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Vía telefónica, Enrique Peña Nieto y Donald Trump deciden programar un nuevo
encuentro y dirimir diferencias
Cd.
De México, 28 de enero de 2017.- Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto , y de Estados Unidos, Donald Trump , buscan reducir la tensión en la
relación bilateral con un pacto para no hablar públicamente sobre el tema del
muro fronterizo y encontrar una solución.
Las divergencias entre
ambos países crecieron cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le
dio un ultimátum a su par mexicano, Enrique Peña Nieto, para que pague un muro
fronterizo para detener la migración ilegal, quien respondió cancelando una visita a Washington programada para el 31 de enero.
Ambos mandatarios
"reconocieron" en una llamada telefónica de una hora que sostuvieron
ayer, sus "claras y muy públicas diferencias de posición" sobre
"el pago" del muro, que Trump ha insistido que debe costear México, reportó en un
comunicado la presidencia mexicana.
"Acordaron
resolver estas diferencias como parte de una discusión integral de todos los
aspectos de la relación bilateral. Los presidentes también convinieron por
ahora ya no hablar públicamente de este controversial tema", añadió la
presidencia mexicana.
"Fue una llamada
muy, muy amistosa", dijo Trump durante una conferencia de prensa con la
primera ministra británica Theresa May, que visita a su homológo estadounidense
con altas expectativas tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
El portavoz de la Casa
Blanca, Sean Spicer, también confirmó la información. "Acordaron no hablar
públicamente de cómo será pagado (el muro), que seguirán teniendo esas
conversaciones en privado", dijo Spicer.
Trump también declaró
que la relación comercial con México hace que los estadounidenses sean vistos
como "tontos" porque el intercambio deja a Estados Unidos con un
déficit de 60.000 millones de dólares al año.
"Como todos saben,
México ha negociado mejor y nos ha hecho papilla gracias a nuestros anteriores
presidentes. Nos hace quedar como tontos", añadió Trump.
Ese punto también fue
abordado en la llamada telefónica, de acuerdo con el comunicado de la
presidencia mexicana, aunque no dio más detalles.
Los gobiernos de ambos
países están dispuestos a renegociar el Tratado de Libre Comercio para América
del Norte (TLCAN, en vigor desde 1994) por insistencia de Trump, y también
están dispuestos a abandonar ese pacto si resultan afectados sus intereses.
La necesidad de que
ambos gobiernos "trabajen juntos para detener el tráfico de drogas y el
flujo ilegal de armas", también formó parte de la conversación, concluyó
la presidencia en su escueto comunicado.
Impasse
El ministro de
Economía, Ildefonso Guajardo, había dicho este viernes que la relación
bilateral de México y Estados Unidos, que comparten una frontera de más de
3.200 km, atraviesa un estado de "impasse" pero que tiene
posibilidades de solucionarse.
La situación "es
grave en tanto no encontremos un mecanismo para resolverla, porque nos deja en
un impasse, pero se mantiene la comunicación y eso es lo que nos da claramente
posibilidades de encontrarle una solución", dijo Guajardo en entrevista
con la cadena Televisa.
Guajardo y el canciller
mexicano Luis Videgaray se encontraban en Washington preparando la visita de
Peña Nieto a Washington cuando su equipo recibió la información sobre el
lapidario tuit de Trump, en el que sugirió que si el gobierno de México
insistía en no pagar el muro, era mejor que el presidente mexicano cancelara su
visita.
El ministro de Economía
confía en que Trump y su equipo terminarán dándose cuenta de que "la
realidad de gobernar es mucho más compleja que una campaña".
Trump "va a tener
que aceptar que hay realidades con las que tiene que funcionar", añadió
Guajardo en la entrevista.
El jueves, el portavoz
de la Casa Blanca, Sean Spicer, empañó aún más la situación al sugerir que
Estados Unidos podría financiar el muro aplicando un arancel de 20% a la
importación de productos provenientes de México.
Varias voces se han
levantado a favor de que el gobierno mexicano tenga una posición más dura
contra Trump, como el expresidente de México, Felipe Calderón (2006-2012), que
sugirió usar la carta de seguridad interna en las negociaciones con Estados
Unidos.
"En lugar de tener
batallones de soldados mexicanos revisando tráileres en carreteras para ver si
traen droga (...) vamos a poner a esos mismos batallones a patrullar algunas
zonas y que los americanos se encarguen de la preocupación que tienen de las
drogas que reciben de América Latina a través de México", propuso
Calderón, artífice de la militarización de la guerra contra las drogas.
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