LIBERTAD, RÍO DE JANEIRO,
06-AGOSTO-2016.- El primer día de la gimnasia olímpica en Río se detuvo en
seco cuando el francés Samir Aït Saïd se lesionó en salto. No por el hecho en
sí, pues al fin y al cabo este es un deporte de riesgo, donde una mala caída
puede apartarte de la competición. Sino por la imagen de su pierna en posición
imposible, que dejó en aterrador silencio el Rio Olympic Arena.
Especialista en anillas
y buen saltador, Saïd intentó un doble Tsukahara en carpa. Desdibujado en el
aire, no llegó a acabar el giro y acabó rodando por la colchoneta y sujetándose
la pierna izquierda con una mano y tapándose los ojos con la otra.
Francia salía en la
segunda subdivisión, después de que Uchimura se cayera en la barra fija y aun
así se mantuviera en cabeza de la clasificación individual; de que Japón
presentara su candidatura al título por equipos y de que los brasileños, entre
lágrimas de emoción, vieran cómo su campeón olímpico Zanetti lograba 15,533 en
esas anillas que se le dan tan bien. Saïd no hizo arcos y se enganchó en
anillas, su especialidad. Su segundo aparato el salto y ya no pudo seguir.
La competición estuvo
parada durante varios minutos, hasta que el gimnasta fue evacuado en camilla.
El francés no fue el único
en lesionarse, aunque sí el de mayor gravedad. En la misma rotación el alemán
Toba se lesionó en la rodilla. Pero como esto es gimnasia esto no le impidió
seguir en competición.
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