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Ciudadanos y turistas en riesgo, por su incompetencia
Por Rafael
F. Martínez
Séptimo
Día, TIJUANA, 27 de enero de 2016.- La serie de asesinatos que incontenibles,
ocurren diariamente a plena luz del día, en los sitios públicos más
concurridos, no distinguen edad ni sexo.
En plena “zona blindada” de la ciudad, y a
escasos metros de las propias instalaciones policiacas, en las pasadas dos
semanas, han muerto asesinados a sangre fría, hombres, mujeres y niños, varios
de ellos, sin antecedentes de ningún tipo. Por el mero hecho de estar en el
lugar y la hora de ataques criminales.
Y de todo ello, hay un responsable: Alejandro
Lares Valladares, de quien nuevamente amplios sectores de la sociedad civil,
reclaman su salida.
“Alejandro Lares Valladares, debió irse hace
mucho tiempo, es más, ni siquiera debió haber sido nombrado como Secretario de
Seguridad Pública, pues no tiene ni el más mínimo conocimiento del ramo, y es
directamente responsable del incremento de la inseguridad”, analiza el
presidente del Colegio de Abogados de Tijuana, Antonio Aboytes Hernández, quien
recuerda que el único antecedente del más alto mando policiaco de Tijuana, fue
haber sido comisionado de enlace con corporaciones de estados unidos, un cargo
con más de funciones de relaciones públicas, que de tipo estratégico operativo.
Aboytes Hernández recuerda que la función
policial de carácter preventivo, no se está cumpliendo.
Recuerda que precisamente la función
preventiva es inhibir la comisión de delitos, con adecuadas estrategias de
patrullaje que disuadan los ataques criminales.
En cambio, los criminales ya le han perdido
el respeto a la propia corporación.
Los criminales saben que puede estar una
patrulla a 100 metros, y van a poder atacar y huir, como ocurrió con los más
recientes hechos criminales ocurridos en los centros comerciales en Plaza
Patria y en la Zona del Rio, en donde transcurrió más de media hora en que
hubiera un intento de reacción de la corporación, que solo se limitó a acordonar
la zona del delito. Ni siquiera el más mínimo intento para intentar detener o
localizar a los criminales.
Pero no solamente los sicarios se ríen de Alejandro
Lares Valladares, la propia corporación se mofa a sus espaldas y a
regañadientes, acatan sus órdenes, que por cierto, nada tienen que ver con la protección
de ciudadanos, sino con exigirles cumplir con una “cuota” recaudatoria, que de
acuerdo con agentes policiacos, fluctúa entre los mil a dos mil dólares
diarios, dependiendo de la zona.
Lares ha convertido a la policía municipal de
Tijuana en una corporación de levanta borrachos y extorsionadores, se quejan.
Les impuso una cuota en dólares, considerando,
según él, que Tijuana es una zona “eminentemente turística”.
Según lo han documentado recientemente
distintas revistas de gastronomía y turismo de los Ángeles y San Diego, la
tarifa por mordida, es de 20 de dólares para el turista. Por eso cada vez más
son el número de agentes que también exigen su renuncia.
Ante la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos existe de hecho al menos dos quejas de agentes que se quejan del
despotismo y malos tratos, que no tienen nada que ver con la disciplina y la
función policial, sino por el “incumplimiento” de las cuotas recaudatorias que
les impone.
Acusan a Lares de haber convertido a la
Policía Municipal de Tijuana en una pasarela de modas, por tanta “Barbie” que
ha contratado, inflando la nómina de la corporación, dándolas de alta como
policías, pero que en realidad cumplen funciones de relaciones públicas. O tal
vez “púbicas”, ironizan.
Los apodos que los propios agentes policiacos
le han puesto a Lares describen por sí mismos su desánimo, y la inconformidad
por el desorden que existe en la corporación.
Antes le llamaban “El camillero”, apodo con
el que recordaban sus antecedentes de Socorrista de la Cruz Roja, hasta hace
algunos cuantos años.
Ahora le llaman “La-Res” no solamente por su
voluminoso abdomen y los bovinescos rasgos de su rostro, sino por una
característica particularidad de este animal: “A cada paso que da, la caga, y
va dejando un rastro de estercolero a su paso”.
El presidente de la Cámara Nacional de
Comercio en Pequeño, Heriberto Villalobos Rentería, es otro de los que
abiertamente ha exigido al alcalde Jorge Astiazarán, la renuncia de Lares.
“Lares le ha fallado al pueblo. En los
pequeños comercios—las típicas tienditas de la esquina, los mini mercados, los
asaltos están a la orden del día. Son decenas ya los que a falta de una real
acción de defensa de la policía municipal, han intentado defender su patrimonio
y mueren a manos de asaltantes”.
Y si “en la zona blindada” de la ciudad, la
violencia se ha disparado, en la periferia los delincuentes no tienen límites,
analiza el dirigente de los pequeños comerciantes.
Delegaciones como La Mesa y La Presa, son donde
se registra el mayor número de comerciantes asesinados por atracadores.
En los últimos dos años al menos una docena
de comerciantes asesinados por intentar defender su patrimonio y de su familia,
recuerda.
Establece que la mayoría de comercios, al
caer la tarde, a partir de las seis de la tarde, opta por cerrar sus puertas al
público, y solo atender a través de una ventanilla, detrás de un enrejado de
metal para protegerse y prevenir los asaltos.
En noviembre pasado, a raíz de que la
Canacope pidió la renuncia de Lares, el Cabildo y la Sindicatura Social
llamaron a cuentas a Alejandro Lares, y lo emplazaron a dar resultados
inmediatos o irse.
Lares se defendió con el argumento de un plan
para establecer su famosa “Zona Blindada”, en las áreas turísticas, centros
industriales y comerciales de la ciudad.
Los más recientes acontecimientos exhiben la
incapacidad de Lares.
Es hora de que se vaya, reitera el presidente
del Colegio de Abogados de Tijuana, Antonio Aboytes Hernández.
El presidente de la Coparmex, Gustavo
Fernández de León, en conferencia de prensa el miércoles 27 por la mañana, al
término del desayuno mensual del organismo declaró que se han incrementado las
quejas por extorsión policiaca.
"No queremos pensar mal del Secretario,
pero preocupa que la corrupción de la Policía esté fuera de control",
señaló.
Por su parte, el presidente del Consejo
Coordinador Empresarial (CCE), Humberto Jaramillo Rodríguez, externó al alcalde
Jorge Astiazarán su preocupación por el incremento en los casos de corrupción
denunciadas, específicamente por el sector turístico de la ciudad.
"Se está perdiendo la naturaleza de la
función policiaca, y se está desviando la actuación de los oficiales hacia
otros fines que nada tienen que ver con la protección de los ciudadanos",
señaló el líder de los empresarios.
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