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Este problema se debe a la agricultura intensiva, el cambio climático y los
plaguicidas
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Casi dos mil especies de abejas se encuentran en grave riesgo de extinción en
México, debido a la agricultura intensiva, el cambio climático y los
plaguicidas
Libertad,
Ciudad de México, Mayo 22 del 2019.-El Foro Consultivo, Científico
y Tecnológico (FCCyT) señaló que la especie europea no está en peligro de
extinción, porque hay muchas colmenas en granjas apicultoras dedicadas a la
producción de miel por todo el mundo.
Sin embargo, la situación de
las abejas silvestres es diferente, porque los cultivos exclusivos de maíz
representan enormes desiertos, pues se han eliminado las flores nativas con las
cuales se alimentaban.
Y es que hasta un 80% del
trabajo de las abejas consiste en polinizar flores y frutos, mientras que el
restante 20% lo utilizan para producir miel y veneno.
Aunque hay una gran variedad
de insectos polinizadores que se encargan de 90% de las flores, las abejas
sobresalen por su alta eficiencia, explicó Adriana Correa Benítez, experta de
la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de
México.
Pero el riesgo que corren las
abejas se extiende hasta la producción de alimentos, acentuó el FCCyT a través
de un comunicado.
De la variedad de productos
agrícolas para alimento humano, 75% depende de los polinizadores, como la
mayoría de las frutas, semillas y nueces, que proveen una mayor riqueza
nutrimental y son fuentes principales de vitaminas A, C y ácido fólico, entre
otros micronutrientes.
La polinización ocurre cuando
el polen se desplaza de los estambres (parte masculina de las plantas) hasta el
estigma (la parte femenina); si las flores son polinizadas se transforman en
frutos, o de lo contrario se marchitan.
Se estima que algunas plantas
requieren al 100% de la polinización para dar frutos, como cacao, vainilla,
melón, sandía, calabaza, calabacita y kiwi.
Pero pocos saben que los
polinizadores pueden ayudar a mejorar la calidad de los alimentos, aun cuando
estos no requieran ser polinizados para dar frutos, proporcionando mejor sabor,
olor, color o valor nutrimental, apuntó.
Correa Benítez dijo que los
estudios se han enfocado mucho en la abeja europea, “porque es la especie que
podemos cuantificar en colmenas”.
“Cuando ellas se mueren,
quiere decir que las abejas nativas que viven alrededor también lo hicieron y,
con ellas, hasta ahora no se puede cuantificar el daño”, manifestó la
especialista.
En México hay cerca de dos
millones de colmenas y más de 43 mil apicultores, según datos de la Secretaría
de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), ocupa el séptimo lugar como
productor de miel a nivel mundial y en los últimos cinco años se promedió una
producción anual de 57.9 mil toneladas, en tanto que el año pasado se obtuvo
una producción de 62.2 mil toneladas, la más alta en las últimas dos décadas.
Esto será a través del
Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y
en trabajo con las secretarias de Salud, Medio Ambiente y Recursos Naturales y
la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Con esa medida se busca
modernizar el marco regulatorio y la gestión de plaguicidas y, de manera
paralela, atender la Recomendación 82/2018 de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH) para restringir su uso. Notimex
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