LIBERTAD BASASEACHI, CHIH., SEPTIEMBRE-6-2016.-A
pesar de encontrarse en una zona semidesértica, el Estado de Chihuahua tiene
admirables formaciones naturales, como sus cascadas, entre ellas la de
Basaseachi, la cual es considerada una de las caídas más altas de México, con
sus con 246 metros; cascada El Salto Grande, que se forma con la corriente del
río del mismo nombre, inicia con una caída de 15 metros para rematar con otra
de 19, y la cascada de Cusárare, formada en el arroyo que lleva el mismo
nombre, y su caída es de aproximadamente 30 metros.
Cascada de Basaseachi
Un pesado y potente golpe de agua, es lo que se escucha al llegar a El Parque Basaseachi, ya que debido a las fuertes lluvias de los últimos días, esta caída de agua ha tomado un gran caudal, digno de ser visitado por cientos de amigos, familias y parejas que vienen desde diferentes municipios de la entidad, otras entidades y otros países como Estados Unidos.
La caída de agua de 246
metros de altitud en cinco días tomó cuatro veces más caudal de agua que en todo el mes de julio, por lo que familias enteras, grupos de amigos y
visitantes extranjeros, desde Alaska, vinieron a asombrarse con el hermoso
paisaje que ofrece este famoso parque.
La carretera que va de
Chihuahua a la impresionante cascada Basaseachi en el municipio de Ocampo, es
un bello recorrido de verdes llanos y pinales interminables a la vista, con
paisajes naturales indescriptibles, que hacen de este viaje un deleite para sus
visitantes.
A 264 kilómetros de Chihuahua capital, se encuentra el parque Basaseachi, el cual, por temporadas de lluvias luce impresionante con una cortina de agua gruesa que cae con su pesada carga, espectáculo que no puede dejar de ser admirado por las personas que van a verla.
A 264 kilómetros de Chihuahua capital, se encuentra el parque Basaseachi, el cual, por temporadas de lluvias luce impresionante con una cortina de agua gruesa que cae con su pesada carga, espectáculo que no puede dejar de ser admirado por las personas que van a verla.
Pasando los municipios
como Cuauhtémoc y Guerrero, se llega a Ocampo, lugar que alberga en su sierra
esta hermosa caída de agua, la más grande de México, la cual, gracias a las
lluvias de estos días ha tomado gran cantidad de agua.
Cuauhtémoc, la región
manzanera más grande de Latinoamérica, ofrece un paisaje de grandes llanos y
huertos de manzanas, con pastizales verdes donde descansa el ganado. Llegando
al municipio de Guerrero, comienza a aparecer la sierra y sus pinales.
La carretera a
Basaseachi pasa por la localidad de La Junta, para continuar al poblado de
Tomochic, el cual, se ve desde lo alto de la carretera un aserradero y
múltiples casitas despegadas, enmarcadas solo por una calle principal, la cual
atraviesa por un puente el río.
Continúa la carretera
delimitada por paredes de pinos, simulando un túnel con techo de cielo y
enormes nubes, al frente y a los lados de la carretera se ven los barrancos y
cañadas por donde corren arroyos cargados de agua, camino que lleva al destino esperado,
los miradores de Basaseachi, los cuales están abiertos de 8 a 5, con un costo
de 31 pesos de entrada por persona.
Familias disfrutan del Parque Nacional Basaseachi
La zona del parque es
muy segura, con diferentes senderos y accesos a miradores y así mismo hasta el
fondo de la caída de agua, donde continúa el arroyo Basaseachi, el cual
serpentea entre pinos y rocas que hacen aún más maravilloso este salto, el más
grande de todo el país.
Los senderos están
construidos de empedrado, con bancas para descansar, ya que el camino aunque es
muy seguro y limpio, es pesado para quien no tiene condición, por lo que se recomienda
llevar una botella con agua para hidratarse.
Bajar y volver a subir
por los senderos, es una experiencia única para los visitantes, quienes además
de disfrutar y ver un bello paisaje, lo hacen a través de un camino que parece
haberse sacado de un cuento de hadas por su belleza.
Cascada Cusárare
A 20 kilómetros de
localidad de Creel, del municipio de Bocoyna, se encuentra la cascada de
Cusárare, en los límites del municipio Guachochi, considerada una de las más
bonitas de México con una caída de 30 metros, pues su altitud no es tan grande
como otras, pero sí el ancho de la gran cortina que forma, la cual luce en todo
su esplendor en estos días debido a la gran cantidad de agua, cuatro veces más
que hace una semana. que lleva el arroyo del mismo nombre.
Son 20 kilómetros de
una carretera curveada rodeada de tupidos pinos, con llanos verdes donde se
asientas las casas de los indígenas Tarahumaras, quienes se ven caminando a
orillas del camino, llamando más la atención por sus coloridas vestimentas, las
mujeres rarámuri.
Camino a la cascada
Cusárare, se pasa por el famoso Lago de Arareko, el cual es muy visitado por
turistas y gente del municipio de Bocoyna, quienes aprovechan este lugar al
aire libre para días de campo y remar en este cuerpo de agua.
Si los visitantes van
en automóvil propio tiene que ser camioneta ya que es terracería, aunque
también el recorrido de puede hacer en bicicleta o caminando, en todos los
casos es recomendable llevar ropa cómoda, tenis y agua para hidratarse.
La entrada al camino a
la cascada tiene un módico costo de 25 pesos para adultos y 15 pesos niños, los
cuales no significan nada por disfrutar un encuentro con la naturaleza, en un
paisaje impresionante donde se junta la sierra, el arroyo Cusárare y un camino
de tierra de un metro de longitud que parece perderse en medio de los pinos.
En camioneta se puede
llegar hasta antes de 500 metros de camino a pie de la cascada, pero si los
visitantes quieren ir caminando desde donde inicia el camino peatonal, se hace
media hora, y vale totalmente la pena, ya que el sendero delimitado por troncos
de pino tiene una vista constante al arroyo, así que mientras se camina se ve y
se escucha el agua correr por entre las enormes piedras.
Aunque parece un camino
poco transitado, las personas se van cruzando con turistas que van o regresan
ya del recorrido a Cusárare, así mismo, a lo largo del camino, las mujeres
indígenas tienen sus puestos de recuerditos y artesanías que ellas mismas
realizan, en su mayoría, las artesanas son del poblado de Cusárare, el cual
queda a unos 6 kilómetros de longitud a la cascada.
Caminar a la cascada de
Cusárare, aunque es un poco pesado si no se tiene la condición, es una
experiencia única, donde el no llevar una cámara fotográfica para capturar el
trayecto, es un error grande que se puede cometer, ya que el camino es de
ensueño y no hay quien de los turistas que diga que no se maravilló.
El agua del arroyo
antes de caer tantos metros para formar la cascada de Cusárare, se desplaza
sobre una cama de lajas para de ahí formar esta caída que además de ser muy
bella y más porque en esta época va muy cargada de agua, forma una camino entre
los pinos de un caudal azul turquesa que se pierde a la vista entre las
cañadas.
Para bajar al pie de la
cascada hay un camino escalonado de concreto, muy seguro, el cual parece
laberinto entre el bosque, haciendo más fácil el acceso para las personas que
se animen a bajar y refrescarse con la brisa del agua de la Cusárare.
Bajar es fácil, para
subir es un poco pesado ya que son cientos de escalones hasta la parte arriba
de la cascada, pero al ir subiendo parece que cada paso lleva al cielo, por lo
que ir a Cusárare y disfrutar de todo el esplendor de este sitio, implica
caminarlos de arriba hasta abajo, y solo así se llena completamente la vista.
Mujeres Rarámuri de llamativos vestidos
Decenas de mujeres
indígenas caminan diariamente 12 kilómetros de ida y vuelta a la cascada
Cusárare, acompañadas de sus niños y con bolsas cargadas de artesanías que
ellas mismas hacen para venderlas en el camino al mirador de esta caída de
agua.
Múltiples puestecitos con artesanías se encuentran en los últimos 500 metros del camino a la cascada, lo que hace más colorido y bonito el trayecto que ya de por si se embellece con los pinos, el agua y las enormes rocas con musgo.
Múltiples puestecitos con artesanías se encuentran en los últimos 500 metros del camino a la cascada, lo que hace más colorido y bonito el trayecto que ya de por si se embellece con los pinos, el agua y las enormes rocas con musgo.
Lo que más venden las
mujeres según señalan, son los palos de madera de pino, los cuales son muy
comprados por los visitantes, ya que les sirven de apoyo para el camino, así
mismo, los guares, las muñecas de madera, pulseritas y tortilleras, trabajo que
hacen en vacaciones desde las 9 de la mañana hasta las cinco de la tarde.
Cascada El Salto Grande
El Salto Grande, cascada emblemática de la localidad de Guachochi, la cual se encuentra a cinco minutos del pueblo, con rumbo a la laguna de Las Garzas, ha sido muy beneficiada por las lluvias de estos días, por lo que es uno de los sitios favoritos de los lugareños quienes pasan la tarde admirando la bonita caída de agua.
El lugar está
acondicionado con un camino empedrado con dos opciones para bajar hasta el pie
de la cascada, camino con un pasamanos de madera color rojo, y con un mirador a
mitad de la cascada, un puente para cruzar el arroyo y un parque con sauces y
pastos verdes que hacen aún más atractivo el sitio natural del lugar de garzas,
significado del nombre del municipio considerado la capital turística de la
Sierra Tarahumara.
A la orilla de la ciudad, a 5 minutos del Lago las Garzas se encuentra el salto de Guachochi, una serie de cascadas que rematan con una caída de 19 metros. Se inicia con una pequeña cascada de quince metros que se forma con la corriente del río Guachochi y el desagüe del Lago Las Garzas.
A la orilla de la ciudad, a 5 minutos del Lago las Garzas se encuentra el salto de Guachochi, una serie de cascadas que rematan con una caída de 19 metros. Se inicia con una pequeña cascada de quince metros que se forma con la corriente del río Guachochi y el desagüe del Lago Las Garzas.
Se puede apreciar desde
un mirador que se encuentra frente a la cascada, pero vale la pena bajar hasta
el sitio mismo de la caída. La zona está siendo reforestada y acondicionada
para los visitantes, ya que es ideal como área recreativa dentro de la ciudad.
Parejas de novios, amigos y familias se toman la mañana o la tarde para disfrutar unas horas al pie de esta caída de agua de 19 metros, la cual, beneficiada por las lluvias, deja caer una gran cantidad de agua que al verla de arriba a abajo, da la impresión de caer junto con ella.
Parejas de novios, amigos y familias se toman la mañana o la tarde para disfrutar unas horas al pie de esta caída de agua de 19 metros, la cual, beneficiada por las lluvias, deja caer una gran cantidad de agua que al verla de arriba a abajo, da la impresión de caer junto con ella.
Al pie de la cascada,
la cantidad de brisa que llega es capaz de mojar el cabello y la ropa, esto es
a que es mucha agua la que arrastra el río Guachochi, además del aire que se
acumula en este cañón, por lo que ir a disfrutar de El Salto, también implica
salir un poco mojado.
El Salto es en realidad una serie de cascadas que se forma con la corriente del río del mismo nombre, inicia con una caída de 15 metros para rematar con otra de 19 metros, la más grande. (El Heraldo de Chihuahua)
El Salto es en realidad una serie de cascadas que se forma con la corriente del río del mismo nombre, inicia con una caída de 15 metros para rematar con otra de 19 metros, la más grande. (El Heraldo de Chihuahua)
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