Gerardo
Díaz Valles
Rosarito.- Los problemas sociales
a falta de un control urbano más estricto se acumulan en el Quinto Municipio,
como es la proliferación de talleres mecánicos y supuestas empresas
recicladoras en medio de zonas habitacionales.
Es un problema generalizado que crece
paulatinamente, y que dentro de poco será incontrolable; eso ha generado, entre
otros, el clamor de vecinos de la colonia Obrera en pleno centro de Rosarito.
Al reiterar su llamado de auxilio a la
presidenta municipal, Mirna Rincón Vargas, apuntaron que esta situación genera
mayor inseguridad y problemas de robos en sus colonias.
Por lo anterior, resaltan que junto al caos
urbano le sigue la gran cantidad de personas deportadas, menesterosos, adictos
y algunos afectados de sus facultades mentales, muchos de los cuales son “reciclados”
por la policía, en lugar de recibir alguna ayuda integral.
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