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Se realizó el “Foro de análisis y reflexión del papel de la mujer en las
relaciones laborales”, como parte del Día Internacional de la Mujer 2019
Libertad,
Ciudad de México, Marzo 07 del 2019.-Los esfuerzos por alcanzar y
lograr el respeto a los derechos de las mujeres es trascendental y cada sector
debe asumir su responsabilidad, a fin de alcanzar la justicia y el desarrollo
en su vida laboral, aseguró la presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas,
Irma Juan Carlos.
Al participar en el “Foro de
análisis y reflexión del papel de la mujer en las relaciones laborales”, como
parte del Día Internacional de la Mujer 2019, aseguró que ser indígena y mujer
no es fácil.
“Si para una mujer es
difícil alcanzar la justicia, el desarrollo o lograr una vida plena, para una
indígena es peor. Es más difícil y es parte de las tareas que tenemos que
trabajar y, es poco lo que se hace para lograr el respeto a la mujer indígena,
el cual en los pueblos es nulo”, apuntó.
En el evento, organizado por
el Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Diputados, la legisladora dijo que
se necesita conocer los avances que en materia de inclusión se han hecho en
nuestro país para que las mujeres tengan acceso a una vida digna.
“Los esfuerzos que se hagan
pueden lograr el respeto de los derechos de la mujer” subrayó.
Insistió en la necesidad de
visibilizar a la mujer indígena en actividades productivas, “porque la mujer en
los pueblos está para casarse, para mantener a los hijos y cuidar al marido; no
está para estudiar o para desarrollarse. No se puede pensar que una mujer
indígena pueda acceder a algo más que una familia”, lamentó.
Beatriz Santamaría Monjaraz,
coordinadora de la Unidad de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados,
aseveró que el ejercicio de los derechos humanos es una garantía que debe ser
hilo conductor para acceder a la igualdad y no discriminación, en especial de
las mujeres.
Planteó la necesidad de
impulsar una cultura institucional de igualdad en las diversas dependencias
públicas, que rompa la normalización de la discriminación para “generar un
clima laboral en condiciones de equidad”.
Los retos de la Unidad de
Igualdad de Género son impulsar programas de capacitación y especialización al
personal de todas las unidades administrativas de San Lázaro e incorporar la
perspectiva de paridad y no discriminación en los procesos de reclutamiento,
selección, movilidad, capacitación, profesionalización y garantizar la igualdad
laboral.
Implementar acciones para
prevenir y atender la violencia contra las mujeres, en especial el acoso y
hostigamiento sexual, cuyos protocolos ya están listos para aplicarse, además
de promover un lenguaje incluyente no sexista que evite la discriminación,
mediante un código de ética que transforme la cultura institucional.
Destacó la importancia de la
participación sindical para llegar a una vida libre de violencia en favor de
las mujeres, porque un desafío es asegurar que tengan acceso a oportunidades
reales de desarrollo, a través de la redistribución de actividades domésticas
en el hogar y se les reconozca su capacidad de decisión y mando, como derechos
y no concesiones al desempeñar actividades laborales.
Propuso trabajar todos los
días y no sólo en una fecha conmemorativa por el respeto de sus derechos
incluidos en un marco jurídico mexicano, por primera vez armonizado con los
tratados y acuerdos internacionales.
Sin embargo, sostuvo que
prevalece amplia brecha entre la implementación de las políticas públicas en
favor de las mujeres para que accedan a oportunidades integrales, que debe
reducirse, porque en ellas recae una triple carga de trabajo, y el 35 por
ciento de 15 a 29 años, no estudia, ni labora fuera de casa y tampoco se
capacita, no ejercen todos sus derechos y solo se centran en la crianza de los
hijos y cuidado de la familia.
Jesús Salvador Aguilar,
secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Diputados,
afirmó que el marco jurídico existente respalda a las mujeres al alentar la
igualdad con los hombres y a una vida libre de violencia; sin embargo, “falta mucho
por avanzar. Los varones tenemos que caminar de la mano con ellas para defender
sus derechos y alcanzar la igualdad”.
Destacó el avance de las
mujeres rompiendo barreras y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales,
económicas y políticas en el marco de la conmemoración del Día Internacional de
la Mujer, para seguir luchando en favor de la igualdad, justica, paz y
desarrollo.
Externó su orgullo por
representar a más de 750 trabajadoras integrantes de este sindicato, cuya gran
calidad moral se plasma en su quehacer cotidiano.
Marina Solís Muñoz,
secretaria de Acción Femenil del organismo sindical, se pronunció por el
empoderamiento de las mujeres y niñas. Propuso enfoques integrales para que
tengan protección social, servicios públicos e infraestructura.
“Es crucial impulsar
estrategias innovadoras que rompan y eliminen las barreras estructurales para
garantizar que ninguna se quede atrás”. Resaltó la importancia de que, por
primera vez, el Palacio Legislativo de San Lázaro cuente con 21 diputadas que
son presidentas de comisiones.
Por su parte, René López
Pérez, representante de Género y Desarrollo, A. C. (Gendes) reconoció que la
idea de que algo está cambiando cada vez es más fuerte. Estos cambios implican
que se reduce la brecha en el nivel de estudios entre hombres y mujeres” explicó.
Abundó que el rol de las
mujeres en los nuevos tiempos se ha modificado, y con más frecuencia se
convierten en las jefas y principales proveedoras del hogar.
Recordó que en el 2015 el 29
por ciento de los hogares estaban conformados por jefas de familia.
Sin embargo, pese a la
existencia de un ligero incremento en la participación de los hombres en el
trabajo doméstico, las mujeres aportan más del triple en esta labor.
Aseguró que “si queremos
lograr la igualdad de género tenemos que empezar a trabajar con los hombres y
desterrar su papel de machos. Erradicar ese tipo de pensamientos que se
inculcaron en la familia y en nuestra cultura. Que los hombres se involucren e
impulsen relaciones de igualdad”, reiteró
Necesitamos, agregó,
políticas públicas específicas para “que reflexionemos que hay otras maneras de
ser hombre mucho más satisfactorias, para nosotros mismos y para las personas
que están a nuestro lado y que decimos que amamos”, concluyó.
Luz Olivia Domínguez Prieto,
jefa de posgrado en Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología
e Historia, refirió que la participación femenina en el mercado laboral de
México pasó de 17.6 a 43.2 por ciento de la década de los setenta a 2017.
No obstante, prevalece la
falta de regulación en maquiladoras y fábricas de ropa y componentes
electrónicos que contratan a mujeres y menores de edad. La desigualdad propicia
que ellas ganen en promedio 20 por ciento menos que los hombres por el mismo
trabajo, y en general sufran falta de oportunidades.
Refirió que la incorporación
femenina en los sindicatos mexicanos tuvo auge a partir de los años setenta y
desde el Movimiento de 68 en los gremios universitarios.
Se pronunció por cambiar los
patrones culturales para enfrentar los retos que plantean la desigualdad y
discriminación, mediante acciones con perspectiva de género, en las prácticas y
no solo en los discursos; reasignación de tareas domésticas para aligerar la
carga de trabajo que tienen las mujeres, hasta con tres jornadas al día y mayor
acceso a espacios de representación para construir la equidad.
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