LIBERTAD,
SAN DIEGO, CALIFORNIA, 10-06-2017.-Peter Haynes, quien
padece esquizofrenia y asesinó a sus padres en 2014, en San Diego,
California, fue sentenciado hoy a 100 años de prisión, informaron fuentes
judiciales.
En marzo pasado, Haynes, de 25 años, se
declaró culpable de los cargos de homicidio en primer grado y de uso de arma de
fuego. El hombre asesinó a su padres: el doctor David Haynes, de 62 años, y
Lissa Haynes, de 61 años, un día después de Acción de Gracias en el 2014, en su
casa ubicada en Point Loma.
Bajo
la Ley del Delincuente Juvenil, el acusado podría solicitar una audiencia de
libertad condicional después de 25 años de prisión, dijo la jueza del Tribunal
Superior, Laura Halgren.
El
defensor público Mignon Hilts dijo que el acusado sufría una crisis psicótica y
estaba usando drogas justo antes de los asesinatos, pero sus padres pensaron
que podrían tratarlo en casa en lugar de tenerlo hospitalizado.
El
acusado le disparó a su madre en la madrugada del 28 de noviembre del 2014,
luego emboscó a su padre cuando el médico fue a revisar a su esposa.
Courtney
Gant, quien vive al lado de la casa de los Haynes, testificó el año pasado
que oyó gritos y lo que sonó como disparos el día del incidente.
El
testigo dijo que miró hacia abajo, a la cocina de las víctimas, y vio a alguien
caminando y oyó una voz masculina decir: “Le disparó en el pecho. Creo que está
muerta”.
Gant
dijo que vio la silueta de Peter Haynes parado y sosteniendo un arma frente a
una puerta de cristal. Señaló que cuando estaba llamando al 911 para reportar
el incidente escuchó a un hombre gritar y tres o cuatro disparos más.
El
agente de policía de San Diego, Bradford Green, testificó que encontró el
cuerpo sin vida de Lissa Haynes y su esposo herido -con nueve disparos-
después de que otro oficial pateó la puerta principal. Ambas víctimas
fueron declaradas muertas en un hospital.
“Él
(David Haynes) dijo: ‘Mi hijo me disparó'”, declaró el oficial. Cuándo le
preguntó al médico por qué le disparó su hijo, el padre respondió: “Es
esquizofrénico”, según Green.
De
acuerdo con el juez, Peter Haynes está arrepentido y asegura que “nunca querría
asesinar a nadie más” y que si es liberado no representaría ningún peligro.
Sin
embargo, familiares de las víctimas señalaron que no se sentirían seguros si
Peter saliera de prisión bajo libertad condicional.
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