Libertad,
Playas de Rosarito, B.C., Junio 07 del 2018.-Con la confianza rota
por tantas falsas promesas de gobiernos fallidos, que solo buscan beneficiar a
unos cuantos y se olvidan del resto de la sociedad; el panorama se ve poco
halagüeño para los rosaritenses.
Así lo apunta Juan Jesús
Serna, activista defensor del agua y en demanda de cuentas claras en torno al
proyecto de construir una mega planta desalinizadora.
"El Proyecto de la
planta desalinizadora se suma a otros problemas y viene a ser la gota que
derramó el vaso de agua cuando, nuestros gobernantes y representantes en los
congreso se ponen la camiseta de una empresa y se ponen a defender a los
intereses de éstas empresas”, asentó.
Al participar en el foro del
agua organizado por el Colectivo M-18 de Rosarito que coordina Sergio Ortíz
Luna, dijo que aunado a esta triste realidad, los gobiernos no se han
preocupado por impulsar la administración eficiente del recurso, la
municipalización de los organismos operadores y elaborar de los estudios de
impacto ambiental actualizados.
“Tenemos un problema de
derrame de aguas negras en todo el litoral, aguas que no se reúsan y se
desperdician, el agua dulce se desaprovecha, las concesiones para su
explotación mal ubicadas y se negocian, las inversiones a las PyMES no llegan
se quedan en pequeños programas asistencialistas.
"No quieren ver que el
tema del agua nos afecta y nos quieren convertir en el patio trasero de los
Estados Unidos, nos quieren imponer un ambicioso proyecto en mal lugar y a un
costo muy alto pues impactará a las viviendas de su alrededor, al
igual que en lo económico, lo social y lo ambiental en una zona
eminentemente turística”.
Todo esto, agrega, sin
reparar que Rosarito sufre un severo problema como es el desagüe o descargas de
aguas negras vertidas directo a los cañones, a los mantos de agua sobre
explotados, con las reservas de agua limitadas.
"Nos tememos que
difícilmente veremos algún beneficio con esta costosa obra en los siguientes
diez, veinte o treinta años”, expuso.
Más adelante externó su
temor porque lejos de ser escuchados, en los siguientes meses arrecie la
presión en contra de quienes hoy protestan y demandan mayor información sobre
los impactos y los efectos que implicará esta obra.
"Seamos claros y
objetivos, pues antes que ser rosaritenses somos Mexicanos por lo
que hoy exigimos de la manera más educada que nos atiendan en
congruencia y oportunidad todos estos problemas incluso antes de entrar en
funciones se aclare a los Rosaritenses del impacto ambiental, del radio de
afectación y la forma de mitigar sus efectos en el medio ambiente que implicará
esta obra.
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