Gerardo
Díaz Valles
Rosarito.- Manifestantes y
vecinos de una enorme planta desaladora en sus patios traseros, manifestaron a
la alcaldesa Mirna Rincón Vargas, que no se olvide de quienes la encumbraron en
la presidencia al pedir analizar mejor la conveniencia o no de permitir la
construcción de esta obra.
Lo anterior al tener en antecedente de la
primer planta desaladora para uso industrial que se construyó en esa misma zona
durante la década de los setentas por parte de la Comisión Federal de
Electricidad, pero que por problemas de contaminación causados al medio
ambiente y al nicho marino, fue necesario desactivar su operación.
En forma preliminar, la primera alcaldesa de
Rosarito les dijo que como ex diputada federal, como ex director del Seguro
Popular y como madre de familia antes que presidenta, tiene muy claro que se
debe de preservar el cuidado de la salud y el medio ambiente antes que nada.
Enrique del Razo, directamente cuestionó a la
presidenta municipal sobre qué es lo que hará para no dejarse presionar de
parte del Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, a lo que la Jefa
de la Comuna dijo en tono serio “ya veremos entonces qué es lo que haremos”.
Juan Loperena por su parte condenó el atropello
a la dignidad de los Rosaritenses, a la autonomía del Gobierno Municipal y a la
propia Constitución que consagra el derecho al libre tránsito y a la libertad
de expresión, por lo que pidió a la presidenta municipal que no deje de apoyar
a la gente de casa en esta sentida demanda.
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