LIBERTAD,
TIJUANA, 18-05-2017.-La falta de información puntual sobre sus derechos y
posibilidades es una de las principales ausencias entre los migrantes de Haití que
están en Tijuana, lo que se traduce en complicaciones para poder avanzar y
establecerse. Actualmente – a más de un
año de las primeras llegadas de migrantes, siguen funcionando 20 albergues en
la ciudad.
La continuidad del trabajo del Comité Estratégico de Ayuda
Humanitaria permite conocer la vulnerabilidad de la situación,
“en el caso de los haitianos hay una falsa idea que todos están regularizados
en el tema migratorio y ya trabajando; eso sería ideal…lo que sucede es que hay
muchas personas a quienes se les ha negado el CURP y por lo tanto, su documentación para
trabajar, lo que se convierte en una cadena sin fin.
A eso se suma una fantasía
que tiene que ver con que los albergues ya no necesitan recursos y que la ayuda
por parte del gobierno fue suficiente. Eso es falso, y nos referimos también a
las declaraciones del delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Baja
California, Guillermo Peñúñuri Yepiz publicadas en prensa en donde reitera que
no habrá más apoyo a los haitianos porque, según dice: tienen que salir adelante por su cuenta.
Dice
además que fue mucho el tiempo de
tolerancia, y que lo que tienen que hacer es trabajar y pagar impuestos como
los mexicanos. Pero no enfatiza que estas personas tienen meses en Tijuana, y
se quedaron porque quienes llegaron a fines del año pasado, ya no pudieron
pedir asilo …y además sería interesante que, para su sorpresa, el delegado se
entere de que los haitianos coinciden con él, y quieren trabajar, pagar
impuestos y tener acceso a sus derechos como trabajadores, quienes no lo han
hecho es precisamente por deficiencias en las dependencias mexicanas para
realizar sus trámites de estancia legal, no estamos hablando de una cuestión de
gustos” comenta Paulina Olvera del Comité.
El contexto sigue siendo complejo,
el Comité ha colaborado con las gestiones para aquellas personas que
quieren regresar a Brasil, dando un seguimiento puntual al papeleo para evitar
que los trámites se queden suspendidos en el limbo. Dice Adriana Reyna “además
hemos trabajado en alianza con el sistema educativo estatal, seguimos
colaborando con talleres para las mujeres embarazadas y niños, gestionando
atención médica , coordinando a grupos
de voluntarios y proporcionando información y apoyando a quienes por fortuna,
han logrado independizarse y rentar sus espacios propios.
Como Comité seguimos activas y mantenemos el llamado a la sociedad
para que no deje de colaborar, de enterarse.
Sabemos que son más las acciones de empatía que las discriminatorias,
pero también hemos visto situaciones muy desafortunadas en donde el prejuicio
de raza hace ver a las familias
haitianas como amenazas o como que vienen a quitarles beneficios a los
migrantes mexicanos.
En las últimas semanas el
Comité se ha sumado a la iniciativa de Espacio Migrante AC, para impartir talleres sobre derechos
humanos, y lo que arrojan las encuestas aplicadas es una constante tenacidad y empuje que estás personas tienen
por salir adelante, la sed de enterarse de cómo pueden integrarse a la sociedad
y un agradecimiento permanente por las
acciones de los tijuanenses hacia ellos. Pero por otro lado necesitan asesoría,
por ejemplo están ansiosos por sacar sus pasaportes, por conocer sus derechos
como migrantes y saber cómo funcionan las instituciones mexicanas .
Ahora estamos concentradas en el tema del CURP, comenta Soraya
Vázquez, “nos preocupan las omisiones de una estrategia integral
coordinada con los tres órdenes de gobierno para impulsar la inclusión de esta
población y favorecer el ejercicio de sus derechos humanos. Sorprende que el
propio Delegado del Instituto Nacional de Migración señaló que es imposible
otorgar el CURP a quienes tienen la condición de visitante por razones humanitarias,
cuando el Comité cuenta con documentos
probatorios de que en otras entidades a personas migrantes en igualdad de
circunstancias no sólo se les ha otorgado la CURP sino que ésta consta en la
propia tarjeta que expide el Instituto Nacional de Migración. Es un acto de
discriminación hacia la población migrante, sin CURP simplemente no pueden incorporarse al trabajo
formal o a la escuela o inscribir a sus hijos en una estancia infantil del
Seguro Social.
Ante la situación que representa una desventaja en perjuicio de la población migrante que
tiene el derecho y la voluntad de
insertarse en la vida productiva de la ciudad; el Comité presentará una
ampliación a la queja presentada en enero pasado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Y aunque
no se ha obtenido respuesta de la queja
inicial, se busca registrar los hechos e ir a las instancias que corresponde. Y
como agrupación, el Comité seguirá enfocado en fomentar el trato humanitario a
los migrantes y motivar las aportaciones en especie e invitar a profesionistas:
médicos, dentistas, abogados, maestras; a que se sumen como voluntarios. Y recordar a quienes puedan
ofrecer trabajo a los migrantes o rentar vivienda económica a que contacte a esta agrupación por Facebook
: Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria Tijuana.
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