* La nave de la NASA ya orbita alrededor del planeta
más grande del Sistema Solar
* La sonda Juno de
la NASA, la nave impulsada por energía solar que ha viajado más lejos en el
espacio, ha llegado este martes tras cinco años de viaje a la órbita de
Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar, a la que dará 37 vueltas antes
de estrellarse contra su superficie.
"Estamos allí. Estamos en órbita. Hemos
conquistado Júpiter", dijo Scott Bolton, investigador principal de la NASA
en el Southwest
Research Institute en San Antonio, Texas. "¿Cómo funciona este
universo maravilloso y cómo comenzó? Esta es una de las cosas más alucinantes
de trabajar en la NASA, que recibes respuesta a estas preguntas", dijo el
investigador de la agencia espacial Steven Levin.
La sonda Juno orbitará
a unos 5.000 kilómetros de la superficie de Júpiter, diez veces más cerca que
cualquiera de las nueve sondas que lo visitaron antes, y funcionará alimentado
por paneles solares. Esta tecnología es una rareza en misiones que van más allá
del cinturón de asteroides. Hasta ahora, todos los artefactos que han visitado
el planeta gigante lo hicieron con plutonio-238, pero la escasez de ese
elemento radiactivo, las preocupaciones de seguridad y los avances tecnológicos
hicieron que la NASA se
decidiese por la energía solar.
Juno orbitará a unos 5.000 kilómetros de la superficie de Júpiter, diez
veces más cerca que cualquiera de las nueve sondas que lo visitaron antes
El conocimiento que recoja Juno durante los próximos
20 meses, no solo servirá para entender nuestro entorno planetario cercano.
Gran parte de los planetas extrasolares descubiertos son gigantes gaseosos
como Júpiter y
lo que se aprenda con esta misión servirá para interpretar mejor los mundos más
allá del Sistema Solar. Además, como siempre sucede con las misiones de exploración,
los datos de la sonda depararán
sorpresas que modificarán la imagen que tenemos del rey de los
planetas.
Un planeta estrella
Júpiter no
es una estrella, pero casi. Durante la etapa de formación del Sistema Solar, hace algo
menos de 5.000 millones de años, actuó como un hermano egoísta y devoró los
restos de gas y polvo que había dejado la formación del Sol. Así se convirtió
en un planeta gigantesco, hecho de hidrógeno y helio, como las estrellas.
Ahora, tiene una masa que dobla al resto de
planetas combinados y su área de influencia es inmensa. Cuenta con más de 60
lunas, como Ganímedes, mayor que Mercurio, o Europa, un mundo helado con un
océano subterráneo en el que algunos consideran
posible encontrar vida.
Bajo las nubes de ese mundo gigante y sus
tormentas descomunales se esconden muchos de los secretos del origen del
Sistema Solar y en la composición de su atmósfera se puede encontrar
información sobre sus migraciones, en las que pudo arrasar nuestro sistema
planetario para hacerlo
habitable.
Es, además, un peligroso planeta. Este
mastodonte da una vuelta sobre sí mismo cada 10 horas, lo que contribuye a
generar un descomunal campo magnético en el que los electrones quedan atrapados
y funcionan como balas para cualquier cosa que se le acerque. Heidi Becker,
ingeniero especializada en efectos de la radiación del Jet Propulsion
Laboratory de la NASA ha descrito la aproximación de Juno
como "visitar la parte más temible del lugar más temible... el entorno
radiactivo de Júpiter que nadie ha visitado antes".
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