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Presentó las mejores propuestas y defiende a nuestra Alma Máter “contra las
mentiras y las intrigas”, así como exige se les haga justicia
El abanderado del PRI destacó
en los temas de seguridad pública y contra la corrupción, con la clara idea de
que combatir las adicciones es atacar de raíz la delincuencia, ya que el 75% de
los delitos están relacionados con la adicción a las drogas y alcohol, y, de
paso, al cortarla, se le quita el mercado al narcotráfico.
Después de presentarse,
refiriendo que es egresado de la Facultad de Derecho de la UABC, la escuela que
vio crecer, donde han formado a miles para la vida, y ha sido académico de la
misma, lamentó ver una Baja California agraviada por la seguridad, las crisis
de economía y falta de oportunidades.
Por eso, refrendó su
compromiso por una vida tranquila para los bajacalifornianos, ya que, desde San
Quintín a San Felipe, ha visto muchos casos de adicciones, y desde el gobierno
quiere hacer una campaña para rescatar del vicio a jóvenes y adultos, y que
Tijuana deje de ostentar el nada grato “privilegio” de ser la ciudad más
violenta del país.
Lo más lamentable es que,
observó, “no hay una política de los tres órdenes de gobierno, pero nosotros si
vamos a atacar el mal desde la raíz, para la paz y el progreso de Baja
California”, recalcó.
Enrique Acosta reconoció que
el tema de la seguridad pública es el más lacerante y no se arregla con
balazos, sino con estrategias, de la mano con el combate a las adicciones y el
combate a la corrupción, pues este año la inversión en seguridad pública se
fijó en 7 mil millones de pesos y los daños pasan por encima de los 10 mil
millones de pesos.
“Sin buena inversión nada se
puede hacer en materia de seguridad”, advirtió el candidato del PRI a
Gobernador, convencido de que la corrupción es el mayor cáncer del gobierno y
la sociedad, y para combatirla propone lo siguiente:
Que los organismos anti
corrupción sean verdaderamente autónomos, que no dependan del nombramiento del
Ejecutivo ni tengan un matiz político; que los órganos de procuración y
administración de justicia sufran una transformación para recuperar la
confianza de los ciudadanos.
En ese sentido, propone que
los Agentes de Ministerio Público sean de carrera, así como los peritos y
policías ministeriales, con salarios adecuados para que no sean “tentados” a
corromperse.
Y, toda vez que, de acuerdo a
las estadísticas, de 43 mil procesados solamente reciben sentencian 3 mil, y
por los delitos de homicidios en el 2017 quedaron presos 117 personas, pero en
el 2018 solamente 33, hay que fortalecer el Poder Judicial, con una base
presupuestal que no dependa del gobernador, que se le destine el 3% del
presupuesto del Estado, para su manejo autónomo, que no esté sujeto a a los
vaivenes ni caprichos del gobernador.
Finalmente, también ofreció
que se etiquete la partida destinada a la UABC, para que sea intocable y el
gobernador no la desvíe para otros usos, como lo ha hecho la actual
administración. Y así, con tantos “candados”, que el Ejecutivo sepa manejar
adecuadamente los recursos que queden.
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