* Responde a Bonilla que, así como AMLO se compromete a
no meter las manos en el proceso electoral, confía en que Kiko Vega tampoco lo
hará
José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana, 31 de marzo de 2019.- Después
de presentar su 3 de 3 ante el consejo directivo de la Coparmex Tijuana, que
encabeza Roberto Rosas Jiménez, el candidato del PAN a gobernador, Óscar Vega
Marín respondió a cuestionamientos de los medios de comunicación y dejó claro
que no le asusta la aparente preferencia del electorado hacia Jaime Bonilla.
Sobre
las encuestas dejó claro que son solamente “retratos del momento” y “no
reflejan para nada lo que pasará el 2 de junio, ni siquiera las que se hacen 3
días antes de la elección”.
Recordó,
por ejemplo, que hace 6 años ganó el PRI la Presidencia de la República, con
Enrique Peña Nieto, y, se pensaba que, en el año 2013, cualquiera que se
postulara por el PRI ganaría, y no fue así; incluso, esa campaña la iniciaron
con 20 puntos abajo, y justo antes de la elección remontaron y ganaron.
Por
eso, sostuvo, “falta todavía tiempo, hay que dejar que siga avanzando la
campaña, y que no coman ansias mis adversarios”, pues, como observó, el
supuesto preferido de las encuestas, va cayendo en puntuaciones.
Por
otra parte, cuestionado acerca de la posible intervención o influencia del
gobernador Francisco Vega de Lamadrid, en el proceso electoral, Óscar Vega
respondió que “no se preocupe; así como confiamos en el compromiso del
Presidente Andrés Manuel López Obrador, de que no va a meter las manos en el
proceso electoral; también confiamos en que no lo hará el gobernador actual”.
Respecto
de la votación de los diputados panistas para aprobar el endeudamiento del gobierno
estatal por más de 30 años, el candidato del PAN a gobernador reiteró que no
está de acuerdo en cómo se ventiló el tema, pues debió “socializarse”, pero no
le preocupa, porque “nada está grabado en piedra”, y ofrece que, cuando sea
electo gobernador, buscará la forma de equilibrar las finanzas estatales.
Una
de las alternativas viables, indicó, será exigir al gobierno federal que sea
equitativo con lo que el Estado recauda de impuestos federales, y que le
devuelven poco a Baja California, que no solamente le invierte más que ningún
otro estado del país al rubro de educación, y que tiene que usar mucho ingenio
para hacer rendir lo poco que le manda la Federación.
Asimismo,
prometió hacer ajustes en todas las áreas presupuestales que se tengan que
hacer, dependencia por dependencia, y ajustarse el cinturón los funcionarios.
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