Libertad,
Playas de Rosarito, B.C., Abril 21 del 2018.-Aún no está lejana la
época cuando en Rosarito deambulaban dos o tres menesterosos por sus calles y
las personas prácticamente las adoptaban; pero hoy su número de ha multiplicado y constituyen un
problema complejo y creciente.
Así lo plantean los mismos
vecinos del Centro de Rosarito a la quejarse tanto de imagen de ciudad como de
salud y sus implicaciones con la seguridad pública.
El investigador social
Hilario Martín Orta, quien elaboró un estudio sobre este problema, concluye que
a falta de recursos para atender este problema, urge la participación de todos
e innovar antes de que este fenómeno se salga de control.
El gobierno municipal dijo
que se tiene un registro de al menos 200 indigentes a quienes se busca apoyar
de manera directa, pero comerciantes y locatarios aseguran que son muchos más
los que entran en este padrón flotante, al ser engrosado todos los días por los
extranjeros, los migrantes, los adictos y los que ya quedaron afectados de sus
facultades mentales, comentan.
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