Exhortan a la ASF y al Congreso de la Unión sancionar a responsables de daños patrimoniales de auténticos pescadores
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Propuesta de punto de acuerdo presentada por el diputado Héctor Mares Cossío
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Por negligencia, o corrupción, se levantó un padrón de beneficiarios de un
programa de compensación social, inscribiendo a personas que no se dedican a la
pesca
Libertad,
Mexicali, B.C., Febrero 28 del 2019.-En Sesión Ordinaria del
Congreso local, el diputado Héctor Ireneo Mares Cossío propuso un punto de
acuerdo, con el fin de pedir al titular de la Auditoría Superior de la
Federación y al H. Congreso de la Unión, que se sancione a los responsables de
daños patrimoniales de auténticos pescadores, mediante el mal manejo de un
programa de compensación social.
El punto de acuerdo
económico lo presentó en lo personal, y en representación del Grupo
Parlamentario MORENA, así como integrante de la Comisión de Agricultura,
Ganadería, Asuntos Portuarios y Pesca del Congreso del Estado.
Luego de exponer que, por
negligencia, o corrupción, se elaboró un padrón de personas que no se dedican a
la pesca, para que fueran beneficiarios de programas de compensación social, el
diputado Héctor Mares solicitó investigar y darle seguimiento puntual al caso,
y se tomen las acciones legales para aplicar las sanciones correspondientes a
los responsables.
La deficiente forma en que
se levantaron los padrones de beneficiarios por la suspensión temporal de la
pesca en el Alto Golfo de California y el Delta del Río Colorado, derivó en daño
patrimonial a los verdaderos pescadores, afectados en el pago de su
compensación, que nunca les llegó, porque se desviaron a otras personas.
Mares Cossío explicó que en
abril de 2015 la administración anterior del Gobierno Federal implementó un
plan de protección de fauna marina, principalmente el denominado Programa de
Compensación para la Conservación de la Vaquita Marina, que tendría una
duración de dos años, toda vez que esa especie se encontraba en peligro de
extinción.
Según los expertos de la
materia, en enero de 2015 había 97 vaquitas marinas, pero a finales del mismo
año el Comité Internacional de Protección de la Vaquita Marina consideró que ya
nada más quedaban 57, por lo que se consideró que el programa mencionado no
estaba cumpliendo sus objetivos.
La causa: seguía dándose la
pesca furtiva de la totoaba con la consiguiente muerte de las vaquitas marinas
atrapadas en las redes de su pesca, de tal forma que, se dice, sólo quedan 15
ejemplares.
Por eso, en abril de 2015 se
publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo para la suspensión
temporal de dos años del uso de redes de enmalle, cimbras o palangres en la
pesca comercial con embarcaciones menores, en la zona de reserva de la biosfera
del Alto Golfo de California y Delta del Rio Colorado.
Para implementar su
cumplimiento, y considerando la afectación que esa prohibición causaría en la
economía de los pescadores de la zona, al impedírseles realizar su principal
actividad de subsistencia, se creó un programa que incluyó a 2,699 pescadores y
permisionarios, en el que se invertirían 540 millones de pesos anuales; en
total, 1,080 millones de pesos en dos años.
El problema fue que se
manipuló el padrón, y afectaron a pescadores del puerto de San Felipe, en Baja
California, y a otros del vecino estado de Sonora.
Desde un principio se
denunció que hubo manipulación al elaborar ese padrón de pescadores que
recibirían la compensación federal, pues permisionarios incluyeron
maliciosamente a familiares y amigos que no se dedicaban efectivamente a la
pesca, dejando fuera a muchos verdaderos pescadores, además de que no se
incluyó a pescadores independientes, que subsisten de esa actividad.
A pesar de sus múltiples
protestas y denuncias, esas irregularidades nunca fueron corregidas por las
autoridades, y se siguió compensando injustamente a muchas personas ajenas a
esa actividad, afectando también a la etnia Cucapá, nativa de esta región, la
cual practica desde tiempos ancestrales la pesca.
Ese gran fraude ya ha sido
puesto al descubierto por el nuevo Gobierno de la República, en su lucha
permanente contra la corrupción, pues precisamente el pasado día sábado 23 de
febrero apareció en los diversos medios de información nacionales que la
Auditoria Superior de la Federación encontró múltiples irregularidades por un
monto de 7 millones 228 mil pesos.
Eso es solo la punta de la
madeja; en su momento se pagaron indebidamente a personas fallecidas, así como
a gente que no vive en la zona de pesca, y a habitantes de las comunidades que
ni siquiera tienen permisos de pesca, así como se encontró la existencia de
apoyos duplicados, entre otras irregularidades.
Se incluyó a muchas personas
que no rindieron sus informes bimestrales, ni presentaron sus comprobantes de
domicilio, por lo que resultaban inelegibles para el beneficio, conforme a las
normas establecidas del “Programa de Recuperación y Repoblación de Especies en
Riesgo” (PROCER), en su apartado de “Compensación Social”, por la Suspensión
Temporal de Pesca.
Ante esa situación, ya
evidenciada de tremenda inequidad, por casi cuatro años, que generó el
empobrecimiento de muchos pescadores y sus familias, el diputado Héctor Mares
Cossío pidió a sus homólogos interceder en este reclamo de justicia, para que
se elabore un nuevo padrón de beneficiarios que corresponda a la realidad.
Sobre todo, agregó, que con
base al nuevo padrón sean compensados en la forma que legalmente les
corresponde, y que se tomen todas las acciones legales para sancionar
severamente a aquellos que se condujeron en forma corrupta y fraudulenta en
contra de los recursos del erario federal, destinados al fin mencionado, tanto
autoridades como particulares.
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