* Tiene
la CROC un estilo de sindicalismo de avanzada; por eso no le tememos al cambio,
dijo el dirigente croquista local
José Ángel
Inzunza Mendoza
Tijuana, 29
de noviembre de 2018.- Ante el inminente cambio de Presidente de la República
este sábado primero de diciembre, la CROC a nivel nacional está lista para
dialogar con Andrés Manuel López Obrador, y, por ende, no confrontarlo, sino
adaptarse a la nueva política de la llamada “cuarta transformación”.
Así lo estableció el secretario general de la
CROC en Tijuana, Jesús Javier Merino Duarte, quien destacó que no le temen al
cambio, pues ya tienen años de emprender un estilo de sindicalismo de avanzada.
En ese sentido, prosiguió, se da un
acercamiento muy estrecho con los trabajadores y, éstos participan tanto en la
elección de sus representantes sindicales, como en la redacción y firma de los
contratos colectivos de trabajo con las empresas.
A su vez, los sindicatos de la CROC buscan
todos los mecanismos y programas que sean necesarios para apoyar más a los
trabajadores, mejorando su calidad de vida, y cuidando sus fuentes de trabajo,
con negociaciones ante las empresas que, si bien benefician a los empleados, no
asfixian a la industria o negocio que da el empleo.
Javier Merino explicó que siempre han sido
institucionales, nunca han estado en contra de ningún Presidente de la
República en turno, sea del partido que sea (hay que recordar que antes de Enrique
Peña Nieto hubo dos Presidentes panistas), pues la esencia de los sindicatos es
ver primero por los trabajadores y cuidar las inversiones que llegan a generar empleos.
Por eso, con la disposición que siempre han
tenido de trabajar en conjunto con los nuevos gobiernos, están solicitando audiencia
con López Obrador para presentarle los programas de trabajo de la CROC, de un
sindicalismo del Siglo XXI, y que nunca han pretendido causarle problemas al
mandatario en turno.
Asimismo, trabajarán juntamente con el que será
delegado de López Obrador en Baja California, Jaime Bonilla Valdez.
Merino Duarte dijo estar enterado de que en el
interior del país el salario mínimo general será de 120 pesos diarios, en tanto
que, recordó, el compromiso de López Obrador para toda la frontera norte, y
especialmente para Baja California, fue bajar el IVA y el ISR, decretar el
régimen de Zona Libre, y aumentar al doble los salarios de los trabajadores.
“Si se diera el caso de que no cumpliera con lo
de aumentar al doble el salario en la frontera, pues dependerá de él, pero
nosotros, en las negociaciones con las empresas, pues vamos a negociar para que
al menos se equipare el mínimo a 120 pesos, como en el resto del país”.
“Tampoco podemos hacer un salario
inflacionario, que no alcanzara, pues subirían las rentas, los costos de las
casas de Infonavit, y otras cosas más que se manejan con los salarios mínimos;
lo que queremos es que los ingresos de los trabajadores sean reales”.
“De hecho, en Baja California no conocemos los
salarios mínimos desde hace tiempo, y si llegara a subir al doble, lo tendríamos
que ajustar para que el poder adquisitivo de los trabajadores no baje”, explicó
sobre uno de los tópicos a dialogar con el Presidente entrante.
En ese contexto, el dirigente de la CROC en
Tijuana hizo la observación de que la idea de López Obrador, de aumentar los
salarios para mejorar la economía interna del país, ha sido un clamor de todos
los mexicanos en general. Recordó que los porcentajes de alza salarial eran de
alrededor de 3 o 4% y nunca alcanzaban a cubrir la canasta básica.
Sin embargo, advirtió que debe cuidarse los
impactos inflacionarios para que no huyan las empresas, ya que el 70 u 80% de
las inversiones en México son extranjeras, y se pondrían en riesgo desde 15 a
30 millones de empleos.
Por lo que toca a la política de López Obrador,
de estar en contra del “charrismo” sindical, Javier Merino reiteró que están
totalmente de acuerdo, pues los sindicatos se deben a los trabajadores y deben
trabajar con ellos. En ese sentido, concluyó, los sindicatos de la CROC no
tienen miedo, porque hace mucho que se adelantaron a practicar un sindicalismo
auténtico y de avanzada.
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