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XXIII Ayuntamiento de Tijuana

¿Qué sucedería si el Sol desapareciera de pronto? No lo que todos pensamos


* Aquellos que creen que la vida en la Tierra se extinguiría por completo se equivocan.

Libertad, Agosto 2015.-Toda la vida en la Tierra depende del sol, dada la privilegiada posición de nuestro planeta a su alrededor, ocupando la franja de habitabilidad, la energía y calor de nuestra estrella madre ha permitido que surja la desbordante variedad de formas de vida que conocemos y que conocimos. De ese modo, cabe pensar que si el sol un día desapareciese de pronto (hagamos ese ejercicio imaginativo pese a que no sea posible tal cosa) toda la vida en la Tierra se extinguiría ¿verdad? Pues estás en un error. Si quieres saber qué le pasaría a nuestro planeta en ausencia repentina del sol, sigue leyendo.
¿Qué sucedería si de pronto el sol se desvaneciese? ¿Nos enteraríamos en ese preciso instante? Bien, la respuesta es no, tanto gravitatoria como lumínicamente. Teniendo en cuenta que según Einstein probara en 1915 la fuerza de la gravedad no es instantánea, sino que viaja a la velocidad de la luz, y dado que la luz del sol tarda 8 minutos en abandonar la superficie del sol e incidir en la Tierra; si el sol desapareciese de pronto la humanidad (y todo el planeta) viviría ajena al drama que estaría a punto de suceder durante 8 minutos.
Tras eso, no nos quedaríamos totalmente a oscuras. El cielo seguiría mostrando la luz de otros astros, no así la que refleja la luna o el resto de planetas de nuestro sistema, que en muy poco tiempo se irían apagando (Júpiter se encuentra a 33 minutos luz de la Tierra en su punto de máxima aproximación, por ejemplo). Además, durante un tiempo la electricidad en las ciudades seguiría funcionando, por lo que tendríamos luz artificial brevemente.
Las primeras en notar la ausencia del sol serían las plantas, ya que sin su presencia se detendría la
fotosíntesis, el proceso mediante el cual generan su comida. Por ello, en solo cuestión de días morirían las plantas más pequeñas. Y eso no es lo más preocupante, sino la bajada de temperatura, que descendería a los 0 grados Celsius con el paso de solo una semana. Para finales del año 1 tras la desaparición solar, la temperatura se desplomaría hasta los -101 grados Celsius.
Mientras tanto, el agua de los océanos comenzaría a congelarse aumentando por tanto de volumen. Con el tiempo, todo el planeta se transformaría en una bola de hielo, aunque bajo las cortezas heladas (tal y como sucede hoy en los lagos de montaña) habría lugar para un océano de agua líquida. Si para ese instante queda algún humano vivo, su única oportunidad de supervivencia sería establecerse en el lecho de algún océano próximo a un afloramiento hidrotermal.
Las criaturas que viven en estos inhóspitos lugares, de los que ya hablé en el post sobre hipotéticas formas de vida en Europa (la luna helada de Júpiter), apenas se enterarían de la desaparición del sol. La luz del astro rey no alcanza jamás las profundidades en las que viven. Tampoco detectarían el desmembramiento del sistema solar, cuyos planetas libres ya de la tiranía gravitatoria del sol flotarían al pairo por la galaxia sin orden ni concierto.

Cualquier observador externo daría por muerto a ese mundo helado que viaja a la deriva, ajeno al metódico devenir de unas pocas especies de crustáceos y gusanos tubulares. ¡Qué irónico verdad! Ellos serían los únicos embajadores pluricelulares del viejo esplendor biológico de la Tierra.

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