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Pretende adueñarse de toda la fortuna familiar, y usa la compra-venta de
conciencias, la amenaza y otras argucias
Tijuana, 15/08/18.- Baja California y en
particular Tijuana tiene un sistema judicial con una bien ganada fama
de torcer el brazo de la ley en favor del mejor postor; son más comunes los
escándalos en los que se involucra dinero público o privado que las
resoluciones apegadas a derecho que emiten los funcionarios de los juzgados
civiles y penales.
Esta historia de venta y compra de conciencias
ha acompañado a los juzgadores y las fortunas de las familias de abolengo,
desde los litigios de la familia Argüello. Esta corrupción histórica se
manifiesta de nuevo en las salas de los juzgados Décimo Primero de
lo Civil, en el área mercantil, y el Segundo, en el área de lo Civil.
Este es uno de esos casos que ha llamado la
atención de la sociedad por la corrupción que ha surgido del poder judicial.
Todo empezó cuando el señor Gerardo Álvarez
Jiménez acudió ante el juez Décimo Primero de lo Civil a presentarse
como el administrador único de la empresa, y el juez, que tiene fama
de corrupto, le dio entrada al documento sin siquiera leer las limitaciones que
indica el mismo, el cual dice de manera muy clara que cualquier
acción tiene que ser mancomunada con cualquiera de los
otros dos socios.
El juez simplemente accedió y le otorgó esa
personalidad, al mismo tiempo que envió una orden al actuario para
que lo acompañara a notificar a empleados y socios que argumentaran que este
señor era el administrador único.
Sin embargo, ese documento no era válido, ya
que el mismo fue revocado en fecha posterior en una Asamblea General, en donde
todos los socios estuvieron de acuerdo que el
administrador único sería una persona distinta a él.
En este video que le presentamos, se ve a
Gerardo Álvarez, llegando a la negociación, acompañado por un abogado, el
actuario, así como elementos de la policía municipal.
Se dirige a un señor de camisa de cuadros que
es el gerente. Lo bolsea y le quita su teléfono celular, así como las llaves de
todo el lugar. En seguida el grupo entró. Al fondo se puede ver a
Gerardo Álvarez Jiménez saltar la barra del bar, buscar, saquear la
caja registradora y llevarse todo el dinero, sin dar cuentas al actuario de qué
fue lo que se llevó, ni cuánto.
Posteriormente, sacaron a la clientela para
decirle a los empleados que él era el nuevo administrador; finalmente puede
verse al susodicho salir del lugar con el grupo, sin que en ningún momento se
hiciera algún acto de violencia en contra de su persona.
Pese a estos videos y a un cúmulo de pruebas en
su contra, Álvarez Jiménez se presentó ante el Ministerio Público y, con todo
descaro y dolo, declaró que había sido víctima de un despojo con violencia y
que había sido un primo, que también es socio, el que lo había golpeado, que lo
sacó a empujones del lugar amenazándolo de muerte.
La contraparte familiar, no pudiendo tolerar tanta
fechoría, decidió defenderse y presentó una denuncia de hechos ante
el M.P., por administración fraudulenta y robo.
Cuál sería su sorpresa cuando supieron que
Álvarez Jiménez había hecho lo mismo acusándolos de despojo y de robo.
Sin que hubiera investigación de por medio, el
licenciado Jorge Alberto Álvarez Jiménez, subprocurador de
zona con sede en Tijuana, en contubernio con la agente del Ministerio
Público, Jessica Lizbette Ayón López, ordenó que se le diera cita para celebrar
la audiencia general ante el Juez de Control, dentro del juicio oral.
Cabe mencionar que para que una persona llegue
a este nivel, dentro del juicio oral, debe esperar hasta dos meses para estar en
su cita, mientras que a Gerardo Álvarez se la dieron de inmediato, con solo 8 días
de espera…
En este asunto legal, tanto los socios, como el
multicitado, y la otra parte de su familia, han presentado demandas y
denuncias, han dado todo tipo de documentos exigidos, han respondido
a cualquier señalamiento, solo que ningún Ministerio Público, ni juez, están a
su favor.
Otorgan toda credibilidad a
Álvarez Jiménez, de manera descarada, con lo que los rumores corren
ya en el sentido de que el abogado de Gerardo Álvarez ha repartido cientos de
miles de dólares, entre todos los que han tenido que ver con este caso, con tal
de que Gerardo despoje hasta a su madre, de todos los negocios que le
pertenecen a ella y al resto de la familia.
El señor Gerardo Álvarez Jiménez es toda una
fichita, que no puede cruzar a los Estados Unidos por investigaciones
de lavado de dinero, entre otras cosas. Ello provocó que le quitaran la visa.
Si cruza, lo meten a la cárcel.
En México está demandado por haber secuestrado
a su mamá, por administración fraudulenta, robo, despojo, por amenazas de
muerte, y tiene órdenes de restricción en su contra de uno de los mismos
socios.
Salvador Morales Riubí, sujeto que en Tijuana
se maneja con total impunidad, presumiendo que mueve los
hilos de la corrupción y del poder en el estado, es el asesor político de
Álvarez Jiménez. Éste último se jacta de que tienen comprados a todos los
niveles de gobierno, para apoderarse de los negocios familiares y también
despojar a los socios.
El licenciado Eduardo Manuel Navarro Vallejo
García Travesi, titular de la Notaría Número 4, es socio
de este grupo de corruptos, ya que le ha otorgado a Álvarez Jiménez todos los
beneficios… Uno de ellos fue el testamento de su padre, firmado por este último
a su favor, cuando el señor se encontraba hospitalizado en Estados Unidos,
inmóvil en una cama de hospital.
También, tras secuestrar a su madre y hasta
amenazarla, este notario dio fe de la firma de unos poderes a favor de Gerardo…
Navarro Vallejo es un pájaro de cuentas, ya que
se sabe que hay varias denuncias en su contra, especialmente de tipo sexual… Se
presume que ha debido soltar mucho dinero para que esas denuncias no salgan a
la luz.
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