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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

Padres y madres de familia piden justicia expedita en juzgados familiares


Octavio Fabela Ballinas
Tijuana.- Tramites lentos en exceso y la posible manipulación dolosa de los asuntos que se ventilan en los juzgados familiares fueron denunciados por tres parejas afuera del edificio judicial, dónde reclaman el bienestar de sus menores hijos.
Ante la negativa de sus parejas para que haya una buena relación, exigen también reformas a las leyes con el propósito de que no se dañe el desarrollo personal de los niños.
Es importante destacar que con la convocatoria de Gabriel Medina Arreguín, para que sus amigos, familiares y todos los ciudadanos que quisieran apoyarlo en una manifestación frente a los juzgados civiles, otras dos personas que tienen el mismo problema se hicieron presentes y dieron a conocer la situación en la que se encuentran sus casos.
El principal problema es la dificultad para ver a sus hijitos
que, por la separación de la pareja, se encuentran con posibilidades de afectación psicológica.
Medina Arreguín explicó que luego que decidieron separarse, unos meses después él acudió al juzgado para tramitar su divorcio; sin embargo, al presentarse su pareja, lo acusó de violencia doméstica y hasta lo señaló de ser un peligro para ella y su hijito, el cual hoy tiene 2 años y medio.
Su mayor molestia es porque la juez creyó todo lo dicho por su ex pareja, pero nunca le pidió pruebas de su dicho; aunque
revela que los envió para que se hicieran estudios psicológicos, resultados que a él nunca se los mostraron ni le informaron cuáles eran.
Lo que reclama Gabriel Medina es tener contacto con su niño, al que asegura que en ningún momento ha dejado de darle el dinero para su manutención, por lo cual hace entrega de lo correspondiente en el mismo juzgado, pero la juez no determina la convivencia con su hijo.
A casi dos años de haberse iniciado la demanda de divorcio y de reclamar una solución, para
que la juez determine la forma en que habrán de convivir la madre y el padre con el menor, “me siguen dando largas” y no se resuelve nada.
“Es por eso que decidí convocar a esta manifestación, porque considero que las autoridades superiores tienen que intervenir para corregir lo que no hacen bien en el juzgado de lo familiar”.
También consideró que hace falta que los diputados revisen las leyes que actualmente rigen a los matrimonios y lo relacionado con sus separaciones o divorcios, porque con todo lo que le han vivido considera que hay una confusión en lo que marca las leyes.
El otro caso es de un joven de nombre Axel Quezada, quien coincide con el reclamo. Él pide a las autoridades que apliquen la ley para que él pueda ver a sus dos hijitas, la segunda la cual aún no había nacido cuando se dio la separación de su pareja, pero de la cual tiene pleno conocimiento que existe y a la que asegura que tampoco se le deja ver.
En el caso de Quezada, dijo que le han advertido que no podrá
hacer nada porque su ex tiene relación de trabajo con el personal de los juzgados civiles, y por ello presume que hay tráfico de influencias.
En ambos casos el reclamo es la convivencia de ellos, los padres, con sus hijos; pero hay otro caso, que es el que enfrenta Paula Sandoval, quien pide que la o el juez de lo familiar determine lo que haya que hacer entre su pareja y ella, porque la menor, hija de ambos, que ya tiene siete años de edad, le muestra temor a su padre.
“Yo quiero que sea la autoridad la que decida cómo va a vivir mi niña, porque ella no quiere verlo; aunque a mí me gustaría que pudiera convivir con los dos, pero también que cumpla con la pensión alimenticia, porque no le envía nada a la niña, y sin embargo, exige verla”.
Paula Sandoval recuerda que durante el tiempo que estuvieron juntos ella y su ex pareja, lo que prevaleció fue la violencia del hombre contra ella y la niña era testigo de esas graves situaciones; y también señaló que en una ocasión el individuo se llevó a la menor de la escuela, pues cuando llegaron por ella el personal docente solamente le informó que había ido el papá y que se la entregaron.
Cabe destacar que en reiteradas ocasiones nos dijo que ella no quiere prohibir que su padre tenga contacto con la niña, “porque es su hija”, pero exige que sea la autoridad la que determine el tiempo que puede estar con ella para que se haga todo conforme a la ley, y que también por mandato judicial el hombre cumpla con sus obligaciones de manutención de la menor.

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