* "Sicario" del periodismo tiene antecedentes de abuso de confianza, fraudes y extorsiones, y carece de lealtad para nadie
El texto que envía Pedro Castillo, Presidente de la Delegación Baja California de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC), también Presidente Fundador de la Editorial Séptimo Día, S.A. de C.V., dirigente de mercados sobre ruedas y Presidente de la Fundación "Pedro Castillo" A.C., bien fundamentado es el siguiente:
Tijuana,
Baja California, 10 de Agosto de 2015.-
A LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
A LAS
INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
A LA
SOCIEDAD EN GENERAL:
En días pasados un pseudo periodista de
nombre Miguel Rojas Salazar comenzó a difundir mentiras acerca de mi persona,
mis asociaciones civiles y las gentes que laboran conmigo en la edición del
Semanario Séptimo Día de Las Californias, en el cual, por cierto, llegó a
colaborar él mismo, y fue despedido por abuso de confianza, fraudes y
extorsiones, las cuales en este comunicado describiré, para que sepan que ese
individuo no tiene ninguna calidad moral para denostar contra nadie, pues sus
columnas “periodísticas” en la mayoría de sus contenidos están plagados de
mentiras, de “inventos” suyos; y dicho individuo “vende” su “pluma” al mejor
postor, al que le pague más, sin una pisca de lealtad a nadie, pues se podría
decir que es como el que vendía su herencia por un plato de lentejas, así
Miguel Rojas vende hasta su dignidad por quien pueda pagarla.
Así paso a aclarar todos y cada uno de los
puntos que ha difundido sobre mi persona, y empiezo por aclarar que yo nunca lo
he amenazado, y si quisiera, sí, puedo demandarlo, y eso no es una amenaza, es
un derecho que cualquier ciudadano podemos tener si se ha atentado contra
nuestra reputación y la honorabilidad de la familia, dejando en manos de las
propias autoridades cualquier amonestación o sanción administrativa o la que
consideren los que ejercitan la Ley.
Eso no es amenaza. Nunca atentaría contra la
integridad física de nadie, mucho menos de su familia. Pero eso no significa
que tenga que cruzarme de brazos y tolerar que en cambio sí atentes contra mi
dignidad y la de mi familia.
El señor Miguel Rojas no tiene ninguna prueba
de ilegalidades de mi parte, y lo voy a demostrar, haciendo uso de mi derecho
de réplica, como él mismo dice:
En su columna, que por desgracia y malamente
les llegaría a personas que pudieran creerle sus mentiras, comienza diciendo
que soy Presidente de la ANPAC Tijuana “sin ser periodista”, a lo cual aclaro,
soy Presidente de la Delegación Baja California de la Asociación Nacional de
Periodista A.C. (ANPAC), con sede en Tijuana, y eso de “sin ser periodista” es relativo:
durante años colaboré como columnista en diversos medios de comunicación, y
posteriormente, hace más de 8 años ya, incursioné en la empresa de hacer un
periódico semanal que ya tiene mucha penetración en el estado de Baja
California, especialmente en Tijuana, Tecate y Rosarito.
Ser propietario fundador de un medio de
comunicación cuyo tiraje pueden constatarlo en el periódico regional El
Mexicano, que es el que está imprimiendo actualmente el semanario Séptimo Día,
con tiraje de 3 mil ejemplares, ya me da una calidad de integrante del gremio
periodístico, por nuestra constancia durante más de 8 años de publicar
semanalmente la información del acontecer de nuestra comunidad y los análisis
de opinión de quienes han colaborado en dicho medio.
Un profesional del periodismo sí le estaría
criticando sus frases que a fuerzas quisiera que las acuñara la Real Academia
de la Lengua Española, como esa de “el cultivismo a través del empirismo”,
aunque obviamente eso se llama algo así como “cantinflear”, y ese estilo sí es
reconocido ya, aunque Miguel Rojas jamás le llegará ni a los talones a
“Cantinflas”.
Sí. Soy líder de mercados sobre ruedas, que
ciertamente van en expansión y nos vamos haciendo más fuertes, pero no es por
el favor de las autoridades, aunque les reconocemos a todas las
administraciones públicas municipales, no solamente a esta del doctor Jorge
Astiazarán Orcí, sino también a todas las anteriores, a lo largo de más de 25
años, lo poco o mucho que han hecho a favor, no de mí, sino de miles y miles de
locatarios de mercados sobre ruedas que, con esa actividad sostienen a miles y
miles de familias.
El crecimiento de estos mercados sobre
ruedas, sin embargo, se debe a factores como el económico: que las crisis y el
desempleo han empujado a miles y a miles a buscar otros medios lícitos de
vivir, y uno de esos medios es la organización y composición de mercados sobre
ruedas, y a todos los hemos agremiado voluntariamente, pues saben que la unidad
los hace fuertes, y sí, como en toda organización, alguien tiene que ir a la
cabeza, representándolos, y resolviendo todos los problemas y demandas del
gremio, como lo hemos venido haciendo durante muchos años, y cuando las
autoridades violentan los derechos de esos comerciantes, o no resuelve sus
demandas, la unidad se pone de manifiesta; luego entonces, hay constancia de
que hay trabajo de organización, no de manipulaciones ni otras ideas tontas
como las que vierte Miguel Rojas.
Hacerle caso a tontos es engrandecerlos,
dicen por ahí; sin embargo, debido a que soy una persona pública, ahora a cargo
también de una Fundación que lleva mi nombre, es para dejar claro a la opinión
pública que no soy una persona con dobleces ni con ninguna costumbre negativa,
y todos los que me han tratado tienen constancia de ello.
Ciertamente los locatarios de los mercados
sobre ruedas me apoyan económicamente para la publicación del semanario Séptimo
Día, pero nadie lo hace a fuerzas, sino que fue acuerdo de asamblea, pues esto
viene dándose mucho antes de que tomara el camino empresarial de la Editorial
Séptimo Día S.A. de C.V., que es con dicha razón social como se factura
legalmente a todos los clientes, incluyendo las instituciones gubernamentales,
que publicitan lo que oficialmente están obligados a hacer, y conforme a las
leyes en la materia, obviamente en términos fiscales, conforme a las normas del
SAT (Sistema de Administración Tributaria), de tal manera que Miguel Rojas
miente cuando dice que hay evasión y fraude fiscal.
Decía pues, que mucho antes de tomar yo el
camino empresarial de editar y publicar un periódico semanal, los locatarios de
mercados sobre ruedas ya comprábamos ejemplares de lo que fue en un breve
tiempo un semanario llamado “Rumbo Político”, del reconocido periodista Jorge
Mario Camacho Ibarra, hasta que los locatarios mismos consideraron que era
mejor que contáramos las organizaciones de mercados sobre ruedas un periódico
propio, en el que no solamente se difundiera la información y opiniones que se
generan conforme al acontecer de cada semana, sino también que dicho periódico
se ha convertido desde hace más de 8 años en un medio de difusión de las
actividades de los mercados sobre ruedas, y en especial, de defensa de los
intereses de todos los agremiados a dichas organizaciones civiles.
No hay ilegalidad ni inmoralidad en todo eso.
Esa es la historia real y no lo que inventa
la mente febril de Miguel Rojas, y que por cierto, no es una jugosa cantidad de
dinero lo que se recopila de la cooperación de los locatarios de mercados sobre
ruedas, para sacar la edición del periódico, aunque sí es una importante ayuda
para solventar al menos la tercera parte, o un poco más de la tercera parte,
del costo de la maquila.
En cuanto a Félix Millán Torrecillas ya lo
hemos denunciado varias veces, y hay constancia de ello, e incluso, la ANPAC en
Baja California fue rescatada de las manos corruptas de Felix Millán, y se
dignificó, con una nueva directiva, de la cual con el paso del tiempo, ha
tenido otras recomposiciones, y no por mañas y corrupciones de su servidor como
lo divulga falaz y malignamente el pseudo periodista al que le estoy dando mi
respuesta como derecho de réplica.
La Cámara Nacional de Comercio (CANACO) nos
ha dejado sesionar porque ve una asociación de periodistas serios, entre los
cuales está José Ángel Inzunza Mendoza, con una carrera periodística de 30
años, reconocido por todos los del gremio; y a ningún periodista serio los
hemos “usado” para “adornar” nuestra asociación (la ANPAC), sino que ellos
fueron atraídos por los intentos serios que hemos tenido de fortalecer al
gremio, de unificarlos, y de luchar por sus derechos y pugnar porque mejoren
sus condiciones de vida. Los hemos defendido contra los ataques de malos
servidores públicos y otras agresiones de las que han sido objeto, y lo hemos
hecho sin distinciones de siglas de tal o cual agrupación.
Nuestro reconocimiento y respeto a don Luis
Franco Prado, que lamentablemente ya no está con nosotros; e igualmente a Jorge
Martell, Eglantina Esquivel Martínez y Jorge Mario Camacho Ibarra, pero sus
intereses personales los hicieron retirarse, así como sucedió también con
Odilón García, un “señorón” de la pluma, que se indignó justificadamente porque
algunos compañeros luego de la sesión con el invitado de la semana, lo
acorralaban y le pedían dinero, o les acosaban pidiéndoles publicidad, cuando
eso se supone que podrían haberlo hecho fuera del recinto de la Canaco, cuando
se retirara el invitado, o incluso, mucho mejor si solamente les entregaran sus
tarjetas de presentación y posteriormente fueran a las oficinas del servidor
público. Esa práctica se ha ido desterrando de nuestras reuniones, y seamos
sinceros, en todas las asociaciones de periodistas sucede ese lamentable
fenómeno social.
En todo esto, pido que explique el pseudo
periodista Miguel Rojas qué significa eso de que “En cuanto al objetivo social
que mueve la creación de toda asociación, éste debe ser democrático y nunca
promocionar aspectos como el terrorismo o acciones constitutivas de delito”,
porque ni la ANPAC ni las organizaciones de mercados sobre ruedas que dirijo
promocionamos ni terrorismo ni acciones constitutivas de delitos, y eso, señor,
si es que fuera digno llamarlo “señor”, es difamación y calumnia, que aunque ya
no es castigado penalmente, es motivo para una demanda civil, que, por supuesto,
interpondré ante las instancias correspondientes.
La misión del periódico Séptimo Día no es la
de chantajear a la clase gobernante, ellos nos dan o dejan de darnos
publicidad, como a cualquier medio de comunicación, por razones de presupuesto,
de políticas públicas, o lo que quieran argumentar, y eso no cambia hasta
ahora, y no sabemos qué tanto cambiará con la nueva Ley sobre publicidad
institucional que se discute en comisiones del Congreso del Estado. Nada tiene
que ver con “premiar”, o “castigar”, “a cambio de “proteger” intereses
descubiertos”. Ese fenómeno, sin embargo, se da en todos lados, y es cuestión
solo de recordar cómo se dio un escándalo por las supuestas extorsiones de la
Editorial Ruiz Healy (periódico Frontera y La Crónica de Baja California) con
el Gobierno del licenciado Francisco Arturo Vega de Lamadrid. Nosotros estamos
a favor de que las publicidades institucionales sean clarificadas, para que no
se presten a “favores” ni a “represalias”.
Como antes decía, Miguel Rojas acostumbra
“inventar” la mayoría del contenido de sus columnas o escritos “periodísticos”,
en realidad no investiga, falsea hechos, como ese de que “le presumí” a un
líder que el Alcalde y Bernardo Padilla me hayan ofrecido la Delegación de La
Presa, y que yo la rechacé. La verdad, ignoro lo que hagan los políticos, y sobre
todo, por mi mala experiencia en la pasada campaña electoral, como candidato,
no quiero saber de política, solamente de seguir representando los intereses de
los agremiados de las organizaciones de mercados sobre ruedas, y cumplirles a
toda la gente con las que me comprometí a conseguirles apoyos, ahora como
Fundación “Pedro Castillo Chavoya”.
El mismo pseudo periodista se enreda en ese
embute, el cual no quiero engrandecerle, porque es una vil mentira.
De lo que pasé por desgracia en la campaña
política electoral, no quiero ni acordarme, Dios castigará a los que quisieron
hacerme mucho mal, y no importa que tan encumbrados estén, estoy convencidos de
que si en este mundo no se hace justicia, quienes obran mal, terminan mal, y
nunca tendrán ningún bien de nuestro Creador, que al final es el mejor juez de
todos.
En cuanto a la ANPAC (Asociación Nacional de
Periodistas A.C.), se ha enviado ya un comunicado que no deja lugar a dudas de
que no ha perdido su rumbo, ni se ha debilitado, y sin duda se lo comprobaremos
a todas las lenguas viperinas.
Finalmente, si presento demanda contra el
pseudo periodista Miguel Rojas es solamente para que, así como difunde una
sarta de mentiras, a diestra y siniestra, así difunda públicamente unas
disculpas y se retracte de todo lo que ha dicho, pues como dije al principio,
Miguel Rojas mismo llegó a ser parte del equipo editorial del periódico Séptimo
Día, y fue despedido por abuso de confianza, fraudes y extorsiones, como
enseguida lo señalo:
A la empresa Editorial Séptimo Día S.A. de
C.V. nos fraudeó con 300 dólares que supuestamente iban a ser para la renta de
una oficina, y nada; eso se llama abuso de confianza y fraude.
Lo peor de todo fue cuando intentó
extorsionar al entonces Presidente Municipal de Tecate, arquitecto Javier
Urbalejo Cinco, y a su esposa, la doctora Denisse Vargas de Urbalejo, y al
enterarnos ellos de ese intento de chantaje y extorsión de Miguel Rojas,
decidimos despedirlo, pues incluso hubo otros funcionarios de Tecate, tanto del
ámbito municipal como estatal, que denunciaron lo mismo: chantaje y extorsión,
de parte de Miguel Rojas. Y cuando quiera, presentamos a esos testigos, y
estamos seguros de que ninguno de sus lectores, los que tenga, no van a querer
jamás leer sus mentiras.
Sabemos también de buena fuente que la casa
que actualmente ocupa era de una señora de la tercera edad, que falleció hace
poco, que se la prestó, bajo engaños de él, y que como la señora murió
intestada, ahora le quiere quitar la casa a la hija de la anciana mujer, pese a
que lógicamente ella es la heredera, pero Miguel Rojas mañosamente se ha
apropiado de lo que no es suyo.
Tal vez no recuerde tampoco ese maldiciente
cuando se robó unas maquetas de camarón del Soriana del Fraccionamiento Soler,
y que solamente por sus argucias los policías municipales que se lo llevaron
detenido lo soltaron horas después.
Lamentamos decir que Miguel Rojas Salazar no
tiene ninguna calidad moral para escribir, es un “sicario” del periodismo, que
se ha denigrado con cada año que pasa, capaz de “venderse” con quien sea, por
hambre.
Es solamente cuestión de recordar también que
hace poco lloró por favores de mi persona, incluyéndose como colaborador de
nuevo en el Séptimo Día, durante la pasada campaña electoral, y que hay muchas
constancias, no solamente de sus colaboraciones, las cuales se las pagaba, por
supuesto que se las pagaba, y que todavía, como puede notarse en una de las
gráficas que aquí se anexan, en mi teléfono celular están grabados los
WhatsApps en que me pedía dinero, en el pasado mes de julio. Y es obvio que,
cuando ya no pudo obtener más dinero del que debía de darle, se ha enfurecido y
despotrica contra mí, como despotrica contra todo el que le da la mano y
después por alguna razón deja de ayudarlo. No tiene ninguna lealtad para nadie.
En ese sentido, advierto a la licenciada
María Asunción Gutiérrez (Bibi de Méndez), Presidenta de la Asociación de
Periodistas de Tijuana, se cuide mucho de Miguel Rojas, que ha acudido también
a usted, para solicitar su protección, pero que, cuidado, en el momento menos
esperado por usted, después Miguel Rojas no dudaría en denostarla, a usted y a
su asociación, si se encuentra alguien que le pague para eso.
Todas sus diatribas e insultos se los va a
tragar conforme ustedes lo conozcan más a fondo, pues lamentablemente, ya es un
ser humano muy degradado, sin valores, sin moral ni ética.
Y con todo esto termino insistiendo en que
quiero que ese sujeto de nombre Miguel Rojas Salazar se disculpe públicamente
por todas las mentiras que ha publicado sobre mi persona, y que en cambio, como
antes lo señalé, de él sí hay muchos antecedentes vergonzosos, lacerantes, y
hasta con tintes penales, de no ser porque muchas de sus víctimas no
presentaron denuncia penal contra él, y algunos que sí lo hicieron, como son
algunos ciudadanos a los que ha defraudado mintiéndoles que les va a realizar
una gestión y solamente se “clava” el dinero que le dan sin cumplir ninguna
gestión, por desgracia esas víctimas no pudieron hacerse justicia porque
ignoraban su domicilio o cómo encontrarlo, y por tiempos y tiempos se
“desaparecía” de Palacio Municipal, para que sus víctimas desistieran de sus
demandas, o nunca las concluyeran.
De mi parte, solo quiero disculpa pública, o
demandaré hasta llegar a sus últimas consecuencias legales.
Atentamente:
Pedro Castillo Chavoya
Presidente Fundador de
Editorial Séptimo Día S.A. de C.V.
Y de la Fundación Pedro Castillo A.C.
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