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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

Proliferan centros de rehabilitación de buena fe; preocupa la inclusión social y laboral


José Ángel Inzunza Mendoza
Tijuana.- Aclarando que no puede generalizar al advertir que los interesados en rehabilitarse o rehabilitar a un familiar adicto a drogas verifiquen la certificación de centros de rehabilitación a los que se dirigen, la doctora Marcela Romo, directora médica del Hospital de Salud Mental, dijo que le preocupa que “surgen como palomitas de maíz”, y muchos son solo de buena fe.
Debido a la migración, así como a la facilidad de caer en las redes de las drogas, es común que proliferen centros de rehabilitación, usando en algunos casos los domicilios particulares, seguramente con la mejor voluntad, de buena fe, pero lo que los adictos requieren es atención profesional, observó la terapeuta familiar.
El mismo Hospital de Salud Mental tuvo que pasar de brindar solamente atención hospitalaria y de desintoxicación a crear un Programa de Comunidad Terapéutica, enfocado especialmente para la prevención de adicciones, y los tratamientos en el nosocomio incluyen terapias familiares e individuales, y actividades diversas tendientes a la rehabilitación integral.
Lo que preocupa, tanto en adictos a drogas, como en la atención a enfermos mentales en situación de calle es lo que sigue, la inclusión social y laboral, señaló la doctora Marcela Romo, “porque no basta que se desintoxiquen, después de que superan la adicción, ¿a dónde van, qué harán? Eso es lo más importante, para que no regresen a hacer lo mismo”, subrayó.
Muchos centros de rehabilitación son dirigidos por personas que tuvieron experiencias de drogadicción, en sus personas propiamente, o de algún familiar, pero aunque es importante la experiencia, el tratamiento que requieren los adictos debe ser médico y terapéutico familiar, e incluso, con planes a la inclusión laboral y social, insistió la directiva del Hospital de Salud Mental de Tijuana.
Por lo anterior, recomendó que los interesados en una mejor rehabilitación propia o de sus familiares, chequen que a donde se dirigen cuenten con certificados de la Conadi (Consejo Nacional para el Desarrollo e Inclusión de las Personas) y la Secretaría de Salud, Federal y Estatal.
Por otra parte, observó, en la mayoría de los centros de rehabilitación se da el mismo tratamiento general a todos, no es especializado, según los comentarios de quienes han canalizado a sus familiares de dichos centros hacia el Hospital de Salud Mental, donde sí dan tratamiento especializado, individual y por tipo de droga que se consume; y es integral, como antes se indicó.
“Aquí no los dejan y vuelven a los tres meses; los familiares están obligados a participar por lo menos cada 15 días a terapias familiares, junto con el paciente. Los costos sí son más altos que los de centros de rehabilitación, pero menor al de las clínicas especializadas existentes en Tijuana, pero los resultados son mucho mejores al de los tratamientos generalizados”, comentó Marcela Romo.
Para finalizar explicó que este año están dando atención a menores de edad canalizados de derechohabientes del Seguro Popular, porque así lo determinó en convenio el Régimen de Protección Social en Salud (REPSS), y todos tienen que ser canalizados por el médico de atención primaria.

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