Octavio
Fabela Ballinas
Tijuana.- Tramites lentos en
exceso y la posible manipulación dolosa de los asuntos que se ventilan en los
juzgados familiares fueron denunciados por tres parejas afuera del edificio
judicial, dónde reclaman el bienestar de sus menores hijos.
Ante la negativa de sus parejas para que haya
una buena relación, exigen también reformas a las leyes con el propósito de que
no se dañe el desarrollo personal de los niños.
Es importante destacar que con la convocatoria
de Gabriel Medina Arreguín, para que sus amigos, familiares y todos los
ciudadanos que quisieran apoyarlo en una manifestación frente a los juzgados
civiles, otras dos personas que tienen el mismo problema se hicieron presentes
y dieron a conocer la situación en la que se encuentran sus casos.
El principal problema es la dificultad para
ver a sus hijitos
que, por la separación de la pareja, se encuentran con
posibilidades de afectación psicológica.
Medina Arreguín explicó que luego que
decidieron separarse, unos meses después él acudió al juzgado para tramitar su
divorcio; sin embargo, al presentarse su pareja, lo acusó de violencia
doméstica y hasta lo señaló de ser un peligro para ella y su hijito, el cual
hoy tiene 2 años y medio.
Su mayor molestia es porque la juez creyó
todo lo dicho por su ex pareja, pero nunca le pidió pruebas de su dicho; aunque
revela que los envió para que se hicieran estudios psicológicos, resultados que
a él nunca se los mostraron ni le informaron cuáles eran.
Lo que reclama Gabriel Medina es tener
contacto con su niño, al que asegura que en ningún momento ha dejado de darle
el dinero para su manutención, por lo cual hace entrega de lo correspondiente
en el mismo juzgado, pero la juez no determina la convivencia con su hijo.
A casi dos años de haberse iniciado la
demanda de divorcio y de reclamar una solución, para
que la juez determine la
forma en que habrán de convivir la madre y el padre con el menor, “me siguen
dando largas” y no se resuelve nada.
“Es por eso que decidí convocar a esta
manifestación, porque considero que las autoridades superiores tienen que
intervenir para corregir lo que no hacen bien en el juzgado de lo familiar”.
También consideró que hace falta que los
diputados revisen las leyes que actualmente rigen a los matrimonios y lo
relacionado con sus separaciones o divorcios, porque con todo lo que le han vivido
considera que hay una confusión en lo que marca las leyes.
El otro caso es de un joven de nombre Axel
Quezada, quien coincide con el reclamo. Él pide a las autoridades que apliquen
la ley para que él pueda ver a sus dos hijitas, la segunda la cual aún no había
nacido cuando se dio la separación de su pareja, pero de la cual tiene pleno
conocimiento que existe y a la que asegura que tampoco se le deja ver.
En el caso de Quezada, dijo que le han
advertido que no podrá
hacer nada porque su ex tiene relación de trabajo con el
personal de los juzgados civiles, y por ello presume que hay tráfico de
influencias.
En ambos casos el reclamo es la convivencia
de ellos, los padres, con sus hijos; pero hay otro caso, que es el que enfrenta
Paula Sandoval, quien pide que la o el juez de lo familiar determine lo que
haya que hacer entre su pareja y ella, porque la menor, hija de ambos, que ya
tiene siete años de edad, le muestra temor a su padre.
“Yo quiero que sea la autoridad la que decida
cómo va a vivir mi niña, porque ella no quiere verlo; aunque a mí me gustaría
que pudiera convivir con los dos, pero también que cumpla con la pensión
alimenticia, porque no le envía nada a la niña, y sin embargo, exige verla”.
Paula Sandoval recuerda que durante el tiempo
que estuvieron juntos ella y su ex pareja, lo que prevaleció fue la violencia del
hombre contra ella y la niña era testigo de esas graves situaciones; y también
señaló que en una ocasión el individuo se llevó a la menor de la escuela, pues
cuando llegaron por ella el personal docente solamente le informó que había ido
el papá y que se la entregaron.
Cabe destacar que en reiteradas ocasiones nos
dijo que ella no quiere prohibir que su padre tenga contacto con la niña,
“porque es su hija”, pero exige que sea la autoridad la que determine el tiempo
que puede estar con ella para que se haga todo conforme a la ley, y que también
por mandato judicial el hombre cumpla con sus obligaciones de manutención de la
menor.
Comentarios
Publicar un comentario