Paga Predial fácil, y sin multas ni recargos

Paga Predial fácil, y sin multas ni recargos
XXIII Ayuntamiento de Tijuana

Periodismo y Sociedad Civil: ¿cómo podemos trabajar juntos? Relatoría


Por Miriam Ramírez

Libertad, Tijuana, B.C., Abril 16 del 2019.-La charla organizada por el Border Hub, una iniciativa del International Center For Journalists, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (por sus siglas en inglés, USAID), el Border Center for Journalists and Bloggers, en alianza con Iniciativa Sinaloa AC entre otros instituciones se llevó a cabo el viernes 29 de marzo, en la ciudad de Tijuana, Baja California. El panel estuvo integrado por las periodistas Rocío Gallegos, representante de la Red de Periodistas de Juárez y el portal digital La Verdad de Ciudad Juárez, Chihuahua; Priscila Cárdenas, periodista de investigación del portal digital Proyecto Puente de Sonora; el activista Francisco Martínez, de la organización Tierra Colectiva Ciudadanía Género y Medio Ambiente, de Baja California y Jorge Luis Sierra, director del Border Center for Journalists and Bloggers.
El periodismo y las organizaciones de la sociedad civil pueden trabajar juntos para empujar acciones que incidan en mejoras de políticas públicas y en el combate a la corrupción. Pero para esto es necesario que se prioricen los temas ciudadanos y se genere una relación basada en la confianza, coincidieron periodistas y activistas de la frontera norte de México que participaron en el panel "Periodismo y Sociedad Civil: ¿cómo podemos trabajar juntos?"
Los panelistas respondieron uno a uno a cinco preguntas planteadas por el moderador Silber Meza, director de Iniciativa Sinaloa, quien invitó a los participantes a reflexionar sobre los puntos de encuentro entre periodismo y  activismo, los casos de éxito en los que hayan colaborado ambos actores y qué puentes deben construirse para que la sociedad civil y el periodismo trabajen juntos.
Primero se definieron los puntos de encuentro y las diferencias entre el periodismo y el activismo. Coincidieron en que ambos grupos suelen estar identificados con el respeto a los derechos humanos, el  combate a la corrupción y ejercicio del contrapeso del poder, pero también advirtieron que hay grandes diferencias entre ambos y se debe guardar una distancia que permita mantener la independencia de cada uno.
"Hay situaciones y circunstancias en las que el periodista y el activista son un complemento. Cuando se busca tener una incidencia y un cambio, estoy convencida de que el periodismo puede provocar un cambio. Podemos trabajar pero sin perder cada uno nuestra propia diferencia", dijo la periodista Rocío Gallegos.
En su intervención, Jorge Luis Sierra mencionó que durante años el periodismo y el activismo han estado distanciados y afectados por una falta de comunicación. Detalló que las organizaciones de la sociedad civil acumulan más experiencia nacional e internacional que puede ser aprovechada por los periodistas.
"El periodista ve al activista como fuente de información y el activista ve a los periodistas como la caja de resonancia de la organización pero no hay un papel más allá de eso, no ha habido todavía una construcción de un encuentro en el que ambas partes puedan trabajar juntos", destacó.
Por su parte la periodista Priscila Cárdenas consideró que el periodismo no puede involucrarse tanto en una causa, como sí lo hace el activista, pues podría ponerse en riesgo el rigor periodístico, pero admitió que las dos actividades pueden complementarse porque el periodismo visibiliza una problemática y el activismo puede tomarla e incidir para lograr un cambio.
"Creo que no solamente basta con visibilizar las injusticias, corrupción, violaciones a derechos, también es importante que lo que generamos (periodistas) sirva de algo y ahí es donde podemos echarnos mano del activismo", externó.
Francisco Martínez consideró que es importante hacer una diferenciación en el trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil y cuáles de éstas realmente están capacitadas para incidir en políticas públicas o combate a la corrupción. Tan sólo en Baja California existen unas mil 352 organizaciones de la sociedad civil pero sólo un 36 por ciento se ha preparado profesionalmente y tiene la capacidad de realizar acciones de incidencia en políticas públicas. 

"Tenemos que tener la claridad de cuál es nuestro trabajo como activistas y cuál es el trabajo del periodista para tener claridad a la hora de que nos comuniquemos, esa claridad es la que nos va a ayudar a saber hacia dónde vamos", dijo.
La violencia, el narcotráfico, la represión desde el poder gubernamental y la corrupción fue el escenario generalizado de la frontera norte de México retratado por los panelistas.
Jorge Luis explicó que el narcotráfico y la corrupción en Tamaulipas han callado a la mayoría de los intentos de la sociedad organizada para la defensa de los Derechos Humanos. Las agresiones han alcanzado al periodismo y han convertido a la región en una zona de silencio. 
Recordó uno de los casos más significativos en Tamaulipas, el del periodista Arturo Solís Gómez, quien durante la época más álgida de la violencia entre cárteles en Reynosa, se convirtió en un activo defensor de los derechos humanos y creó el Centro de Estudios Fronterizos y de Promoción de los Derechos Humanos al mismo tiempo que realizaba su trabajo como corresponsal de La Jornada. En represión por su activismo, Solís Gómez fue secuestrado en tres ocasiones y esto debilitó su salud hasta que falleció.  
"La violencia, el narcotráfico y la corrupción estatal hizo que desaparecieran muchos de estos defensores y poco a poco llegaron a callar a la prensa. Esa es la situación actualmente, hay una zona de silencio. Para los periodistas de Estados Unidos es un reto porque no pueden entrar a México por temor a ser secuestrados, eso ha ocasionado que muchos periodistas de la frontera no tenga información sobre lo que sucede en Tamaulipas", contó.
En Sonora la represión desde los grupos de poder también ha alcanzado a las organizaciones de la sociedad civil. Priscila Cárdenas relató que algunas OSC y movimientos sociales han sido desarticuladas por el mismo gobierno cuando les resultan incomodas, como el caso de la Tribu Yaqui que se oponía a la construcción de un acueducto.
Contó que recientemente un grupo de periodistas creó la Red de Periodistas de Sonora pero, ésta se ha enfrentado a una fuerte agresión desde diversos grupos de poder que intentan desprestigiarla y desarticularla.
"Hace dos meses conformamos la Red de Periodistas Sonora con el fin de tener una ventanita a nivel nacional por la cual pudieran asomarse para ver la situación que está ocurriendo en nuestro estado; ahora tenemos una fuerte represión por parte del gobierno, en 11 años de trayectoria nunca me había tocado ver algo así", señaló. 
Francisco Martínez criticó que vaya en aumento la pérdida de credibilidad del activismo y del periodismo porque hay quienes lo utilizan como plataforma para obtener una cuota de poder en la política. Comentó que en Baja California urgen liderazgos que legitimen a las OSC, pues los casos de activistas que se pasan al poder político han contribuido a la pérdida de confianza de parte de la ciudadanía. Calificó como urgente unificar las agendas de las OSC y los periodistas y así lograr una convergencia que le apueste como prioridad a los temas ciudadanos.
"Nos faltan liderazgos donde tanto periodistas como activistas realmente se les vea como eso, no como activista que ahorita eres activista y mañana estás en el Congreso como candidato a diputado. Creo que eso en Baja California nos lastima mucho porque no tenemos referentes públicos que nos ayuden a legitimar las acciones", enfatizó. 
Por su parte, Rocío Gallegos coincidió en que ambos grupos están expuestos a situaciones que los corrompen y debilitan y en sentido contrario, quienes se resisten a esa corrupción se han convertido en víctimas de agresiones y asesinatos. Detalló que Chihuahua es una de las entidades más peligrosas para defensores y periodistas, en los últimos seis años han asesinado a 18 defensores y en su mayoría, los crímenes están impunes. 
"Tenemos coincidencias sobre todo cuando defendemos los derechos humanos y la libertad de expresión, pero hay situaciones que nos llegan a corromper a ambos sectores. Ese el gran desafío que tenemos como periodistas y como grupos de la sociedad civil, nuestra confianza, eso es lo que tendríamos que empezar a establecer cuestiones éticas", dijo Gallegos. 
Los retos y obstáculos para lograr una sinergia entre periodistas y organizaciones de la sociedad civil fue el tema del tercer bloque de participaciones. Durante este segmento, los panelistas coincidieron en que la confianza entre ambos sectores es primordial para lograr un trabajo en conjunto. Francisco Martínez consideró que al momento de establecer una alianza,  tanto las OSC como los periodistas deben ser transparentes en su información curricular y financiera. Al respecto, Jorge Luis Sierra señaló que para el periodismo es necesario volver a sus principios elementales y recuperar la agenda ciudadana como un actor principal en sus redacciones. Explicó también que no es posible vencer la corrupción si no existe un trabajo conjunto entre periodistas y activistas.
Jorge Luis compartió que al diseñarse el proyecto del Border Hub se pensó en cómo resolver el problema de la falta de impacto en las investigaciones periodísticas y se concluyó que una buena opción era introducir la alianza con las OSC para que sean éstas quienes concluyan las acciones de incidencia de una investigación periodística.   
"Cuando el periodista o la activista piensa en su historia e introduce ahí, desde la génesis del reportaje, cuál va a ser el punto en términos legales de qué va a demostrar, ese ya es el camino para las OSC, entonces el grupo de la OSC lo puede convertir en una propuesta de política pública, una denuncia penal, una denuncia civil", explicó. 
En la recta final de la charla, a los panelistas se les pidió compartir un caso exitoso de colaboración entre periodismo de investigación y sociedad civil. En la intervención destacaron las experiencias de Priscila Cárdenas y Jorge Luis Sierra quienes contaron cómo lograron investigaciones con una fuerte incidencia política, luego de colaborar con la sociedad civil durante la construcción de sus investigaciones. 
La periodista sonorense relató cómo elaboró un reportaje sobre el derrame tóxico que vertió una mina del Grupo México en Cananea, Sonora. Contó que durante meses indagó en el tema y solicitó información pública que le fue negada hasta que coincidió con la organización civil Poder, la cual se especializa en exigir transparencia y rendición de cuentas a empresas que dañan el medio ambiente en América Latina. 
"Este organismo me entregó su expediente y fue parte fundamental de mi investigación. Muchos de los temas que yo investigo me llegan a través de lo que la misma gente me manda mensajes privados de Twitter, muchos de los temas han sido gracias a que las mismas personas son las que se te acercan y te señalan, son ellos mismos quienes colaboran y exigen con un interés genuino", comentó. 
Por su parte, Jorge Luis compartió su experiencia en un proyecto de investigación en Panamá que recogía denuncias ciudadanas en temas de seguridad pública y narcotráfico. 
Explicó que a través de una página web se recogían las denuncias ciudadanas anónimas, luego los integrantes del proyecto preinvestigaban las denuncias y le daban forma con una metodología periodística para finalmente entregarlas a un grupo de medios de comunicación que terminaban de elaborar la pieza periodística y la publicaban. 
"Esto tuvo varios impactos tangibles. Por ejemplo contamos la historia de cómo un puente estaba controlado por una pandilla que evitaba el paso libre, logramos que las cámaras de vigilancia se arreglaran e iluminaron el puente", relató. 
La última pregunta expuesta a los panelistas fue sobre el Sistema Anticorrupción en México y cómo aprovecharlo para las alianzas entre sociedad civil y periodismo, planteamiento ante el cual los panelistas coincidieron en la deslegitimización y los grandes retos que enfrentan los sistemas locales en cada entidad representada en la charla.
Francisco Martínez de la organización civil Tierra Colectiva señaló que habría que empezar por conocer el sistema y socializar sus alcances y los órganos que lo integran pues tanto entre periodistas como activistas la mayoría desconocen su funcionamiento. Además criticó que hasta el momento el Sistema Anticorrupción carece de la confianza de la ciudadanía pues no ha presentado evidencias de su trabajo contra funcionarios o instituciones corruptas.
"Qué sentido tiene querer aprovechar un Sistema Anticorrupción deslegitimado socialmente. Hay dos cosas con las que se tiene legitimar con evidencia y con hechos, actualmente no ha tocado a ninguna autoridad pública", dijo. 
Martínez también urgió a los periodistas y activistas presentes poner atención en la selección del fiscal anticorrupción en Baja California y dar un seguimiento puntual al sistema local que opera en uno de los estados con más corrupción.
En el mismo sentido Jorge Luis señaló que los sistemas locales anticorrupción enfrentan grandes retos ante la impunidad que prevalece en casos de corrupción, lo incipiente del sistema y la falta de recursos necesarios para su funcionamiento. Sin embargo consideró que los Consejos de Participación Ciudadana son una oportunidad para estrechar alianzas con los organismos de la sociedad civil y periodistas. Si bien, algunos consejeros de los CPC han sido cuotas de poder impuestos por grupos políticos, Jorge Luis mencionó que también hay consejeros íntegros y legítimos con los que la sociedad civil puede formar alianzas.
En la ronda final de preguntas el público asistente manifestó gran interés en cómo combatir la corrupción de periodistas y activistas que se involucran con grupos de poder, el poder que tienen los medios de comunicación y cómo lo ejercen y el activismo y periodismo en el ámbito digital y de redes sociales. 
Al respecto, la periodista chihuahuense, Rocío Gallegos, reconoció que uno de los problemas del periodismo es su cercanía con el poder político, lo que ha permitido que la agenda periodística se aleje de los intereses ciudadanos, por lo que consideró que el gran reto es recuperar la confianza de la ciudadanía abrazando sus preocupaciones.
Jorge Luis coincidió en la urgencia de que el periodismo regrese a sus principios básicos a través de una agenda ciudadana que pueda empatar con la agenda de la sociedad civil organizada.
Respecto a la relación del periodismo y el activismo con las redes sociales, Priscila Cárdenas recomendó a los asistentes no perder el rigor del trabajo periodístico en el intento de obtener más likes y seguidores. "No debemos permitir que se pierda la importancia de hacer con rigor nuestro trabajo periodístico y no olvidar que nuestro objetivo es el de informar y no el de ganar más likes.
Francisco Martínez afirmó que la alianza entre periodismo y sociedad civil es posible, y lo resumió en una frase: "cuando los funcionarios nos ven juntos a la sociedad civil y al periodismo, tiemblan".

Comentarios