Libertad, Playas de
Rosarito, B.C., Mayo 18 del 2018.-La construcción apurada de
una enorme planta desaladora y en los términos que la quiere el gobernador
Francisco Vega de Lamadrid, contrastan con los enormes rezagos en muchas otras
áreas que van desde la inseguridad, la contaminación y la falta de
infraestructura urbana.
Así lo plantea don Bernabé
Hernández Armas, un antiguo residente de Rosarito quien fue invitado al Tercer
Congreso de Historia de Rosarito, para compartir sus experiencias en las luchas
que dieron forma y favorecieron el surgimiento del Quinto Municipio en Baja
California.
“Hay mucha colonias sin
seguridad, sin servicios, los jóvenes en adicciones y una gran contaminación
del suelo por aguas negras arrojadas desde Tijuana a Rosarito, por lo que
difícilmente la nueva planta desaladora que se pretende va a resolver estos rezagos”,
comentó.
Esto ante el antecedente que
ya se tuvo de una planta desaladora que operó en esta misma zona hace 30 años y
que generó severos trastornos ambientales al arrojar directamente al mar gran
cantidad de químicos, solventes, ácidos y sosa caustica, lo que obligó
finalmente a cerrarla.
Hernández Armas dijo tener
conocimiento de este plan de construir dicha desaladora, desde hace diez años
cuando tampoco han sido la panacea a la falta de agua en el vecino país.
Pero que fue hasta que llegó
Francisco Vega al gobierno, quien ha hecho todo para favorecer estas costosas
inversiones, incluso el crear la figura de las inversiones público-privadas o
APP´s por lo que existe gran preocupación sobre las repercusiones de esta obra.
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