Libertad,
Agosto 2015.-Hay
momentos en que todo parece ir mal y la suerte no está de tu lado.
Pero no por ese mal momento tu día está totalmente
perdido. Utilizar algunas estrategias que tenemos a nuestro alcance podrían
hacernos cambiar de opinión sobre “un mal día”.
Proponte
ser amable contigo misma. Si te
sientes maltratada por los vientos de la suerte, será necesario un poco de
autocomplacencia. Esta podría ser una forma de lidiar con la situación,
mientras esperas a que el universo vuelva a enviarte un poco de amabilidad
Consiéntete. Una dosis de emoción positiva podría
aumentar tu capacidad de resistir a los días estresantes. Compra algún platillo
que te guste y que no comas a menudo, o regálate un masaje de pies.
Completa
una tarea pequeña. Haz algo que tengas pendiente, para
asegurarte de que el día no sea totalmente improductivo. Como por ejemplo: coloca
un gancho en la pared para evitar perder tus llaves, divide alguna bolsa de
comida chatarra en pequeñas porciones para no comer de más, o crea una copia de
seguridad de las fotos y videos de tu móvil.
Reconoce
el impacto de los eventos estresantes. Es
mucho más fácil hacer frente a un evento desafortunado aislado, que a una serie
de los mismos. Si te sientes mal o abrumada, reconocer que las causas de tu
estrés son temporarias, que solo ocurrirán una vez o que son incidentes
aleatorios de mala suerte.
Sal al
exterior. Cuando te levantes
con el pie izquierdo, visita un parque o algún lugar con agua. O puedes traer
algo de la naturaleza adentro, rodearte de plantas y flores, o colocar una
fuente de agua en tu escritorio.
Escucha
música opuesta al modo que te sientas. Si
estás molesta, trata de escuchar música inspiradora. Si estás ansiosa o
preocupada por algo, ármate una lista de canciones relajantes.
También
puedes optar por escuchar música que refleje cómo te sientes. Disfruta de las
melodías que
representen tu estado de ánimo durante el tiempo que se sienta
bien. Luego, a medida que empieces a estar mejor, cambia también la música.
Personifica
tu mal humor.
De vez en cuando puedes pregúntale a tu mal humor qué quiere hacer, y que
honres sus impulsos de una manera segura, haciendo cosas como romper papeles o
pegarle a una almohada.
Ubica
tu estado de ánimo. Busca estar tranquila
y preguntarle a esa parte de ti que está de mal humor, qué es lo que le
molesta. En otras palabras, en lugar de luchar contra tus sentimientos, trata
de averiguar qué necesitas.
Participa
de actividades que le hagan honor a tu temperamento natural. Si eres introvertida, busca pasar
tiempo a solas. Si eres extrovertida, habla con alguna amiga o vete a un lugar
concurrido, como un bar.
Ahora, ¿ya te sientes mejor?
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