Libertad, Séptiembre
2015.-
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en
inglés) estima que aún quedan 10 billones de toneladas de reservas de petróleo,
gas y carbón en el subsuelo. La quema de estos combustibles fósiles arrojará
importantes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, provocando un
aumento de las temperaturas del océano y el consecuente deshielo de la
Antártida.
Pero,
¿qué pasaría si todo el continente helado se derritiera?
Un equipo
internacional de científicos expone por primera vez las principales
consecuencias de agotarse toda la reserva de hidrocarburos que aún está bajo
tierra, que sería suficiente para derretir prácticamente toda la Antártida, y
no solo la capa de hielo del oeste que se está fundiendo ahora. La quema de
esta energía fósil también pone en riesgo la pérdida del hielo de la capa
oriental.
"La capa de
hielo de la Antártida tiene la mayor capacidad para aumentar el nivel del mar.
Si todo el hielo de este continente se distribuye por todo el océano, el nivel
global del mar subiría de unos 58 metros", declara a Sinc Ricarda
Winkelmann del Postdam Institute for Climate Impact Research en Alemania y
autora principal del estudio que se publica en Science Advances.
Según las
simulaciones, el continente antártico se quedará sin hielo en unos 10.000 años
si se queman todos los combustibles fósiles restantes. "La mayor parte de
esta subida del nivel del mar pasaría en los próximos milenios", indica
Winkelmann.
Los investigadores
estudiaron la evolución de la capa de hielo a lo largo de los últimos miles de
años ya que el carbono persiste en la atmósfera milenios después de haber sido
liberado. Descubrieron que el oeste de la Antártida se vuelve inestable si las
emisiones de CO2 se mantienen en los niveles actuales durante los próximos 60 o
80 años.
"Esto representa
únicamente entre el 6 y el 8% de toda la reserva de carbono que aún puede ser
liberado si se quema toda la reserva de combustibles fósiles", señalan los
autores que advierten que esta región ya está inmersa en un proceso imparable
de pérdida de hielo.
Las proyecciones
revelan que el nivel del mar podría aumentar en 30 metros al final del milenio
con el derretimiento parcial de la Antártida. "Esto implica un ritmo de
unos tres centímetros al año, que es realmente rápido", apunta a Sinc Ken
Caldeira, coautor del estudio e investigador en la Carnegie Institution for
Science (EE UU).
Según el científico,
el trabajo no predice grandes aumentos del nivel del mar a lo largo de este
siglo, por lo que los resultados de este análisis se ajustan las previsiones ya
establecidas que pronostican un aumento del nivel del mar de 60 centímetros.
Ciudades
e islas bajo el mar
En la actualidad, la
Antártida contribuye al 10% del aumento generalizado del nivel del mar y por
tanto se considera un contribuyente menor. No obstante, con el incremento de
las temperaturas se prevé que el deshielo de las grandes masas de hielo del
continente provoque importantes subidas del nivel del mar.
"El aumento de
30 o 50 metros del nivel del mar sumergirá muchas de las mayores ciudades del
mundo", asegura Caldeira
Tokio, Hong Kong,
Shangai, Hamburgo y Nueva York son algunas de las grandes ciudades que se
verían directamente afectadas por el este fenómeno. "El aumento de 30 o 50
metros del nivel del mar sumergirá muchas de las mayores ciudades del mundo que
se sitúan cerca de la costa. En EE UU por ejemplo, casi todo el Estado de
Florida se hundiría", asegura Caldeira. Las inundaciones costeras estarán
a la orden del día y afectarán a miles de millones de personas.
Pero para el equipo
de investigación, la situación es reversible. "Para evitar el deshielo de
la mayor parte de la Antártida debemos dejar la mayoría de los combustibles
fósiles en el subsuelo", informa el experto quien asegura que esto
cambiaría por completo nuestros sistemas de producción de energía y consumo.
"De este modo no usaremos el cielo como vertedero al emitir CO2",
subraya.
El estudio demuestra
que si el aumento de las temperaturas no excede de los 2 ºC, el derretimiento
del continente helado causaría incrementos del nivel del mar de tan solo unos
metros y serían aún manejables. Sin embargo, un mayor calentamiento global
podría remodelar las capas de hielo del este y oeste de forma categórica y cada
décima de grado adicional acrecentará el riesgo de una pérdida total e
irreversible del hielo de la Antártida.
(www.neomundo.com.ar
/ SINC)
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