* “Un
país sin una prensa libre e independiente no tiene nada de qué presumir, no
tiene nada qué enseñar, y no tiene manera de cumplir su potencial”, destacó en
la reinauguración de las oficinas del periódico The Washington Post”
Libertad, Washington, 26 de enero de 2016.- “Como especie, nos motiva el deseo de
conocer qué pasa en el mundo. Este deseo está en nuestro ADN. Este deseo reside
en lo más profundo de cada periodista, ya sea aspirante o establecido…Es
absolutamente vital que la verdad salga a la luz y que se conozcan los hechos,
porque de otro modo, se pueden inventar cosas y emitir la propaganda que se
quiera. Hemos visto ejemplos de esto en tiempos recientes, y el efecto dañino
que conlleva”.
Esas fueron palabras del mensaje emitido por
el Secretario de Estado de EU, John Kerry, en el acto ceremonial de
reinauguración de las oficinas del periódico The Washington Post”.
“Vemos lo que sucede ante la ausencia del
conocimiento y el poder que esto da a los dictadores, a los demagogos, a los
tiranos. El silencio permite que el crimen y la corrupción corroan a los
países. La ignorancia permite a los demagogos afirmar que arriba es abajo y que
el negro es blanco, o que entrevistar a un disidente representa un acto de
traición, y sí, también lleva a algunos a decir que la violación y el asesinato
de inocentes es una orden de Dios.
“Tan sólo el año pasado, 71 trabajadores de
los medios fueron asesinados, y casi 200 fueron arrestados.
“Antes los periodistas rara vez eran objetivo
de agresiones. Hoy sí lo son. En nuestra era, casi dos tercios de los
reporteros que sufren muertes violentas mueren no a pesar de su profesión sino
a causa de ella. Son atacados por lo que han escrito, silenciados por lo que
han atestiguado, o secuestrados por el poder que puede ofrecer su captura. Y en
la mayoría de los casos los responsables nunca son atrapados.
“La verdad es que los medios
independientes—los reporteros, presentadores, fotógrafos, blogueros y
cartonistas—están bajo presión constante hoy en día, presión física o política.
Y aquí estamos, bien entrados en el siglo XXI, y aun así sólo una de cada seis
personas vive en un país donde se puede verdaderamente describir a la prensa
como libre.
“Así que nos toca a nosotros, a ustedes, los
defensores de la libertad, cerrar filas. Y esto comienza con el reconocimiento
de que ningún gobierno, sin importar sus intenciones o sus logros, puede
llamarse a sí mismo grande si a sus ciudadanos no se les permite expresar lo
que creen, o se les niega el derecho de conocer los eventos y las decisiones
que afectan sus vidas. Así que permítanme subrayar esto: un país sin una prensa
libre e independiente no tiene nada de qué presumir, no tiene nada qué enseñar,
y no tiene manera de cumplir su potencial.
“Tenemos que hacer frente a los que tratan de
intimidar o aprehender a los periodistas y declarar de manera clara y fuerte
que el periodismo, el reportar la verdad, no es un crimen. Es una marca de
honor. Es un servicio público.
“Por eso estoy orgulloso de que cada día las
embajadas y los consulados de los Estados Unidos alrededor del mundo demanden
respuestas, objeten, busquen rendición de cuentas en nombre de los periodistas
amenazados o arrestados—y estoy orgulloso de que el Departamento de Estado y la
Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) tengan programas que apoyen a
los medios independientes en más de 30 países”, concluyó.
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