LIBERTAD, TIJUANA, 21-03-2017.-Hasta en el 65% de los niños menores
de 4 años que son atendidos por dificultades de lenguaje, una de las
principales causas se debe a la falta de estimulación temprana y desatención de
los padres para apoyarlos en el proceso de la articulación.
Los primeros años de un pequeño son cruciales para el desarrollo de su
lenguaje corporal y articulado, menores en edad temprana inferiores a 4 años
tienden a captar lo que escuchan y perciben como sonidos, imágenes y conceptos,
imitando y asociándolos para comunicarse.
El problema es cuando no existe esta estimulación por la falta de
contacto con los pequeños, por las actividades cotidianas de los padres es
común que un niño pase tiempo sentado en su silla o viendo televisión, sin
apoyo que lo impulse a pronunciar palabras que le permitan identificar lo que
es un perro, casa, pizarrón, etcétera.
De acuerdo con la directora de proyectos de Gotsky Centro
Psico-Educativo, Psic. Mónica
Del Toro C., la estimulación del órgano orofacial (boca, dientes, mejillas,
labios, lengua) mediante la repetición de palabras es esencial para la
reproducción del lenguaje del niño mediante un proceso articulado.
Lo adecuado es que a los 4 años consoliden la mayor parte de los
fonemas, generalmente la pronunciación de la R es la última, una patología del
lenguaje se diagnostica posterior a los 5 o 6 años que es cuando a nivel
cognitivo el proceso de lectoescritura debe tener mayor madurez, pero si el
lenguaje no se ha equilibrado con ésta entonces es necesario una evaluación
formal de la articulación.
Aun cuando es un porcentaje bajo sí hay adolescentes que llegan a conservar
patologías del lenguaje desde la niñez, de ahí la importancia de atender la
estimulación en edad temprana ya que otras manifestaciones que llegan a
presentar los pequeños son conductas de inadecuación ante los grupos.
Por estas razones Gotsky Centro Psico-Educativo desarrolló un proyecto a
nivel cognitivo llamado “Azul” para la estimulación óptima de cinco áreas;
lenguaje, socialización, conducta, motricidad y senso percepción, para atender
las necesidades de los niños en sus primeros años respecto a sus habilidades y
comportamiento.
La Psic. Mónica Del Toro C., explicó que al
estimular estas áreas diariamente en los niños los avances son
significativamente notorios y se pueden manifestar con un mejor manejo de las
emociones, tolerancia ante la frustración o aprender a esperar su turno, entre
otros.
Por último, la especialista recomendó a los padres estar pendientes de
las necesidades de sus hijos, brindarles ayuda desde temprana edad y buscar
apoyo profesional mediante programas certificados que coadyuven a su desarrollo
óptimo.
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