Fijar precios de garantía, esfuerzo gubernamental que ayudará a dos millones de agricultores pequeños y medianos
*
También contribuirá a incrementar captación de alimentos básicos; análisis del
CEDRSSA
Libertad,
Ciudad de México, Enero 25 del 2019.-El Centro de Estudios para
el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), de la
Cámara de Diputados, sostuvo que la propuesta del gobierno federal sobre
precios de garantía para estimular la producción de granos básicos y leche,
forma parte del gran objetivo de autosuficiencia alimentaria y reducción de la
creciente dependencia de la importación que persigue la actual política
agropecuaria del país.
En el análisis “Los precios de garantía en
México”, el CEDRSSA consideró que este mecanismo de estímulo puede contribuir a
incrementar la captación de alimentos básicos, “aunque por ahora no es factible
dimensionar la magnitud de ese impacto” y sus efectos para reducir la compra en
el mercado exterior de esos productos para la dieta de la población.
“Se debe reconocer el
esfuerzo gubernamental para apoyar a más de dos millones de agricultores
pequeños y medianos mexicanos, que en su mayoría viven en condiciones de
pobreza y desventaja social, por lo que es de valorar el alto sentido social de
la propuesta oficial”, apuntó.
La evaluación refiere que en
2017 el país importó para el consumo nacional alrededor de 87 por ciento del
arroz; 12 por ciento del frijol; 37 por ciento del maíz; 62 por ciento del
trigo y 20 por ciento de la leche de bovino, por lo que uno de los objetivos
del programa de precios de garantía es fomentar la autosuficiencia alimentaria.
El análisis añade que el
pasado 18 de enero se publicó el Decreto Presidencial para crear el organismo
público Seguridad Alimentaria Mexicana, cuyo objeto es favorecer la
productividad agroalimentaria nacional y su distribución en beneficio de la
población más rezagada.
Ese órgano coordinará la adquisición
a precios de garantía y la importación. Cuando no se cuente con el abasto para
la distribución de productos agroalimentarios, promoverá la siembra, acopio,
abasto, distribución, suministro, industrialización y comercialización de
alimentos básicos, así como de leche y sus derivados.
También propiciará la venta,
distribución y, en su caso, importación de fertilizantes y semillas mejoradas.
Sin embargo, hasta hoy los
instrumentos de política, en general, no han sido efectivos para fomentar significativamente
la producción de alimentos básicos, por lo que se ha recurrido de forma
creciente a las importaciones para satisfacer la demanda interna.
Refirió que Estados Unidos,
socio en el Tratado-México. Estados Unidos-Canadá (T- MEC), destina gran cantidad
de recursos a su sector agroalimentario, a través de instrumentos de política
que incluyen los precios administrados, similares a los precios de garantía, ya
que la producción de alimentos se considera tema de seguridad nacional, por lo
que se puede justificar canalizar apoyos presupuestales hacia el sector
agropecuario.
Los precios de garantía como
instrumento de política económica ya han sido aplicados en México en el pasado
reciente, aunque con algunas diferencias, prosigue el estudio.
Precisó que la primera
institución estatal con propósitos reguladores se fundó en 1934, la cual se
transformó en diferentes organismos públicos que establecieron los precios de
garantía hasta 1994, mediante la Compañía Nacional de Subsistencias Populares
(Conasupo).
La Tasa Media de Crecimiento
Anual (TMCA) en la producción de maíz fue menor en 1.8 por ciento, de 1994 a
2017. La superficie sembrada cayó de 9.2 millones a 7.5 millones de hectáreas;
sin embargo, la producción se incrementó de 18.2 millones a 27.8 millones de
toneladas, debido principalmente a que los rendimientos pasaron de 2.2 a 3.8
toneladas por hectárea.
La oferta nacional de
frijol se redujo significativamente a una TMCA negativa de .6 por ciento, de
1994 a 2017, mientras que la superficie sembrada disminuyó, de 2.3 millones a
1.7 millones de hectáreas.
La producción de arroz
se incrementó a una TMCA de 1.9 por ciento de 1980 a 1989, último año en que
operó el precio de garantía para ese producto, mientras que la superficie
sembrada aumentó de 154 mil a 193 mil hectáreas. No obstante, de 1989 a 2017 la
TMCA ha sido negativa, en 2.4 por ciento.
En 1989 se produjeron 527
mil toneladas de arroz, mientras que en 2017 fueron 266 mil toneladas. La
superficie sembrada también cayó, de 193 mil a 42 mil hectáreas de 1989 a 2017.
Para el trigo la producción
se elevó a una TMCA de 5.2 por ciento de 1980 a 1989, mientras que la
superficie sembrada pasó de 776 mil a 1.2 millones de hectáreas. Pero la
tasa de crecimiento fue negativa en 0.8 por ciento, de 1989 a 2017, ya que la
producción cayó de 4.4 millones a 3.5 millones de toneladas, y la superficie
sembrada se redujo de 1.2 millones a 662 mil hectáreas de 1989 a 2017.
En ciertos periodos los
precios de garantía sí contribuyeron a incrementar la producción de alimentos
básicos; sin embargo, años después, la oferta nacional no fue suficiente para
cubrir la demanda y se recurrió a las importaciones, establece el análisis del
CEDRSSA.
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