Por: Karla Rodríguez.
Libertad, Marzo 2015.-Es
muy común escuchar que leer enriquece la existencia y hace volar la
imaginación, sin embargo, más allá de esto, ocurre una importante actividad
cerebral que podría reportarnos beneficios. ¿Qué pasa en tu mente cuando te
sumerges en tu novela preferida?.
Se
han escrito muchas líneas sobre los beneficios de la lectura a todos los niveles:
cognitivo, emocional, social. Pero ¿Cuáles son los beneficios de la
lectura en nuestra vida? ¿Qué pasa en el
cerebro cuando leemos?
Cuando leemos se
activan diferentes funciones relacionadas con la atención y la concentración y aumenta la densidad de la materia
gris.
Es decir, los cerebros
han ido adaptando diferentes rutas para interpretar e integrar símbolos
escritos y activar campos semánticos.
Pero leer es algo más
que otorgar significados a las palabras que reconocemos. Al leer se crean
fotografías mentales con cada palabra o frase que tiene significación para
nosotros y lo que todavía es más fascinante es que ha llegado a demostrarse que
en la lectura intervienen todos los sentidos; activándose las correspondientes
regiones cerebrales con palabras específicas que despiertan ese sentido
Es decir, nuestro
cerebro, en cierto modo, no distingue ficción de realidad y por lo tanto, es
capaz de vivenciar lo que relata la lectura.
Los libros nos
transforman
Ya lo intuíamos,
aunque no estaba demostrado. Que cuando terminamos de leer una novela, se producen cambios
temporales en la corteza cerebral.
El experto cuenta que
los cambios neuronales que detectaron sugieren que
leer una novela puede
transportarnos al cuerpo del protagonista. “Sabíamos que las buenas historias
podían ponernos en el zapato de alguien más, en un sentido metafórico.
Esto implica que cuando
leemos una novela, un cuento, etc. Nos adentramos frecuentemente a las
aventuras y desventuras de los protagonistas; lo cual supone el desarrollo de
una mayor capacidad para ponerse en el lugar del otro y adoptar diferentes
perspectivas.
Además, en función
del tipo de lectura que estamos realizando, se activan unas áreas u otras. No
es lo mismo leer poesía que novela. Con la primera, por ejemplo, se estimulan
también áreas que responden a la música, cosa que no ocurre con la
prosa. Y tampoco es lo mismo leer textos clásicos que textos contemporáneos, ya
que el uso de palabras rebuscadas o extrañas constituye un reto para nuestro
cerebro.
Ninguna actividad
humana es tan compleja: al leer ponemos en marcha diferentes tipos de memoria,
recopilamos la ortografía y nuestro campo semántico se activa.
Las bases de la
lectura son apasionantes pero es más emocionante, la capacidad que hemos
desarrollado como saltar de una letra a otra en milésimas de segundo
o adivinar el final de una frase cuando los ojos aún están leyendo el
principio.
Leer hace la
diferencia
Cada vez que te
hundes en tu libro, la intensa actividad cerebral desatada podría tener
repercusiones positivas en el futuro,
La lectura “acumulada
con el tiempo, tiene profundas implicaciones en el
desarrollo de una amplia gama de capacidades cognitivas”.
Una persona que lee
mucho “desarrolla más las habilidades del lenguaje como el vocabulario,
adquiere un mayor conocimiento y familiaridad con estructuras sintácticas más
complejas, y crea una base firme de conocimiento”
.
La lectura está tan
presente en nuestras vidas que una vez que aprendemos a leer no podemos parar
de hacerlo, ahora dime a ti ¿Cómo crees que te beneficia leer?
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