambio de plaza.
Por esa facilidad con
que “la diabla” logra “brincar” de un puesto a otro en el IMSS, los
sindicalizados le hacen un llamado al Delegado, Salvador Morales, que “no todo
lo que brilla es oro, ni todas las que le dicen que son señoritas lo son”, y lo
que es peor, llegó “la diabla” quitando con lujo de violencia a la empleada de
Ensenada que la estaba supliendo en el SUA Tijuana.
También hacen un
llamado a todos los trabajadores sindicalizados y de confianza que firmaron “letras”
de ahorro y préstamos, que denuncien ante la Secretaría de Hacienda la
operación ilegal de la Caja de Ahorro de la señora Martínez Gómez, para que
pague impuestos.
A los patrones les
recuerdan que no tienen la obligación de pagar a ningún trabajador del IMSS, ya
que los trámites son gratuitos, porque ya reciben un sueldo; y tampoco deben
llevar regalos.
Al Delegado, Salvador
Morales Riubí, le piden que investigue el expediente de esa empleada, Rosa María
Martínez, y tenga mucho cuidado, ya que esta mujer habla hasta de su misma
familia y de todos los que están a su alrededor. “Utiliza su arma más poderosa:
su lengua venenosa; no tiene límites”, subrayan.
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