LIBERTAD, CIUDAD DE MÉXICO., 10-JUNIO-2016.- El entendimiento del control
genético durante el desarrollo embrionario es uno de los retos más importantes
de la biología moderna. El enfoque de la genética de desarrollo se basa en el
uso de tecnologías que permiten la manipulación de genes específicos. En la
actualidad se dispone de una gran flexibilidad para la manipulación del genoma
de distintas especies animales que han sido utilizadas como modelos de
embriogénesis, como el pez cebra, sostuvo Hilda María Lomelí Buyoli, investigadora
del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
"Trabajo en genética del desarrollo embrionario
desde 1998 y con el pez cebra como modelo a partir del 2008, porque este
vertebrado comparte con el ser humano el 70% de información genética y más del
80% de sus genes se relacionan con determinadas enfermedades embrionarias; es
decir, conservan genes homólogos que se han identificado en humanos como
causantes de enfermedad y esto nos permite, en el pez cebra, generar modelos
alterando esos mismos genes y tratando de reproducir la enfermedad",
sostuvo.
Agregó que la ventaja de este pez nativo de India y Pakistán es, que a diferencia de mamíferos como el ratón, puede tener una progenie de miles de individuos, de esta manera los ensayos y los estudios que se hacen tienen valor estadístico mayor:
Agregó que la ventaja de este pez nativo de India y Pakistán es, que a diferencia de mamíferos como el ratón, puede tener una progenie de miles de individuos, de esta manera los ensayos y los estudios que se hacen tienen valor estadístico mayor:
"La embriogénesis ocurre externamente y los
embriones son transparentes, lo que permite observar en el microscopio todos
los estadios de su desarrollo, y seguir con detalle las primeras divisiones
celulares y la formación de las capas embrionarias. En 24 horas ya se aprecia
la segmentación del cerebro y se han formado estructuras como el tubo neural,
la notocorda y los somitos (precursores de músculo y esqueleto).
"A las 72 horas ya es una larva desarrollada, y
para los cinco días de desarrollo se han formado órganos sensoriales como los
ojos y los oídos. Asimismo, han aparecido el corazón, el hígado, los riñones y
el páncreas, además de que los sistemas circulatorio, digestivo y nervioso son
perfectamente funcionales, esas son ventajas frente a modelos como el ratón,
que toma 19 días el proceso de desarrollo embrionario y ocurre en el interior
de la madre", destacó la investigadora del Departamento de Genética del Desarrollo
y Fisiología Molecular.
Apuntó que de este vertebrado acuático ya se tiene secuenciado el genoma completo y existen mapas muy precisos de marcadores genéticos. "El interés de nuestro laboratorio se ha centrado en entender el papel de algunos genes característicos de etapas embrionarias. Para ello producimos alteraciones de la expresión genética que nos revelan la importancia de estos genes in vivo".
Los genes que estudia la doctora y su equipo de trabajo incluyen a la familia de los genes Zimp: Zimp7 y Zimp10; y a los genes Arid: Arid1a y Arid1b. Los homólogos de los genes Zimp y Arid se identificaron inicialmente en Drosophila melanogaster (mosca de la fruta).
Apuntó que de este vertebrado acuático ya se tiene secuenciado el genoma completo y existen mapas muy precisos de marcadores genéticos. "El interés de nuestro laboratorio se ha centrado en entender el papel de algunos genes característicos de etapas embrionarias. Para ello producimos alteraciones de la expresión genética que nos revelan la importancia de estos genes in vivo".
Los genes que estudia la doctora y su equipo de trabajo incluyen a la familia de los genes Zimp: Zimp7 y Zimp10; y a los genes Arid: Arid1a y Arid1b. Los homólogos de los genes Zimp y Arid se identificaron inicialmente en Drosophila melanogaster (mosca de la fruta).
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