Libertad,
Playas de Rosarito, B.C., Junio 07 del 2018.-Un nuevo hecho de
aparente corrupción afloró en esta ciudad, cuando agentes uniformados
atendieron aparentemente otro caso de riña familiar, pero que se salió de
control al poner en evidencia una serie de situaciones irregulares en el actuar
de la Policía Municipal.
Una jovencita menor de edad,
empezó a ser golpeada por su padrastro cuando se encontraba en estado de
ebriedad al verse involucrada también la pareja sentimental del golpeador
sujeto, lo que obligó a la muchacha a salir despavorida del domicilio en la
zona centro de Rosarito.
Al dar con una patrulla de
la Policía Municipal confiada les denunció lo que ocurría al mostrarse aun
alterada por los golpes recibidos, más grande fue su decepción cuando los
uniformados lejos de atenderla empezaron a burlarse al hacer comentarios en las
que le restaban credibilidad a la muchacha.
Por este motivo la jovencita
optó por buscar apoyo en otro lugar hasta que al sitio arribó otra unidad y
donde los oficiales con mejores modos se hicieron cargo del caso al brindarle
la ayuda necesaria y trasladar a la menor de edad a un lugar seguro.
Tal situación se complicó aún
más cuando la jovencita comenzó a registrar lo que le sucedía con su teléfono
celular al señalar al golpeador sujeto de nombre Juan Francisco Rodríguez Solís
de 36 años de edad, como una persona violenta con antecedentes y quien al
parecer es protegido por la misma policía en las actividades ilícitas a las que
se dedica este violento sujeto.
El malestar de la
denunciante fue en aumento al enterarse de la versión oficial emitida por la
Dirección de Seguridad Pública Municipal en su parte informativo de los hechos
más relevantes y donde consigna el hecho como una riña familiar entre personas
bajo los efectos de bebidas embriagantes.
Esto al asegurar la menor agredida
que ella no tiene el hábito de la bebida, al insistir que ella solo llegaba de
visita para ver a sus familiares, cuando quienes bebían eran precisamente
quienes la agredieron a golpes.
La denunciante directamente
señala al Oficial Supervisor Manuel Ortega, quien lejos de atender el caso de
manera profesional se prestó a favorecer la versión de los agresores y a restar
credibilidad a la versión de la muchacha golpeada.
Por estas anomalías
evidentes se buscó la versión oficial del Director de la Policía Municipal, el
teniente de Corbeta Adrián Hernández Pérez en varias ocasiones, pero no atendió
las llamadas y peticiones para conocer su versión en este caso.
Así las cosas, son varios
los señalamientos que acumulan los cuadros de mandos encargados de brindar la
seguridad a la comunidad Rosaritense, mientras las quejas en contra de los
malos elementos se acumulan son que ni la Sindicatura, el Cabildo de la Ciudad
o la misma Presidencia Municipal se digne siquiera en tomar el caso de la
muchacha agredida a golpes y re-victimizada por los mismos uniformados, al
parecer más ocupados en proteger a delincuentes en un clima de impunidad
agobiante en Playas de Rosarito.
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