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Combinar la fuerza de la juventud con la experiencia de las personas maduras es
bueno, pero en los cargos públicos ya se requieren caras nuevas, con respaldo
de los experimentados, apuntó
Libertad,
Tijuana, B.C., Febrero 15 del 2019.-Sobre la base de la
oportunidad que le han dado, sus amigos y el Partido Acción Nacional, el
precandidato a diputado por el Distrito 7, Luis Enrique de Alba Montoya envió
un mensaje a los panistas de su territorio apoyando el abrir más oportunidades
para los jóvenes.
En su caso, comentó, se
combinan juventud y experiencia, pues tiene 43 años de edad, y desde hace más
de 20 años que ha trabajado en las campañas internas y abiertas del PAN,
apoyando a los candidatos que el partido postula, y desde hace 16 años viene
desempeñándose en diversos cargos públicos.
Todo eso, observó, le
permite contar con la experiencia del servicio a las personas que más lo
necesitan, estar en contacto cercano con la militancia, prepararse
académicamente y en la práctica, para contar ahora con los méritos que requiere
para postularse a candidato a diputado.
El 3 de marzo, señaló, puede
ser el principio de un largo camino por recorrer para abrirles a los jóvenes
más oportunidades de sobresalir, de aspirar también a cargos públicos, incluso
de elección popular.
“Combinar la fuerza de la
juventud con la experiencia de las personas maduras es bueno, pero en las
representaciones populares ya se requieren caras nuevas, por supuesto, con
respaldo de los experimentados”, explicó Luis Enrique Montoya, señalando que por
eso se hace acompañar en su fórmula por el experimentado luchador social
Margarito Bañuelos González.
No deja de lado tampoco que
cuenta con un equipo de apoyo experimentado en las materias legislativas, y que
le ayudarán también en las responsabilidades de fiscalizador, en caso de ganar
la candidatura y luego la diputación.
Sin embargo, indicó, está
convencido de que los diputados, como seres humanos, de carne y hueso, emanados
de la sociedad en la que vivimos, nunca deben olvidar sus orígenes, y, sobre todo,
que se convierten en servidores públicos, y si ganan y sirven es por y para los
ciudadanos en general.
Al hablar de orígenes,
acotó, se refiere a que surgen del pueblo y deben servir al pueblo, pero
tampoco olvidar al partido del que emanan; y, sí, está convencido de que, al
asumir un puesto de elección popular, deben trabajar para todos, sin distingos
de partidos ni de siglas, credo o condición social.
Lo más grave, concluyó, es
que algunos que han ocupado un cargo público llegaron a olvidarse tanto de la
ciudadanía en general, como de los militantes de su propio partido, y eso no es
ético, ni justo. Por eso, se ofrece como una opción distinta para representar a
los panistas en el Distrito 7.
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