Gestionó
que Consolidated Wather Corporation (CWCO), recibiera el contrato de la
desalinizadora que se construye en Playas de Rosarito y ahora rechaza.
Habla de
combatir la explotación laboral, mientras violenta los derechos de quienes
laboran en sus empresas.
José
Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana, SD.- Una investigación del
equipo editorial del portal de noticias 4 Vientos publicada en enero de 2017,
revela que detrás de los tratos comerciales para la construcción de la
desalinizadora de Playas de Rosarito, el entonces diputado federal Jaime
Bonilla Valdez, fue gestor para que la trasnacional Consolidated Wather
Corporation (CWVO) obtuviera la adjudicación directa de la obra.
Su postura ahora que es candidato al Senado es
totalmente contraria, y asegura que detendrá la obra, pese a que hace unos
meses le redituó ganancias millonarias.
También como candidato a Senador jura que
combatirá la explotación laboral, pero, como empresario, hay registros en las
Juntas de Conciliación y Arbitraje de ser de los principales violadores de
derechos de los trabajadores y ya ha sido merecedor de laudos en los que ha
tenido que resolver a favor de sus demandantes.
Claro, en cada demanda siempre se resistía a
ceder, dispuesto a enfrentar embargos y amenazar a sus subordinados
inconformes.
Distinto a empresarios que buscan mejorar los
ingresos y calidad de vida de sus trabajadores, Bonilla buscó siempre cómo
descontarles dinero, valiéndose de muchas reglas absurdas internas que
violentan los derechos elementales.
Otra doble cara suya es afirmar que defiende la
libertad de expresión de todos los ciudadanos y la libertad de prensa y a los
periodistas, pero su único argumento de defensa al hecho de haber despedido a
Jorge Díaz de su programa en PSN Ensenada fue que “la grabación estaba
editada”.
Los hechos son innegables, su voz bien
identificada regañaba al locutor por haberle “pegado a Armando (Reyes Ledezma),
que es como pegarme a mí”, y una serie de citas textuales más que lo desnudan
como represor de la libertad de expresión y de prensa.
Por otro lado, en su momento, en el año 2012,
el periódico La Razón (que también tiene página digital) obtuvo documentos
confidenciales que revelaron a Bonilla como ex militante del Partido
Republicano en Estados Unidos, todavía hasta el 2012, cuando se vino a quedar
en Tijuana, para ser diputado federal de lista, gracias a López Obrador.
Fue miembro del comité de finanzas en
California y él mismo aportó recursos a la campaña del ex candidato a la
Presidencia de EU, John McCain, en el año 2007 y 2008, cuando perdió ante
Barack Obama. Y según últimos informes, discretamente llegó incluso a apoyar la
campaña del ahora Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Jaime Bonilla alegó en aquél tiempo que sí
apoyó económicamente campañas electorales en Estados Unidos, “obligado” porque
era ciudadano estadunidense, pero supuestamente dirigido a candidatos hispanos,
aunque McCain no es hispano, es descendiente de escoceses-irlandeses,
anglo-irlandeses e ingleses.
Pero al margen de que hubiera apoyado a algunos
hispanos, el documento notariado que tuvo en su poder el periódico La Razón
cita textualmente el juramento de Bonilla profesando fe y lealtad a la
Constitución de Estados Unidos, y defender a esa nación “contra todos los
enemigos extranjeros o nacionales”.
Asegura Bonilla que solamente fue obligado por
las circunstancias de su nacionalización como estadunidense en 1992, pero que
en 1998, con la ley de la doble nacionalidad, ‘recuperó sus derechos como
mexicano’, y que definitivamente ‘renunció a su ciudadanía estadunidense en
2011’, cuando dejó de ser Director de Agua de San Diego.
También fue miembro de la Junta Directiva del
Consejo de Otay, en California, como postulante del Partido Republicano desde
el 2001 hasta el 5 de abril de 2012, de acuerdo a registros notariados, y fue
en realidad hasta el 25 de junio de 2012 cuando renunció a su nacionalidad
estadunidense para quedarse con la mexicana, pero ha seguido apoyando a
estadunidenses en elecciones del vecino país, según él, a hispanos.
A todo esto, argumentó que “Yo milité en equis
partido, en el que haya sido, y el que apoyes a un partido no tiene que ver con
que seas norteamericano o mexicano; se trataba de un candidato hispano y
nosotros lo apoyábamos porque quería un cambio democrático. También fui uno de
los aportadores más importantes en San Diego del Partido Demócrata”, señaló.
Luego agregó: “Yo participo en todos los
partidos; yo estoy registrado independiente y le ayudo a todos los candidatos
hispanos, sólo que algunos me ubican en el Partido Republicano”, y admitió que
apoyaba económicamente sus campañas, pero que desde el 2012 todos esos
cuestionamientos quedaron como “cosa juzgada” por el Tribunal Electoral.
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