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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

¿Por qué nos enfermamos?



Por el Doctor Matasanos

Libertad, Febrero 2015, Tijuana. B. C.-Una razón de por qué nos enfermamos es la de que nuestra condición física de nosotros como seres humanos ha ido deteriorándose, y sin embargo, en circunstancias libres de contaminación ambiental, con una alimentación balanceada, buenos hábitos de sueño y de ejercicio físico y mental, debiéramos cumplir 120 años de vida sin padecer ninguna enfermedad.
Irónicamente las instituciones de salud califican como un gran logro que determinadas poblaciones o segmentos de población en el mundo tengan un promedio de vida de 80 años. La verdad es que si no pudiéramos llegar a los 100 o 120 años de vida, por lo menos debiéramos estar saludables, en términos generales, en esos 80 años de vida promedio.
Hubo tiempos de la humanidad en que la gente no solo era más longeva, sino que además, permanecía fuerte y saludable, en términos generales, hasta los 120 años, y ¡es irónico que ahora, con mucha mejor tecnología y asombrosos avances médicos, el promedio de vida es de 80 años, y la mayoría en condiciones no muy halagadoras!
Debido a nuestra imperfección humana, heredada de nuestros primeros padres en la cadena humana (quienes consideren a los primates como el primer eslabón, es su problema, esos no son mi familia), somos propensos a enfermarnos, y la vulnerabilidad se ha ido agravando después de épocas de malos hábitos de limpieza, malos hábitos alimenticios, malos hábitos de sueño y de ejercicios, y la tendencia a realizar el menor esfuerzo para obtener lo que nos satisface.
No es que los avances tecnológicos sean malos, sino que debiéramos usarlos en una medida adecuada y para lo que realmente nos sea útil. Por ejemplo, una caminadora eléctrica y una bicicleta fija son buenas, pero el contacto con la naturaleza al trotar o andar en bicicleta en espacios abiertos es una magnífica combinación que no la brindan los gimnasios.
Navegar en internet puede facilitar las tareas, pero el “copy-paste” no nos permite ejercitar la mente en la capacidad de razonar y sacar nuestras propias conclusiones. Asimismo, probablemente su profesión le obligue a estar muchas horas frente a una computadora, y bien le hará distraerse en otras actividades que no sean las de dirigir la vista a pantallas electrónicas, por ejemplo, convivir con la familia, los amigos, pasear, o incluso, leer revistas, libros o periódicos son una distracción sana, y siempre se aprende algo nuevo.
Ahora bien, es mejor centrarnos en los buenos hábitos de salud que podemos emprender, en vez de hacer una larga lista de aparatos tecnológicos que nos facilitan la vida, y que irónicamente también pueden perjudicarla en alguna medida, aunque sea pequeña.
Si queremos llegar saludables aunque sea al promedio de vida que dicen las instituciones de salud, esto es lo que podemos hacer:
No saltarnos ningún alimento.- Si come poco en el desayuno, la comida y la cena, ingiera entonces
algunos alimentos ligeros entre comidas, como por ejemplo, una taza de granola con leche, o una o dos rebanadas de pan integral con algún jugo, o bien, una o dos frutas frescas, en fin, algo ligero, pero sustancioso, si es de los que comen poco.
Eso sí es muy importante, no debe saltarse ningún alimento; por muy de prisa que salga en las mañanas, nunca se salt
e el desayuno, aunque se lo tenga que comer en el camino, o levantarse mucho más temprano.
Consumir mucho líquido si su actividad es agotadora o estresante.- Para los que no ingieren mucha agua pura, no se inquieten, la medida de dos litros de agua diario ya está incluida en el consumo de algunos alimentos como los caldos, las sopas, las frutas, verduras y bebidas diversas, incluyendo los jugos y licuados. Sin embargo, si su actividad laboral es agotadora o estresante, sí necesitará más líquidos que ese promedio.
Que la alimentación sea balanceada.- Las dietas restrictivas pueden enfermarle, o hasta matarle,
dependiendo si su condición física es enclenque, o si es demasiado obesa. Los extremos no son sanos; ni hace bien comer demasiado, ni comer como pajarito. Por cierto, se puede decir que las aves no comen poco, considerando su tamaño y estructura física, y como dice un dicho popular: “poco a poquito llena la gallina el buchito”.
La alimentación, para ser balanceada, debe cumplir dos requisitos: cantidad y calidad; la cantidad debe ser acorde a su complexión física, y nunca pasarse, pues no porque sea alto y fornido signifique comer en demasía, y menos aún si su fornitura es la obesidad; en todo caso, cuide mucho mejor lo que es la calidad de su alimentación, es decir, que aunque no sea mucho lo que deba comer, sí contenga la mayor cantidad de nutrientes que requiere el cuerpo, o sea, que contenga las vitaminas, proteínas, grasas y azúcares que en ciertas medidas requiere cualquier cuerpo humano, en los porcentajes debidos.
Sí, las grasas y azúcares no hacen daño en la medida adecuada. Consulte a su médico.
Haga ejercicio.- Imprescindible. Sea que su actividad laboral sea agotadora o estresante, siempre necesitará, en alguna medida, ejercitar cuerpo y mente. Una o dos horas de ejercicio diario es lo recomendable, sobre todo al aire libre, o en casa, con aeróbicos o algunos ejercicios gimnásticos.
Si definitivamente no puede organizarse para una rutina diaria en ese sentido, dedique los sábados y domingos, e incluso, puede incluir a la familia, para caminar, trotar, correr, hacer ejercicios y jugar o desarrollar un deporte. Sobre todo divertirse con los hijos contribuirá al fortalecimiento de la relación familiar. Y andar en bicicleta también es ejercicio.
Y hacer ejercicio también incluye ejercitar la mente, pues eso de mente sana en cuerpo sano, también es al revés: cuerpo sano en mente sana. Lea, resuelva crucigramas, sudoku, sopas de letras, acertijos, juegue ajedrez, damas chinas, dominó, en fin. Y si todo ejercicio, tanto de cuerpo y mente, se combina con la convivencia familiar, los resultados serán magníficos.
Nada con exceso, todo con medida.- Ninguna de las recomendaciones antes indicadas se han de realizar con exceso; todo en exceso hace daño; ¡hasta tomar agua en exceso puede causar algunas molestias o hasta enfermedades! Asimismo, también extralimitarse o excederse en el ejercicio perjudica.
Y obviamente al tocar el tema de los excesos nos referimos en especial al daño que ocasiona la glotonería, la borrachera y los desvelos muy frecuentes.
El cuerpo tarde que temprano resiente los excesos, y le reclama mediante síntomas de alguna enfermedad. No se confíe si no percibe síntomas, de todas maneras no se escapa de las consecuencias de los excesos, aunque claro, siempre tendrá la oportunidad de corregir sus hábitos de conducta, de alimentación, y de ejercicios, tanto para paliar, o quizá sanar, la enfermedad o enfermedades, como para alargar más el tiempo de vida saludable.
Cero tabaco, cero drogas.- Ni el tabaco ni plantas como la marihuana, ni la coca, ni el opio, no fueron creados para el uso que ahora comúnmente le dan. En la antigüedad se aprovechaban la pulpa y fibras de esas plantas para telas, embarcaciones y construcciones de casas y puentes, entre muchos otros usos. Fumarlas, inhalarlas o inyectárselas no hacen ningún bien. Si bien es cierto que algunos componentes de esas plantas se utilizan para medicamentos, es obvio que debe ser por prescripción médica, y bajo control médico, justificada para el tratamiento de alguna enfermedad. Definitivamente hay que decir NO al tabaco y drogas.
Café y té, con medida.- El café y otras infusiones aromáticas como los tés, son provechosos para la salud, pero solamente en medida de una o dos tazas al día.
Licor o cerveza, con medida.- No se trata de ser abstemios. Si en lo personal lo es, es bueno; pero si le apetece, basta con un solo vaso al día, y no de obligatoriamente todos los días. Y medidas mayores al vaso, pueden consumirse de manera ocasional, no con frecuencia. Como dicen por ahí: “una vez al año no hace daño”, ni tampoco si es dos o tres veces al año; pero el caso es que no sea frecuente, ni de costumbre por semana. Eso sí, nunca al exceso de perder el control. Y si toma, no maneje. Especialmente, si sabe que tiene problemas con la bebida, lo mejor es ser abstemio.
Duerma sus ocho horas.- Las desveladas perjudican; reponga esas horas de sueño de alguna manera; el cuerpo merece descansos, en momentos oportunos, claro.
Con todas las recomendaciones aquí indicadas, debemos llegar a los 80 años de edad con una muy buena calidad de vida; pero si se enferma, no acuda a curanderos, hechiceros, ni otros charlatanes, consulte con médicos certificados, aunque sean de los llamados naturistas. Las plantas medicinales, los ungüentos, las dietas u otros tratamientos, deben ser prescritos por gente especializada y calificada, y aún así, a veces pudiéramos buscar una “segunda opinión”, pero no a la ligera. No busque curaciones por fe, pero tenga fe en Dios, si está en manos de buenos médicos.

Para finalizar todas estas recomendaciones tienen mayor efectividad si se practican desde la infancia; pero si ya somos adultos, nunca es tarde para mejorar en algo nuestra salud y morir sonrientes cuando eso ocurra. Sobre todo eso, para garantizar una buena salud, o mejorar la que tenemos, sea siempre optimista y ría, busque siempre motivos para reír. El pesimismo y el estrés lo hacen más vulnerable a las enfermedades y más proclive a la muerte. Sonría y sea siempre positivo, y en una buena salud lo hallarán.

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