José
Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana.- De los 6285 suicidios
registrados el pasado año 2017 en todo el país, Baja California ocupa el lugar
número 13, y es preocupante, porque la estadística promedio de esta mortalidad
ha aumentado del 2010 a la fecha de un 4.3 a un 5.8 por ciento, sobre todo, en
la población menor de edad.
Lo anterior fue advertido por la doctora Marcela
Romo, directora médica del Hospital de Salud Mental de Tijuana, en su
exposición como invitada del Grupo 21 que coordina Conrado Gaxiola Val, ante
quienes informó que están impulsando programas preventivos en las escuelas,
principalmente del sector público.
Precisó que la principal causa mental de los
suicidas es la depresión, la cual por sí misma no lleva directamente al
suicidio, pero se acentúa por el entorno en el que se desarrolla el individuo,
en el caso de los jóvenes, por ejemplo, en familias disfuncionales, un entorno
de violencia, no solo en el seno familiar, sino también en las escuelas y las
películas, literatura, entre otros factores influyentes.
En los menores de edad el suicidio es la
segunda causa de mortalidad no derivada de alguna enfermedad; de hecho, son los
que están en mayor riesgo de padecer un problema de salud mental, pero es
positivo que sean los que se atiendan prioritariamente, ya que se puede
prevenir de manera temprana problemáticas que después son más difíciles de
atender en la edad adulta.
Otro de los factores que aumentan el estado de
depresión con tendencia al suicidio es la pobreza, en un entorno familiar donde
los jóvenes se estresan entre la necesidad de trabajar y/o estudiar; por eso
son muy importantes los talleres y pláticas que llevan del Hospital de Salud
Mental a las escuelas públicas, porque motivan a los estudiantes, sobre todo de
secundaria y preparatoria, a pedir ayuda profesional.
“La depresión y los pensamientos de suicidio
deben considerarse como un síntoma, como un dolor, diarrea o gripe; así es como
le decimos a los jóvenes: si te enfermas o te lastimas pides ayuda; lo mismo
debe ser si estás en estado depresivo y con situaciones de estrés”, comentó la
terapeuta familiar.
Mientras que trascienden matanzas en escuelas
de Estados Unidos, en México, observó, quizá no se da mucho porque sostenemos
una red familiar más fuerte que en otras partes del mundo, “aunque debemos
estar alertas de todas maneras, por eso vamos a las escuelas”, puntualizó.
Por otra parte, el director del Hospital de
Salud Mental de Tijuana, Rogelio Carranza Terán confirmó que la mayor parte de
un estimado de 5 mil o 6 mil pacientes que atienden al año, son particulares,
pues la atención que dan a derechohabientes de instituciones públicas, como el
IMSS y Seguro Popular, entre otras, se dan sobre la base de que a nivel
nacional se destina el 2 por ciento del presupuesto oficial para pacientes con
problemas de salud mental.
Anualmente manejan un presupuesto de 36 a 40
millones de pesos, y la mayor parte de eso es por cobro de servicios,
principalmente de la sociedad en general; el terreno, recordó, hace 12 años fue
donado por el Ayuntamiento, y el edificio y equipamiento con recursos federales
y estatales.
El costo de los servicios, concluyeron los
invitados, es menor al de las clínicas particulares, y además, basados en
estudios socioeconómicos a los interesados.
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