Libertad, Agosto 2015.-Quizás
no haya nada que haga más feliz a un empleado, que llegar al trabajo y
descubrir una gran variedad de pizzas, refrescos, y pasteles desplegados en la
sala de juntas, listos para encajarles el diente. Y aun cuando ya hemos comido
y estamos satisfechos, puede ser difícil vencer la tentación de disfrutar de
estos manjares gratuitos. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto resistirnos a comer
en la oficina? Sigue leyendo y descúbrelo.
Un
antojo difícil de vencer
Aunque suene algo alocado, cada vez es más
común que las empresas ofrezcan alimentos sin costo a sus empleados. “Casi
cualquier nueva compañía tiene comida gratis disponible de alguna forma. Es
solo una manera de hacer sentir especiales a los empleados, sin necesidad de
incrementarle el salario a nadie”.
¿El problema? Con tanta comida disponible en
el lugar de trabajo, podríamos terminar comiendo de más. “El estrés, las
fatiga, e incluso tener un empleo poco satisfactorio podría provocar que la
gente coma. La gente que se alimenta en la oficina suele comer por otras
razones, sin tener hambre”.
Otra razón es que también podríamos caer en
la tentación de comer en la oficina por la influencia de los demás. La elección
de nuestros alimentos se podría basar en la necesidad social de encajar o de
afianzar nuestro lugar en un grupo, y que esto podría influir en lo que comemos
tanto cuando estamos solos, como cuando estamos en el trabajo.
¿Qué
hacer?
Como seguramente tarde o temprano te verás en
una de estas situaciones en donde te ofrecerán comida gratis, podrías evitar
que esto se vuelva un problema para tu dieta, siguiendo las siguientes
recomendaciones.
No
comas hasta el hartazgo. Aprende a detectar las señales de tu cuerpo y trata de
dejar de comer antes de que te sientas con la barriga muy llena.
Sé
selectivo.
Es muy fácil empezar a comer solo porque te pusieron algo enfrente (y más si es
gratis), pero lo recomendable es ser consciente de los que estás comiendo y
asegurarte de saber qué es lo que te llevas a la boca.
Selecciona
porciones pequeñas.
A veces, podrían servirnos comida en grandes cantidades. Lo mejor sería
compartir un poco con alguien más, para no comer de más.
Como ves, a veces pareciera que la comida nos
siguiera a todos lados, pero si tienes cuidado en la forma en que comes,
podrías aprovechar estas situaciones para socializar y pasarla bien con tus
compañeros, sin ver crecer tu cintura.
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