LIBERTAD, WASHINGTON, 25-01-2017.-El
presidente Trump tiene un problema con la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN): Ha etiquetado de “obsoleta” la alianza y ha acusado a
otros miembros de no gastar lo debido.
"Gastamos
una tremenda cantidad en la OTAN y
otras personas mucho menos proporcionalmente”, dijo durante su campaña. “No es
bueno”.
Cuando se trata de los costos, Trump tiene un
punto. Sólo cinco de los 28 miembros de la OTAN: Estados Unidos, Grecia,
Polonia, Estonia y Reino Unido, cumplen con el objetivo establecido por la OTAN
de gastar al menos 2% de su PIB en defensa.
Lograr
que más miembros de la OTAN paguen lo debido será algo en lo que Trump y la
primera ministra de Reino Unido, Theresa May, podrán acordar cuando se reúnan
el viernes en la Casa Blanca.
La
alianza incrementó el gasto general en defensa por primera vez en dos décadas
en 2015, pero Estados Unidos sigue haciendo mucho del trabajo pesado. Es la
nación que destina la mayor proporción de su PIB en defensa: 3.61%.
El
segundo país en términos de inversión proporcional es Grecia con 2.38%, de
acuerdo con la OTAN. Mientras tanto, Alemania invirtió 1.19% el año pasado,
Francia destinó 1.78%. Canadá, Eslovenia, Bélgica, España y Luxemburgo
destinaron menos del 1%.
La
OTAN admite que depende demasiado de Estados Unidos para disponer de
capacidades esenciales, incluyendo la inteligencia, vigilancia y
reconocimiento, reabastecimiento aéreo, defensa de misiles balísticos y guerra
electrónica aérea.
De
acuerdo con estadísticas de la OTAN, Washington destinó un estimado de 664,000
millones de dólares en defensa en 2016. Eso es más del doble de lo que las
otras 27 naciones que forman parte de la OTAN juntas, a pesar de que su PIB
combinado supera el de Estados Unidos.
La
OTAN ahora está intentando que el lineamiento de 2% sea tomado en cuenta con
mayor seriedad.
En
2014, todos los países miembros que no cumplían con el límite se comprometieron
a incrementar su gasto en la milicia para alcanzar ese objetivo dentro de una
década. La mayoría de los países están cumpliendo con su promesa: 12
incrementaron su gasto en 2014, y 16 lo hicieron en 2015. El año pasado, 22
naciones gastaron más como parte de su producción nacional.
El
temor a una agresión por parte de Rusia motiva el derroche. Latvia, que
comparte frontera con Rusia, incrementó su gasto en defensa en 42% en 2016. Su
vecino, Lituania, incrementó su inversión en 34%. Ambas, sin embargo, se
encuentran debajo del umbral de 2%.
Actualmente
existe una campaña para convencer a Trump de ver más allá de los costos monetarios.
La
OTAN se basa en el principio de la defensa colectiva: un ataque en contra de
uno o más miembros se considera un ataque contra todos. Hasta ahora, esto solo
ha sido invocado en una ocasión: tras los ataques del 11 de septiembre.
El
General de la Marina retirado James Mattis, la elección de Trump para
secretario de defensa, describe a la OTAN como vital para los intereses
nacionales y de seguridad de la nación.
El
exCEO de ExxonMobil, Rex Tillerson, quien se espera sea confirmado como
secretario de Estado, también ha defendido la alianza.
La
primera ministra se espera que estrese la vitalidad de la unión cuando se reúna
con Trump.
"Lo
que es importante es que reconozcamos el valor de la OTAN… como una
organización que nos ayuda a defender a Europa y los intereses de todos esos
aliados que se encuentran en Europa”, dijo May este domingo. Trump, sin
embargo, podría seguir viendo el asunto desde otra perspectiva.
El
desarrollador inmobiliario tocó el tema en su discurso inaugural mencionando
que Estados Unidos ha “subsidiado los ejércitos de otros países permitiendo el
muy triste deterioro de nuestro ejército” por mucho tiempo.
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