* Son
quienes autorizan nuevos permisos, placas y las invasiones de rutas, acusa el
representante del Frente Transportista de Tijuana
José
Ángel Inzunza Mendoza
Con un análisis mesurado de la problemática
del transporte público, el presidente del Frente Transportista de Tijuana,
Gabriel Lemus Torres pudo expresar con toda seguridad que “el gobierno es el
culpable del desorden”, pues observó que “son quienes autorizan nuevos
permisos, placas y las invasiones de rutas”.
En ese contexto, aunque calificó la ejecución
del proyecto del SITT (Sistema Integral del Transporte de Tijuana) como
“adelantado”, porque no se esperó la autoridad a contar con el sistema de pago
con tarjetas, el cableado digital, cámaras y adecuaciones de las estaciones y
paraderos, avaló que se añadan unidades de transporte, como por ejemplo los
taxis tipo “urban”, a las rutas alimentadoras.
El problema es que prevalece el caos, y es
una “bomba de tiempo” que urge “desactivar”, mediante que el Secretario de
Movilidad Urbana, Daniel Eduardo Rivera Basulto, establezca una agenda de
acciones a cumplirse puntualmente, advirtió Gabriel Lemus.
Por ejemplo, señaló, si se sacan de
circulación todos los taxis “clonados” y las unidades de transporte público que
circulan sin placas y sin permisos, serían aproximadamente 2500 o 3 mil que
dejarían de ser una competencia desleal y un obstáculo al reordenamiento
urbano, así como un “respiro” a las demandas de ajustes a las tarifas.
En ese sentido, lamentó que esperaron mucho
tiempo, casi dos años, para que se creara la Secretaría de Movilidad Urbana y
se nombrara a su titular, y ahora, con el Segundo Informe de Gobierno y la
glosa que se hará del mismo, la atención a las demandas del sector transporte,
y de la misma sociedad en ese tema, se va aplazando más.
De no dárseles una solución pronta, o por lo
menos establecer una agenda y cumplirla en sus tiempos, advierte el
representante de los transportistas y trabajadores del volante, que podrían
irse de nuevo a lo que antes les funcionaba: las manifestaciones, paro de
servicio y plantones.
En cuanto al mecanismo de plebiscito para
analizar y, en su caso, aprobar o desaprobar aumentos a las tarifas del
transporte público, Gabriel Lemus dijo estar en contra, y que se siga
estableciendo esos ajustes de la manera tradicional, mediante el Consejo
Municipal del Transporte, donde también hay representación de la sociedad
organizada.
“Obviamente nadie estará de acuerdo con
aumentos a las tarifas, pero habría que evaluar los costos de las unidades (la
mayoría ya nuevas o de modelos recientes), el mantenimiento, refacciones y los
combustibles; pero todo eso podría aligerarse si combaten la circulación de
unidades “clonadas”, “piratas”, y se cumpliera al fin con el reordenamiento de
las rutas, porque sobran transportes en la mayoría de ellas, hay invasiones
permitidas por la propia autoridad”, explicó.
Ante ese panorama caótico, observó también
que es injusto que se sancione a quienes crucen por los carriles confinados al
SITT, ya que “estrangulan” las vialidades y generan congestionamientos, pero
además, no está funcionando la Ruta Troncal y sus alimentadoras como debiera
ser. Aunque la autoridad ya presuma que el SITT funciona en un 80%, la realidad
es que no funciona ni en un 30%, apuntó.
Por consiguiente, también urgió a que se haga
todo lo que sea necesario para operar el SITT como se tenía proyectado: sacando
de circulación 1200 unidades del masivo (paulatina y progresivamente), las
cuales sean “chatarrizadas”, y se integren todas las empresas del masivo, así
como otras modalidades de transporte al SITT, ya sea en rutas alimentadoras.
Hasta el momento, sin
embargo, ninguno de esos objetivos se está cumpliendo, concretó.
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