Cómo queda la relación entre México y Estados Unidos tras la cancelación de la reunión entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump
LIBERTAD,
MÉXICO, 26-01-2017.-La íntima, larga y compleja
relación entre México y Estados Unidos entró en un período de tensión e
incertidumbre. El vínculo todavía no está roto, pero quedó lastimado y el
camino de aquí en más no estará exento de desafíos en ambos lados de la
frontera.
Un día después de que el
presidente estadounidense, Donald Trump, diera luz verde a la construcción de
un muro fronterizo, el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció que
había cancelado su visita a la Casa Blanca programada para el 31 de enero.
Ni siquiera hubo consenso en cómo se dieron los hechos, al Trump
asegurar que fue de "mutuo acuerdo", una muestra más de lo difícil que será encontrar caminos de diálogo, al menos en el comienzo de la nueva
administración estadounidense.
Peña Nieto reiteró su voluntad de "trabajar con los Estados
Unidos para lograr acuerdos en favor de ambas naciones", mientras que el
portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, mencionó la intención de EE.UU. de
buscar "una fecha para concertar algo en el futuro", y señaló que se
mantendrán "las líneas de comunicación abiertas".
Horas más tarde, el gobierno anunció que Trump pretende fijar un
impuesto del 20% sobre todas las importaciones procedentes de México para pagar
el muro, algo que no puede hacer inmediatamente por el acuerdo comercial entre
ambos y la necesidad de pasar por el Congreso.
De todos modos, la intención ya dañó la relación de dos países
que comparten 3.000 kilómetros de frontera está hecho.
"Entre grandes crisis diplomáticas recientes, esta no tiene
precedentes porque trae reminiscencias del muro de
Berlín", le asegura a BBC Mundo David Carrasco,
historiador mexicano-estadounidense en la Universidad de Harvard.
"Esta es la peor crisis (entre México y EE.UU.) en décadas,
pero va a tener varias ramificaciones: va a unir a los mexicanos en una
posición defensiva", agrega.
"Vamos a ver
mucha turbulencia"
El gobierno mexicano se enfrenta a un desafío mayúsculo con un
gobierno hostil e impredecible del otro lado de la frontera y la falta de certezas
sobre el camino que se avecina es inevitable.
"México está en una
situación de fragilidad, de vulnerabilidad, verdaderamente terrible. No sé cómo
vamos a responder", le dice a BBC Mundo Soledad
Loaeza, investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de
México, quien no descarta que se llegue a un punto donde se congelen las
relaciones.
"Es muy seria, una situación crítica", apunta.
"Hubo una inercia hacia una mayor cooperación durante las
últimas casi tres décadas y por primera vez estamos viendo
una relación mucho más recia, más tensa entre los gobiernos de México y EE.UU.",
afirma en diálogo con BBC Mundo Andrew Selee, consejero principal del Instituto
México en el Centro Wilson, un foro no partidario de políticas en Washington.
Y no cree que se pueda revertir el clima actual rápidamente.
"La confianza se ha visto afectada, pero además esto
genera reacciones en las dos sociedades, entonces hay cada vez más un sentido
en un sector de la población estadounidense de que México es un peligro y el
mismo sentido en gran parte de la población de México de que EE.UU. es una
amenaza para ellos. Y eso es más difícil de revertir".
"Se han calentado los ánimos entre los dos países",
añade Se lee, "y no es que van a dejar de colaborar en temas de interés
común, pero va a ser más difícil avanzar en iniciativas nuevas y avanzar en la
relación".
México ahora piensa cómo reencauzar una relación crucial y
necesaria. El país envía el 80% de sus exportaciones a EE.UU. y la intención de
Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan o
Nafta, por sus siglas en inglés) amenaza con golpear aun más a la economía
mexicana.
Donald Trump Trump aseguró que él y Peña Nieto habían
acordado suspender su reunión prevista para la semana próxima, argumentando que
sería un encuentro "improductivo" si México se negaba a pagar por el
muro. 1
Pese al anuncio de la construcción del muro, todavía hay mucho
en juego entre ambos, elementos que México podría hacer pesar para frenar los
avances de Trump.
El intercambio comercial entre ambos países es de US$1 millón
cada minuto, el comercio con México genera en EE.UU. seis millones de empleos y
aunque las exportaciones mexicanas dependen en gran medida de EE.UU., 40% de
ellas tienen contenido estadounidense.
"El vínculo no está roto, los equipos del lado
estadounidense apenas se están instalando y, desde luego, la diplomacia no
depende exclusivamente de la visita de un presidente a un lugar. La diplomacia
está funcionando", le asegura a BBC Mundo Alejandro Poiré, Decano de la
Escuela Nacional de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey.
"Vamos a ver mucha turbulencia, tenemos que estar
conscientes de ello, el reto inicial es ir acotando los márgenes de esa
turbulencia. Si las cosas no se cuidan, pueden escalar, a tomas de decisiones
abruptas más allá de las amenazas", agrega el ex secretario de
Gobernación.
En México no son pocas las voces que apuntan en la dirección de
hacerle ver a EE.UU. que necesita una buena relación con su vecino.
Poiré considera que ni el público estadounidense ni probablemente Trump comprendan la
dimensión de la sensibilidad del vínculo entre ambos países.
"Es indispensable que los actores del gobierno de Estados
Unidos valoren y razonen lo que está en riesgo desde el punto de vista
comercial, seguridad fronteriza, seguridad nacional para Estados Unidos, e ir
estabilizando esas áreas para poder dar cauce a los diferendos".
Pero Trump, que llevó adelante su campaña atacando a México y
comenzó su presidencia sin dar marcha atrás, no parece dispuesto a ceder.
La agresión al vecino probablemente termine lastimando a ambos.
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