Paga Predial fácil, y sin multas ni recargos

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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

Miguel Rojas miente sobre Pedro Castillo

* "Sicario" del periodismo tiene antecedentes de abuso de confianza, fraudes y extorsiones, y carece de lealtad para nadie

El texto que envía Pedro Castillo, Presidente de la Delegación Baja California de la Asociación Nacional de Periodistas A.C. (ANPAC), también Presidente Fundador de la Editorial Séptimo Día, S.A. de C.V., dirigente de mercados sobre ruedas y Presidente de la Fundación "Pedro Castillo" A.C., bien fundamentado es el siguiente:



Tijuana, Baja California, 10 de Agosto de 2015.-



A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
A LAS INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
A LA SOCIEDAD EN GENERAL:


En días pasados un pseudo periodista de nombre Miguel Rojas Salazar comenzó a difundir mentiras acerca de mi persona, mis asociaciones civiles y las gentes que laboran conmigo en la edición del Semanario Séptimo Día de Las Californias, en el cual, por cierto, llegó a colaborar él mismo, y fue despedido por abuso de confianza, fraudes y extorsiones, las cuales en este comunicado describiré, para que sepan que ese individuo no tiene ninguna calidad moral para denostar contra nadie, pues sus columnas “periodísticas” en la mayoría de sus contenidos están plagados de mentiras, de “inventos” suyos; y dicho individuo “vende” su “pluma” al mejor postor, al que le pague más, sin una pisca de lealtad a nadie, pues se podría decir que es como el que vendía su herencia por un plato de lentejas, así Miguel Rojas vende hasta su dignidad por quien pueda pagarla.
Así paso a aclarar todos y cada uno de los puntos que ha difundido sobre mi persona, y empiezo por aclarar que yo nunca lo he amenazado, y si quisiera, sí, puedo demandarlo, y eso no es una amenaza, es un derecho que cualquier ciudadano podemos tener si se ha atentado contra nuestra reputación y la honorabilidad de la familia, dejando en manos de las propias autoridades cualquier amonestación o sanción administrativa o la que consideren los que ejercitan la Ley.
Eso no es amenaza. Nunca atentaría contra la integridad física de nadie, mucho menos de su familia. Pero eso no significa que tenga que cruzarme de brazos y tolerar que en cambio sí atentes contra mi dignidad y la de mi familia.
El señor Miguel Rojas no tiene ninguna prueba de ilegalidades de mi parte, y lo voy a demostrar, haciendo uso de mi derecho de réplica, como él mismo dice:
En su columna, que por desgracia y malamente les llegaría a personas que pudieran creerle sus mentiras, comienza diciendo que soy Presidente de la ANPAC Tijuana “sin ser periodista”, a lo cual aclaro, soy Presidente de la Delegación Baja California de la Asociación Nacional de Periodista A.C. (ANPAC), con sede en Tijuana, y eso de “sin ser periodista” es relativo: durante años colaboré como columnista en diversos medios de comunicación, y posteriormente, hace más de 8 años ya, incursioné en la empresa de hacer un periódico semanal que ya tiene mucha penetración en el estado de Baja California, especialmente en Tijuana, Tecate y Rosarito.
Ser propietario fundador de un medio de comunicación cuyo tiraje pueden constatarlo en el periódico regional El Mexicano, que es el que está imprimiendo actualmente el semanario Séptimo Día, con tiraje de 3 mil ejemplares, ya me da una calidad de integrante del gremio periodístico, por nuestra constancia durante más de 8 años de publicar semanalmente la información del acontecer de nuestra comunidad y los análisis de opinión de quienes han colaborado en dicho medio.
Un profesional del periodismo sí le estaría criticando sus frases que a fuerzas quisiera que las acuñara la Real Academia de la Lengua Española, como esa de “el cultivismo a través del empirismo”, aunque obviamente eso se llama algo así como “cantinflear”, y ese estilo sí es reconocido ya, aunque Miguel Rojas jamás le llegará ni a los talones a “Cantinflas”.
Sí. Soy líder de mercados sobre ruedas, que ciertamente van en expansión y nos vamos haciendo más fuertes, pero no es por el favor de las autoridades, aunque les reconocemos a todas las administraciones públicas municipales, no solamente a esta del doctor Jorge Astiazarán Orcí, sino también a todas las anteriores, a lo largo de más de 25 años, lo poco o mucho que han hecho a favor, no de mí, sino de miles y miles de locatarios de mercados sobre ruedas que, con esa actividad sostienen a miles y miles de familias.
El crecimiento de estos mercados sobre ruedas, sin embargo, se debe a factores como el económico: que las crisis y el desempleo han empujado a miles y a miles a buscar otros medios lícitos de vivir, y uno de esos medios es la organización y composición de mercados sobre ruedas, y a todos los hemos agremiado voluntariamente, pues saben que la unidad los hace fuertes, y sí, como en toda organización, alguien tiene que ir a la cabeza, representándolos, y resolviendo todos los problemas y demandas del gremio, como lo hemos venido haciendo durante muchos años, y cuando las autoridades violentan los derechos de esos comerciantes, o no resuelve sus demandas, la unidad se pone de manifiesta; luego entonces, hay constancia de que hay trabajo de organización, no de manipulaciones ni otras ideas tontas como las que vierte Miguel Rojas.
Hacerle caso a tontos es engrandecerlos, dicen por ahí; sin embargo, debido a que soy una persona pública, ahora a cargo también de una Fundación que lleva mi nombre, es para dejar claro a la opinión pública que no soy una persona con dobleces ni con ninguna costumbre negativa, y todos los que me han tratado tienen constancia de ello.
Ciertamente los locatarios de los mercados sobre ruedas me apoyan económicamente para la publicación del semanario Séptimo Día, pero nadie lo hace a fuerzas, sino que fue acuerdo de asamblea, pues esto viene dándose mucho antes de que tomara el camino empresarial de la Editorial Séptimo Día S.A. de C.V., que es con dicha razón social como se factura legalmente a todos los clientes, incluyendo las instituciones gubernamentales, que publicitan lo que oficialmente están obligados a hacer, y conforme a las leyes en la materia, obviamente en términos fiscales, conforme a las normas del SAT (Sistema de Administración Tributaria), de tal manera que Miguel Rojas miente cuando dice que hay evasión y fraude fiscal.
Decía pues, que mucho antes de tomar yo el camino empresarial de editar y publicar un periódico semanal, los locatarios de mercados sobre ruedas ya comprábamos ejemplares de lo que fue en un breve tiempo un semanario llamado “Rumbo Político”, del reconocido periodista Jorge Mario Camacho Ibarra, hasta que los locatarios mismos consideraron que era mejor que contáramos las organizaciones de mercados sobre ruedas un periódico propio, en el que no solamente se difundiera la información y opiniones que se generan conforme al acontecer de cada semana, sino también que dicho periódico se ha convertido desde hace más de 8 años en un medio de difusión de las actividades de los mercados sobre ruedas, y en especial, de defensa de los intereses de todos los agremiados a dichas organizaciones civiles.
No hay ilegalidad ni inmoralidad en todo eso.
Esa es la historia real y no lo que inventa la mente febril de Miguel Rojas, y que por cierto, no es una jugosa cantidad de dinero lo que se recopila de la cooperación de los locatarios de mercados sobre ruedas, para sacar la edición del periódico, aunque sí es una importante ayuda para solventar al menos la tercera parte, o un poco más de la tercera parte, del costo de la maquila.
En cuanto a Félix Millán Torrecillas ya lo hemos denunciado varias veces, y hay constancia de ello, e incluso, la ANPAC en Baja California fue rescatada de las manos corruptas de Felix Millán, y se dignificó, con una nueva directiva, de la cual con el paso del tiempo, ha tenido otras recomposiciones, y no por mañas y corrupciones de su servidor como lo divulga falaz y malignamente el pseudo periodista al que le estoy dando mi respuesta como derecho de réplica.
La Cámara Nacional de Comercio (CANACO) nos ha dejado sesionar porque ve una asociación de periodistas serios, entre los cuales está José Ángel Inzunza Mendoza, con una carrera periodística de 30 años, reconocido por todos los del gremio; y a ningún periodista serio los hemos “usado” para “adornar” nuestra asociación (la ANPAC), sino que ellos fueron atraídos por los intentos serios que hemos tenido de fortalecer al gremio, de unificarlos, y de luchar por sus derechos y pugnar porque mejoren sus condiciones de vida. Los hemos defendido contra los ataques de malos servidores públicos y otras agresiones de las que han sido objeto, y lo hemos hecho sin distinciones de siglas de tal o cual agrupación.
Nuestro reconocimiento y respeto a don Luis Franco Prado, que lamentablemente ya no está con nosotros; e igualmente a Jorge Martell, Eglantina Esquivel Martínez y Jorge Mario Camacho Ibarra, pero sus intereses personales los hicieron retirarse, así como sucedió también con Odilón García, un “señorón” de la pluma, que se indignó justificadamente porque algunos compañeros luego de la sesión con el invitado de la semana, lo acorralaban y le pedían dinero, o les acosaban pidiéndoles publicidad, cuando eso se supone que podrían haberlo hecho fuera del recinto de la Canaco, cuando se retirara el invitado, o incluso, mucho mejor si solamente les entregaran sus tarjetas de presentación y posteriormente fueran a las oficinas del servidor público. Esa práctica se ha ido desterrando de nuestras reuniones, y seamos sinceros, en todas las asociaciones de periodistas sucede ese lamentable fenómeno social.
En todo esto, pido que explique el pseudo periodista Miguel Rojas qué significa eso de que “En cuanto al objetivo social que mueve la creación de toda asociación, éste debe ser democrático y nunca promocionar aspectos como el terrorismo o acciones constitutivas de delito”, porque ni la ANPAC ni las organizaciones de mercados sobre ruedas que dirijo promocionamos ni terrorismo ni acciones constitutivas de delitos, y eso, señor, si es que fuera digno llamarlo “señor”, es difamación y calumnia, que aunque ya no es castigado penalmente, es motivo para una demanda civil, que, por supuesto, interpondré ante las instancias correspondientes.
La misión del periódico Séptimo Día no es la de chantajear a la clase gobernante, ellos nos dan o dejan de darnos publicidad, como a cualquier medio de comunicación, por razones de presupuesto, de políticas públicas, o lo que quieran argumentar, y eso no cambia hasta ahora, y no sabemos qué tanto cambiará con la nueva Ley sobre publicidad institucional que se discute en comisiones del Congreso del Estado. Nada tiene que ver con “premiar”, o “castigar”, “a cambio de “proteger” intereses descubiertos”. Ese fenómeno, sin embargo, se da en todos lados, y es cuestión solo de recordar cómo se dio un escándalo por las supuestas extorsiones de la Editorial Ruiz Healy (periódico Frontera y La Crónica de Baja California) con el Gobierno del licenciado Francisco Arturo Vega de Lamadrid. Nosotros estamos a favor de que las publicidades institucionales sean clarificadas, para que no se presten a “favores” ni a “represalias”.
Como antes decía, Miguel Rojas acostumbra “inventar” la mayoría del contenido de sus columnas o escritos “periodísticos”, en realidad no investiga, falsea hechos, como ese de que “le presumí” a un líder que el Alcalde y Bernardo Padilla me hayan ofrecido la Delegación de La Presa, y que yo la rechacé. La verdad, ignoro lo que hagan los políticos, y sobre todo, por mi mala experiencia en la pasada campaña electoral, como candidato, no quiero saber de política, solamente de seguir representando los intereses de los agremiados de las organizaciones de mercados sobre ruedas, y cumplirles a toda la gente con las que me comprometí a conseguirles apoyos, ahora como Fundación “Pedro Castillo Chavoya”.
El mismo pseudo periodista se enreda en ese embute, el cual no quiero engrandecerle, porque es una vil mentira.
De lo que pasé por desgracia en la campaña política electoral, no quiero ni acordarme, Dios castigará a los que quisieron hacerme mucho mal, y no importa que tan encumbrados estén, estoy convencidos de que si en este mundo no se hace justicia, quienes obran mal, terminan mal, y nunca tendrán ningún bien de nuestro Creador, que al final es el mejor juez de todos.
En cuanto a la ANPAC (Asociación Nacional de Periodistas A.C.), se ha enviado ya un comunicado que no deja lugar a dudas de que no ha perdido su rumbo, ni se ha debilitado, y sin duda se lo comprobaremos a todas las lenguas viperinas.
Finalmente, si presento demanda contra el pseudo periodista Miguel Rojas es solamente para que, así como difunde una sarta de mentiras, a diestra y siniestra, así difunda públicamente unas disculpas y se retracte de todo lo que ha dicho, pues como dije al principio, Miguel Rojas mismo llegó a ser parte del equipo editorial del periódico Séptimo Día, y fue despedido por abuso de confianza, fraudes y extorsiones, como enseguida lo señalo:
A la empresa Editorial Séptimo Día S.A. de C.V. nos fraudeó con 300 dólares que supuestamente iban a ser para la renta de una oficina, y nada; eso se llama abuso de confianza y fraude.
Lo peor de todo fue cuando intentó extorsionar al entonces Presidente Municipal de Tecate, arquitecto Javier Urbalejo Cinco, y a su esposa, la doctora Denisse Vargas de Urbalejo, y al enterarnos ellos de ese intento de chantaje y extorsión de Miguel Rojas, decidimos despedirlo, pues incluso hubo otros funcionarios de Tecate, tanto del ámbito municipal como estatal, que denunciaron lo mismo: chantaje y extorsión, de parte de Miguel Rojas. Y cuando quiera, presentamos a esos testigos, y estamos seguros de que ninguno de sus lectores, los que tenga, no van a querer jamás leer sus mentiras.
Sabemos también de buena fuente que la casa que actualmente ocupa era de una señora de la tercera edad, que falleció hace poco, que se la prestó, bajo engaños de él, y que como la señora murió intestada, ahora le quiere quitar la casa a la hija de la anciana mujer, pese a que lógicamente ella es la heredera, pero Miguel Rojas mañosamente se ha apropiado de lo que no es suyo.
Tal vez no recuerde tampoco ese maldiciente cuando se robó unas maquetas de camarón del Soriana del Fraccionamiento Soler, y que solamente por sus argucias los policías municipales que se lo llevaron detenido lo soltaron horas después.
Lamentamos decir que Miguel Rojas Salazar no tiene ninguna calidad moral para escribir, es un “sicario” del periodismo, que se ha denigrado con cada año que pasa, capaz de “venderse” con quien sea, por hambre.
Es solamente cuestión de recordar también que hace poco lloró por favores de mi persona, incluyéndose como colaborador de nuevo en el Séptimo Día, durante la pasada campaña electoral, y que hay muchas constancias, no solamente de sus colaboraciones, las cuales se las pagaba, por supuesto que se las pagaba, y que todavía, como puede notarse en una de las gráficas que aquí se anexan, en mi teléfono celular están grabados los WhatsApps en que me pedía dinero, en el pasado mes de julio. Y es obvio que, cuando ya no pudo obtener más dinero del que debía de darle, se ha enfurecido y despotrica contra mí, como despotrica contra todo el que le da la mano y después por alguna razón deja de ayudarlo. No tiene ninguna lealtad para nadie.
En ese sentido, advierto a la licenciada María Asunción Gutiérrez (Bibi de Méndez), Presidenta de la Asociación de Periodistas de Tijuana, se cuide mucho de Miguel Rojas, que ha acudido también a usted, para solicitar su protección, pero que, cuidado, en el momento menos esperado por usted, después Miguel Rojas no dudaría en denostarla, a usted y a su asociación, si se encuentra alguien que le pague para eso.
Todas sus diatribas e insultos se los va a tragar conforme ustedes lo conozcan más a fondo, pues lamentablemente, ya es un ser humano muy degradado, sin valores, sin moral ni ética.
Y con todo esto termino insistiendo en que quiero que ese sujeto de nombre Miguel Rojas Salazar se disculpe públicamente por todas las mentiras que ha publicado sobre mi persona, y que en cambio, como antes lo señalé, de él sí hay muchos antecedentes vergonzosos, lacerantes, y hasta con tintes penales, de no ser porque muchas de sus víctimas no presentaron denuncia penal contra él, y algunos que sí lo hicieron, como son algunos ciudadanos a los que ha defraudado mintiéndoles que les va a realizar una gestión y solamente se “clava” el dinero que le dan sin cumplir ninguna gestión, por desgracia esas víctimas no pudieron hacerse justicia porque ignoraban su domicilio o cómo encontrarlo, y por tiempos y tiempos se “desaparecía” de Palacio Municipal, para que sus víctimas desistieran de sus demandas, o nunca las concluyeran.
De mi parte, solo quiero disculpa pública, o demandaré hasta llegar a sus últimas consecuencias legales.
Atentamente:

Pedro Castillo Chavoya
Presidente Fundador de
Editorial Séptimo Día S.A. de C.V.

Y de la Fundación Pedro Castillo A.C.


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