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Mientras que la iglesia Católica dice que la tarea es de la secretaría de
Cultura, ésta remite a la legislación que establece que las asociaciones
religiosas deben cuidar los templos
Libertad,
Ciudad de México, Mayo 13 del 2019.-Los incendios en el Museo
Nacional de Brasil (2 de septiembre de 2018) y en la Catedral de Notre Dame (15
de abril de 2019) alertaron acerca de la situación de recintos históricos de
otros países y llevaron a que algunos aumentaran sus medidas de seguridad. En
México surgió la duda acerca de cómo está la seguridad en la Catedral
Metropolitana de la ciudad.
El templo, considerado como el
más importante del país, tiene cinco altares y 16 capillas, además de dos
órganos monumentales y pinturas. Entre otros problemas, se enfrenta al
hundimiento del suelo. Las medidas de seguridad y mantenimiento son un tema que
causa conflicto entre la iglesia Católicay la secretaría de Cultura, pese a lo
estipulado en la Ley General de Bienes Nacionales.
Si bien, fuentes de la
Catedral aseguran que esos temas le conciernen a la secretaría de Cultura,
Sitios y Monumentos de la secretaría argumenta que el conjunto catedralicio de
la Ciudad de México está bajo resguardo de la iglesia Católica; pero además,
desconoce cuál fue la última solicitud para mantenimiento del templo.
La catedral, localizada en el
Centro Histórico —catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la
UNESCO, en 1987—, comenzó a construirse en 1572 pero fue hasta 1813 cuando se
concluyó.
En un recorrido, EL UNIVERSAL
constató que la Catedral opera con cables que no están entubados o en
canaletas, y con numerosos extintores sin la debida señalización, aspectos que
van en contra de las normativas establecidas por Protección Civil.
Alejandro León, especialista
en medidas de Protección Civil, comentó que lo primero con lo que debe contar
la Catedral es con “el visto bueno de seguridad estructural”, que es emitido
por un Director Responsable de Obras (DRO), y que otro elemento fundamental es
la electricidad.
“El cableado debe ser actual,
que esté entubado o cuando menos en canaletas. Las veladoras deben ser de
resistente ignífugo (que protege del fuego). Tal vez podría aplicarse un
tratamiento a las piezas de madera, que es un retardante que se aplica como si
fuera un aerosol”, dijo León.
Durante el recorrido se
advirtió que en diferentes puntos del recinto hay cables que cuelgan de varios
muros, algunos cruzan de una columna a otra, mientras que otros están amarrados
con cintillos o enrollados y sujetos a las pantallas desde donde se transmiten
mensajes litúrgicos.
Otro caso que observó es el de
cables en desuso, localizados a nivel de piso, a la entrada principal de la Catedral,
rodeados con cinta de aislar, algo que también incumple la norma pues “cuando
se cancela un registro, aislas y sellas”, es decir a través de un proceso
determinado.
Los extintores, explicó
Alejandro León, deben contar con un letrero de 20x20 marcado por la Norma de
Señalética en Emergencia, que es una norma 03 de secretaría de Gobernación
(Segob). Por ello, “al no cumplir con esas características, están incumpliendo
una Norma Oficial Mexicana. La señalética aplica para todos los edificios. Hay
dos tipos de normas, la Normatividad Oficial Mexicana, que es obligatoria, y la
NMX que son normas carácter de mejora continua”. En la Catedral hay casos de
extintores sin señales, y al menos hay uno con señal incompleta, característica
que también va en contra de lo establecido por la Norma 03 de la Segob.
También se ven veladoras
encendidas; al ser fuente de calor por flama directa, esto representa un
riesgo. “Ya hay veladoras de material ignífugo, es decir, que sí entran en
combustión pero que no hay desprendimiento de flama y esto minimiza que se vaya
a propagar el fuego. Habría que revisar los materiales de las veladoras para
minimizar el riesgo”, explicó León.
Ante las faltas, el
especialista indicó que no hay sanciones, pues en Protección Civil el primer paso
consiste en dejar recomendaciones y en cierto tiempo se deberán corregir,
“dependiendo de cuál sea la falta”, pero si hubiera una remisión, podría
llegarse a una sanción económica.
En la bóveda central de la
Catedral Metropolitana fue colocada una malla con el fin de detener los
desprendimientos de pintura de la edificación. El especialista advirtió que
esta malla también debe tener ciertas características: “Incluso si llegara a
haber cualquier tipo de combustiones, estaríamos frente a un material que no
sabemos qué características tiene Habría que verificarlo”
Mantenimiento a discusión. EL
UNIVERSAL solicitó una entrevista con las autoridades de la Catedral para
abordar el tema del mantenimiento y la seguridad en el templo. Sin embargo, el
sacerdote José de Jesús Aguilar indicó que esos temas le conciernen a la
secretaría de Cultura.
Arturo Balandrano, titular de
la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la
secretaría de Cultura, comentó que el conjunto catedralicio está bajo resguardo
de la iglesia Católica, como lo estipula la Ley General de Bienes Nacionales en
su artículo 83.
El artículo señala que son las
asociaciones religiosas las que deben de llevar a cabo “a su costa las obras de
construcción, reparación, restauración, ampliación, remodelación, conservación,
mantenimiento y demolición” de los bienes inmuebles dedicados a los fines
religiosos bajo su resguardo, obteniendo para ello las licencias
correspondientes.
“Obviamente no han leído la
ley. Ese tema siempre ha sido una discusión”, declaró Balandrano. Agregó que el
artículo 81 de la ley menciona que la secretaría de Cultura deberá “revisar,
aprobar y, en su caso, ejecutar los proyectos de obra que le presente la
asociación religiosa usuaria de cada inmueble, para su mantenimiento,
conservación y óptimo aprovechamiento, así como vigilar y supervisar la
ejecución de dichas obras”.
“La ley es muy clara, la
asociación religiosa, en este caso la iglesia Católica, tiene que presentarnos
el proyecto, pagarlo, pedir la autorización y realizar las obras a su costa”,
indicó Balandrano aunque dijo desconocer cuál fue la última solicitud para
mantenimiento; sólo mencionó que cuando una persona atacó a un presbítero en
2017, se permitió desde entonces la presencia de 11 elementos en la Catedral.
Durante el recorrido, este personal de seguridad estaba presente.
Para su seguridad, la Catedral
también cuenta con 51 cámaras distribuidas en los cuatro edificios del
conjunto. “A partir de lo que sucedió en Notre Dame vimos que de las 51
cámaras, solamente 45 se encuentran en operación”, dijo el funcionario.
Balandrano indicó que además
de las cámaras también revisaron los extintores. “Las 14 capillas en la
Catedral y los dos altares: Altar del Perdón y Altar de los Reyes tienen estos
elementos. Hay ocho extintores de polvo químico de 4.6kg, 17 de polvo de 6kg,
13 de polvo químico de 9kg, ocho de polvo químico de 70kg, ocho de agua a
presión de 10 litros y 9 de Dióxido de Carbono de 6.8kg”.
La presencia de hierbas en la
estructura de la catedral, indicó Balandrano, también le corresponden a la
asociación religiosa. Sin embargo, “es entendible que en esta ocasión no hayan
hecho labores de mantenimiento en la estructura de la iglesia por las
afectaciones de los sismos. El INAH trabaja en el proyecto de restauración para
poder iniciar labores de reparación de daños”.
El titular de Sitios y
Monumentos comentó que la Catedral Metropolitana está asegurada por siniestros
naturales, como incendios, ciclones, lluvias, huracanes e inundaciones; pero
quedó fuera el riesgo generado por los sismos y eventos catastróficos generados
por volcanes, debido a los altos costos de las pólizas de seguro.
“El INAH contaba hasta 2017
con una póliza de seguro. A partir de los sismos de 2017, la póliza de seguro
se incrementó y para poder contratar en 2018, se hizo una licitación y los
concursantes elevaron el costo de la póliza a más de 2 mil millones de pesos,
más del 1000%, por eso el INAH declaró desierta la licitación, porque no tenía
el recurso para pagar, por lo que se contrató una póliza de seguro parcial, que
cubriera eventos catastróficos antropogénicos, donde se incluyen incendios, y
eventos catastróficos hidrometereológicos”, dijo Balandrano.
La historia de una tragedia.
La Catedral sufrió un incendio la noche del 17 de enero de 1967 cuando un
cortocircuito encendió el Altar del Perdón, en la nave central.
EL UNIVERSAL reportó en su
edición del 19 de enero de ese año que el fuego se propagó hasta el coro, la
sillería, el fascistol y los dos órganos —uno, el de la Espístola, construido
en España en 1693, y el segundo, el del Evangelio, construido en la Nueva
España en 1735—; objetos de valor patrimonial y pinturas del siglo XVI, La
Santísima Virgen, de Simón Pereyns, y San Esteban, de Baltazar Echave, del que
sólo quedó el marco de oro; además de otros 15 cuadros.
La sillería de la Catedral era
de cedro del siglo XVI, y 75 de las 99 quedaron en cenizas. Los vitrales de la
cúpula también quedaron destruidos debido a las altas temperaturas.
Luego de tres horas, el
incendio fue controlado y empezaron las labores de limpieza, entonces se
encontraron 51 pinturas de grandes artistas como Miguel Cabrera, José de Ibarra
y los hermanos Nicolás y Juan Rodríguez Juárez.
Manuel Castillo Negrete lideró
el grupo de 11 expertos que trabajo en los trabajos de restauración; también
recuperaron otras pinturas afectadas como La Santa Faz, de Alonso López de
Herrera, y El martirio de San Sebastián, de Francisco Zumaya, por eso, para
aminorar las probabilidad de siniestros, Alejandro León enfatizó en que la
revisión de Protección Civil se debe hacer cuando menos una vez al año.
Recalcó que además de esa
revisión de Protección Civil está la de la instalación eléctrica que tendría
que contemplar un análisis de riesgo eléctrico para ver qué tipo de voltaje se
maneja en la Catedral; además, señaló, es preciso analizar el tiempo de vida
del cableado que depende del fabricante. “Pero estamos hablando de
aproximadamente 15 a 20 años, después de ese tiempo habría que hacer un
cambio”. Los extintores se deben revisar de forma mensual o bimestral para
analizar que la presión siga de forma normal.
Fuente: El Universal
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