Paga Predial fácil, y sin multas ni recargos

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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

Manlio Fabio Beltrones


GANAR-GANAR-GANAR

El nombramiento de Manlio como Presidente del PRI (porque nadie duda que Peña Nieto ejerció ese tradicional derecho priista) muestra la clara intención del Primer Mandatario de preparar el terreno para la segunda parte de su mandato y al mismo tiempo “emparejar el terreno” para el 2018.
Con este nombramiento el Presidente Peña envía un mensaje claro a su círculo cercano y a todos los priistas, muchos de ellos en desacuerdo con la conducción de varios asuntos del país tanto por parte del Presidente como de sus colaboradores: en política no más improvisaciones. Manlio entra al juego de la sucesión y como puntero indiscutible.
El Presidente gana al nombrar al político priista mejor preparado y mejor aceptado por los propios priistas, para tomar las riendas del PRI e iniciar, con el gran oficio político del Sonorense, el reposicionamiento del otrora invencible en el juego político nacional con miras al 2016 y 2018.
Gana el PRI al tener como su Presidente de partido a un personaje que unifica prácticamente todas las corrientes y sectores del PRI y pone muy pero muy nerviosos y preocupados a los otros partidos políticos que reconocen en Manlio al mejor operador político de este País.
Y gana el propio Beltrones al posicionarse políticamente por encima de todos los preferidos de Peña Nieto. De esto último no hay duda. Solo 2 cosas harían posible que Manlio no apareciera en las boletas del 2018: una catástrofe electoral para el PRI en 2016 y que el propio Manlio decidiera no participar. Esto último parece prácticamente imposible si consideramos su declaración del pasado 17 de Agosto: “ Para el 2018 hay más que Videgaray, Nuño y Osorio”.
Esta jugada del Presidente Peña es una muestra clara de cómo se debe jugar la real política. Esa política que ha estado ausente en la mayor parte de este gobierno y que le ha impedido dar respuesta eficaz y oportuna a diversos problemas que ha enfrentado y que han derivado en serios conflictos y algunos en graves crisis como la de la casa  blanca de Sierra Gorda,  Ayotzinapa, Tlatlaya y la fuga del Chapo solo por mencionar alguna de ellas.
Manlio Fabio Beltrones, para nadie es un secreto, fue uno de los principales operadores de las Reformas del Presidente Peña. Ahora con su nombramiento, ya es un factor de futuro, para bien o para mal, para este Gobierno y para el PRI.
Su peso específico como político es insuperable para los demás actores tanto dentro como fuera del PRI.
Manlio, no hay duda, será un líder fuerte y que mantendrá la unidad en el PRI, sin embargo, enfrentará grandes retos en los procesos electorales de 2016 y del resultado de estos dependerá, en gran medida, su futuro rumbo al 2018, pues los deterioros en la economía nacional, la devaluación sistemática del peso, la corrupción y la inseguridad son pesadas losas que tendrán que soportar los candidatos del tricolor a la hora de pedir el voto ciudadano en los comicios por venir.
Los buenos oficios de Manlio serán decisivos al momento de tejer las alianzas con otros partidos y para hacer una minuciosa selección de candidatos, pues es claro que con su voto duro al PRI no le alcanzaría para salir con resultados positivos en 2016.

Esta película recién inicia.

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