*Es común que se les niegue la oportunidad de laborar a
las personas con discapacidad o a los adultos mayores
* Hay rechazo a los adultos mayores, reitera Armando
Magallón, de 64 años
LIBERTAD,
TIJUANA, AGOSTO 12-2016.-Marginados, menospreciados,
disgustados, discriminados y rechazados, es el sentir de algunas personas con
discapacidad y adultos mayores cuando les niegan una oportunidad de trabajo, no
para ganar dinero, sino para hacerse cargo de sus familias y de demostrar que
tienen la capacidad de realizar una actividad.
Armando
Magallón tiene cuatro años sin conseguir empleo fijo, cuenta con 64 años de
edad, y aunque ha asistido a varias partes de la ciudad, ha recibido solo
negativas. Algunos comentarios son que el trabajo ya está ocupado, que no hay
oportunidad para ellos.
Platicó con facilidad que cometió el error de no tener un empleo formal, pues con el paso de los años no solventó gastos primordiales para su familia, no tiene pensión, carece de cobertura médica en el IMSS, y solo su esposa tiene Seguro Popular, así como los puntos del Infonavit con el que puedan acceder a una vivienda, ya sea combinándolo con algún hijo o buscando alternativas, ya que actualmente pagan renta.
Platicó con facilidad que cometió el error de no tener un empleo formal, pues con el paso de los años no solventó gastos primordiales para su familia, no tiene pensión, carece de cobertura médica en el IMSS, y solo su esposa tiene Seguro Popular, así como los puntos del Infonavit con el que puedan acceder a una vivienda, ya sea combinándolo con algún hijo o buscando alternativas, ya que actualmente pagan renta.
Así
como el señor Magallón, los adultos mayores tienen bastante conocimiento,
algunos multioficios, por ello se mantienen con trabajos caseros, que
actualmente escasean, esto motiva con más vitalidad a conseguir empleo formal
que les genere cobertura médica y de Infonavit.
"No
tengo ayuda porque no estoy jubilado, batalla uno; para mí es algo acertado del
Gobierno", comentó, ya que se encontraba en la Feria de Empleo enfocada a
personas de la tercera edad y con discapacidad, que raramente se realizan.
Ricardo
Hernández Ávila, de 46 años, es un caso muy similar, pero su principal
impedimento para conseguir empleo es porque no tiene vista de su ojo izquierdo
desde los 18 años, por más de doce meses se dedicó al área de almacenamiento en
distintos rubros. Desde hace un año se quedó sin su trabajo y a partir de ahí,
puras negativas. La mayoría argumenta que carece de la posibilidad de maniobrar
montacargas, lo cual niega porque por años ha usado estas. Esto le ha generado
un sentimiento de estrés, desesperación y frustración.
"Catalogan
que no soy apto ni para poner un tornillo o manejar un montacargas, es una
mentira porque lo he hecho con la pura luz de la unidad, sin causar daño a la
empresa, compañía o al personal", expresó.
Le
resulta molesto que le nieguen la oportunidad, a pesar de que su historial
muestra que tiene experiencia, que no tiene antecedentes penales, que carece de
enfermedades cardiovasculares, que no usa drogas y que es disciplinado.
"En
el tiempo que he buscado trabajo es la primera vez que veo que ayudan y espero
que den, porque sí batalla uno, si uno que tiene la capacidad no consigue,
admiro a todos aquellos que tienen otras dificultades y consiguen empleo",
consideró el señor Hernández.
Así como Armando y Ricardo, es común que se les niegue la oportunidad de laborar, a pesar de que muestran mayor compromiso y responsabilidad que una persona de menor edad, por ello los esfuerzos de la STPS y del Servicio Nacional del Empleo por promover que empresas consideren espacios para ellos.
Así como Armando y Ricardo, es común que se les niegue la oportunidad de laborar, a pesar de que muestran mayor compromiso y responsabilidad que una persona de menor edad, por ello los esfuerzos de la STPS y del Servicio Nacional del Empleo por promover que empresas consideren espacios para ellos.
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