Libertad, Marzo 2015.-Hay lectores que lo
primero que hacemos al agarrar un libro es olerlo, poder sentir ese olor a
libro nuevo o viejo, pero muy pocos de nosotros sabemos a qué se debe este
aroma, que si lo pudiéramos embotellar se vendería como pan caliente, aunque
ahora que lo pienso, leyendo acerca de lo que está detrás de este olor
puede que sí se pueda embotellar.
El olor de los libros
se da por varios factores, entre ellos la tinta y el papel, éste último está
conformado por una cantidad de lignina,
el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal. La función de la
lignina es darle firmeza a la madera de los troncos para que los árboles
permanezcan erguidos y pasen de los dos metros de alto y los microorganismos y
enzimas no los devoren. Al ser un endurecedor, y al papel venir de los árboles,
tiene cierto nivel de lignina, lo que lo hace tener cierta resistencia y
dureza.
En la actualidad el
papel de los libros tiene poca lignina, ya que utilizan papel libre de ácidos,
esto para que las hojas permanezcan blancas por más tiempo, también tiene pH
neutro para su conservación.
Una de las cosas que
le sucede a la lignina con el paso del tiempo es que se oxida, por lo cual hace
que el papel quede “amarillo”, por eso los libros viejos tienen hojas de este
color. Otra de las cosas que pasa cuando se oxida la lignina es que comienza a
desprender más olor, y aquí viene la explicación de por qué nuestros
libros tienen ese aroma que nos encanta a algunos: “El olor es resultado
de cientos de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles resultado de
la red de rutas bioquímicas de degradación del papel y depende tanto de la
composición original del papel como del entorno en el que ha envejecido” y,
dejando de lado lo científico un momento, lo que más nos interesa ¡la
lignina es prima hermana de la Vainilla!, por eso ese olor tan agradable que
tienen los libros, ya que le da un aroma similar al de la vainilla, que por
cierto fue sintetizada en 1874 por Ferdinand Tiemann y Wilhelm Haarmann a
partir de la savia del pino, otro olor muy famoso.
Ahora ya sabes porque
el olor a libros nuevos es tan maravilloso y nos gusta tanto entrar a las
librerías o a las bibliotecas y quedarnos solo por el olor.
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