LIBERTAD,
TIJUANA, 6-12-2016.-Obligado por
las circunstancias, que ya no pueden excusar su permanencia en la dirigencia
estatal del PRI, Jaime Chris López Alvarado está planeando una salida airosa de
ese cargo.
Los escándalos por el
canibalismo demostrado en arrebatos de las posiciones que ellos mismos
negociaron para registrar ante el Instituto Estatal Electoral, está mermando
drásticamente la imagen del Partido Revolucionario Institucional.
Una gran cantidad de
las agrupaciones políticas, incluidas las mujeres del OMNIPRI y numerosos
consejeros políticos lo han acusado de ser el principal responsable de los
resultados electorales del pasado 5 de junio, junto con el delegado doctor
Leobardo Alcalá Padilla, por la desaseada asignación de candidaturas.
Para nadie es un
secreto que vendieron en varios millones de pesos algunas candidaturas, pero lo
peor es que ya a punto de tomar posesión algunos de los que estuvieron en la
lista oficial y, por derecho el Instituto Estatal Electoral les otorgó sus
constancias correspondientes, de última hora, seguramente por una buena lana,
quitaron y pusieron a otras personas en puestos de “elección popular”.
Eso obligará a que se
revise de nuevo la ley electoral y se pongan candados a las manipulaciones por
negociaciones políticas hasta dentro de los mismos partidos.
El mismo Chris López ha
empezado a ventilar que una vez definidas las impugnaciones electorales que
habían presentado, ya existe la posibilidad legal para convocar a renovar los
consejos políticos municipales, así como la selección de una nueva dirigencia
estatal.
La dirigencia estatal
del PRI, bajo la dirección de Chris López casi está muerto, advierte Manuel
Trasviña Pérez, dirigente de la Agrupación Política de Baja California (APBC),
e incluso, cuestionó la honorabilidad del Delegado Leobardo Alcalá Padilla, y
exigen intervención del dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, para renovar
todas las dirigencias del tricolor en Baja California.
Las elecciones del 2018
ya están casi a la vuelta de la esquina y no quieren mediocres y “tenebrosos” líderes
que en vez de mejorar lanzan por los suelos la imagen del PRI.
Bien dice por ahí un
columnista de que después de la terrible derrota del 2 de julio de 1989, esta
es la peor crisis en la historia del tricolor en Baja California, no solo
porque perdieron espacios en la Legislatura, donde tuvieron mayoría en el
periodo del 2010-2013, sino porque perdieron la Presidencia Municipal de
Tijuana, cuando ya habían logrado conquistar los tres municipios de la costa,
excepto Playas de Rosarito.
Chris López se mantuvo
por su padrino Manlio Fabio Beltrones, pero esto ya llegó al hartazgo.
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