Gerardo
Díaz Valles
Rosarito,
10 de febrero de 2018.- Jóvenes estudiantes, pescadores y hasta amas de casa se suman a la encuesta que
realizan activistas ambientales de Rosarito, en torno a los impactos que
acarreará a la región la mega planta desaladora en este municipio.
Elia Campillo Osnaya, quien encabeza está
iniciativa, recordó la promesa de los delegados federales de la Procuraduría
Federal (PROFEPA) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT), en el sentido de que no se expedirá permiso alguno mientras no se
realice una consulta pública que respalde esta obra.
“Lamentablemente no vemos siquiera voluntad de
los promotores de esta planta, menos los estudios de impacto ambiental, o la
explicación convincente de que no habrá incrementos a las tarifas del agua en
uso doméstico e industrial”, expuso.
Campillo Osnaya insiste que hay gran malestar
ciudadano, pues obviamente no están dispuestos a ver deteriorada su salud y
calidad de vida, por lo que ya preparan varias acciones paralelas para exigir
informes sobre los impactos al medio ambiente que generará la operación de esta
planta, en toda la región.
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